El hecho parece tornarse cíclico. Y cada vez más frecuente. La Intendencia de la Región de Valparaíso informó ayer a algunas comunas con daños, producto del reciente sistema frontal, que durante esta semana se recibirán proyectos de emergencia de restitución de borde costero. Esto, luego de que se conociera, por parte del Ministerio de Obras Públicas (MOP), que al menos 500 metros en muros de costaneras fueron destruidos por las fuertes marejadas del fin de semana.
Cerca de 300 metros en Horcón, 150 en Maitencillo y otros 60 en Algarrobo podrían ser repuestos con recursos del Gore, mediante el “levantamiento” que hace el Departamento de Obras Portuarias del MOP sobre los daños de las caletas, en las cuales ya se habían invertido $ 4 mil millones tras eventos de anteriores marejadas. “El desafío es reparar y generar infraestructura para que a futuro puedan soportar mejor estos frentes”, indicó el seremi del MOP, Miguel Saavedra.
En Puchuncaví se informó que se trabaja en dos proyectos para postular, mientras que en Quintero, el administrador municipal, Rubén Gutiérrez, dijo que “sólo en daño estructural hemos cuantificado en más de $ 150 millones las pérdidas. El mayor problema es entre Loncura y Quintero, donde se perdieron dos kilómetros de playa”.
En Viña del Mar, el jefe de operaciones, Patricio Moya, confirmó que el sector sur sufrió la pérdida de arena de “al menos un 50%; tenemos cuatro kilómetros de playas que recuperar, aunque nosotros apostamos a la reincorporación natural, ya que en 2015, en cuatro meses las playas reaparecieron”.
En la Ciudad Jardín el municipio espera que en septiembre concluya la reparación del área costera afectada. Asimismo, se comentó el avance de la iniciativa que lidera el MOP, para planificar un sistema de defensas costeras en la parte más afectada por el oleaje: Avenida Perú.
“Es un proyecto más ambicioso de la defensa del borde costero, que va desde Caleta Abarca hasta Cochoa, donde se estudia el nivel de agua y viento, todo mediante una maqueta hidráulica que permitirá analizar distintos eventos, movimientos e intensidades de los sistemas frontales, para así poder establecer una estructura idónea en el sector de las rompientes”, expresó Moya. En el MOP, en tanto, se indicó que durante esta semana se podría conocer un avance del bosquejo para la iniciativa.
Comercio y residentes
Los comerciantes afectados coincidieron en que las últimas marejadas, por fuertes que hayan sido, no superaron a las de 2015, cuando incluso se dañó infraestructura privada que no estaba en el borde costero y algunas instalaciones de la Armada.
Patricio Moya, de la municipalidad, aseguró que las advertencias sobre las marejadas son conocidas y que depende de cada locatario si reinvierte o no en su espacio.
En la playa Loncura, de Quintero, Sofía Constanzo, dice que sigue en shock, luego de ver a su negocio “literalmente irse flotando, luego de que un barco encallara y lo arrastrara por completo”.
Añadió que “llevo poco tiempo con la concesión y la verdad es que duele, pero no le tengo miedo al mar. Lo perdí todo, pero ya empezaré a trabajar para estar arriba de nuevo; el verano pasado estuvo bueno y esto es así. Voy a seguir con mi quiosco”.
Rodrigo Contreras, residente de Concón, comentó que “no hay que dramatizar. Todos estamos claros de lo que aquí puede pasar, pero es importante que tengamos respaldo municipal”.
Fuente: La Tercera