Anticipan gran impacto por migración de trasatlánticos

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Pérdidas por poco más de 3 millones de dólares y daños enormes al turismo de Valparaíso son algunos de los impactos negativos, según los actores del mundo portuario de la ciudad, que traerá la decisión tomada por cuatro líneas de cruceros de arribar al Puerto Central de San Antonio durante la próxima temporada 2017-2018.

Y es que el anuncio realizado por parte de la gerencia de Puerto Central (PCE), en que indicó que las líneas Aida Cruises, Norwegian Cruise Line, Regent Seven Seas y Oceania Cruises arribarán a San Antonio a partir de octubre de este año no dejó indiferente a los actores afectados de la zona, quienes no dudaron en reconocer los nocivos efectos que tendrá esta decisión.

En concreto, serán 18 las naves que atracarán en el puerto de San Antonio a partir de esta temporada 2017-2018, así como en las siguientes. No obstante, de las cuatro líneas que confirmaron su llegada al Puerto Central en el puerto vecino, sólo dos (Aida Cruises y Norwegian Cruise Lane) estaban dentro de la planificación portuaria de EPV.

En ese contexto, para el gerente general de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), Gonzalo Davagnino, la ciudad dejará de recibir «un poco más de 3 millones de dólares» solamente por el efecto que provocará la no atención en el Terminal 1.

En esa línea, señaló que «no hay que mirar muy lejos» para determinar las responsabilidades que privarán al puerto de Valparaíso de la llegada de seis cruceros planificados para esta temporada.

«Han habido muy malas señales de nuestros concesionario TPS a la industria, primero, por no entregar la seguridad de atraque con los dos años de antelación que ha solicitado el mercado. Segundo, no se ha cumplido, por parte del concesionario, la condición de entregar una posibilidad de contrato para tener una ventana horaria, teniendo en cuenta que este mercado funciona de manera exacta en relación a día y hora. Tercero, han habido malas señales cuando se ve que se pretende subir una tarifa de 30 a 60 dólares aunque sea la tarifa máxima. Por último, la peor señal es que dirigentes del mismo concesionario se toman las puertas y amenazan abiertamente al mercado», expresó Davagnino.

Y agregó: «Las malas señales están cuando los compromisos adoptados en la mesa no se cumplen en términos de disponer de los contratos para los armadores. También, incumpliendo en términos de presencia cuando se hace una reunión, en la que el alcalde Jorge Sharp nos invita a todos a buscar una solución y el Terminal Pacífico Sur no llega. Esas señales limitan la posibilidad de llegar a un acercamiento».

Por lo mismo, Davagnino afirmó que EPV dará cumplimiento a los contratos establecidos, así como a los reglamentos existentes que están vigentes y que «deben ser cumplidos» por los concesionarios.

«Se pasarán las multas si es que corresponde el caso, porque el puerto y el sistema portuario no pueden perder una industria tan importante como la de los cruceros», dijo el gerente de EPV, agregando que TPS «tiene reglamentos que respetar como es la coordinación naviera. Cuando en 2016 se confirma por parte del concesionario todos los buques de esta temporada 2017-2018, significa que TPS debe atender a todos los buques y darles seguridad. Eso implica que su gente y sus sindicatos, trabajen», argumenta Davagnino.

En tanto, el gerente general del VTP (Valparaíso Terminal de Pasajeros), Juan Esteban Bilbao, si bien reconoció que no han recibido una confirmación oficial por parte de las líneas de cruceros, a su juicio, los constantes problemas que han ocurrido entre la empresa portuaria y los trabajadores portuarios incidieron en la decisión de arribar al puerto de San Antonio.

«Personalmente, estuve advirtiendo que era una posibilidad que Valparaíso perdiera los cruceros. Creo que la intransigencia que han tenido, por una parte, los trabajadores portuarios en tomar a la industria de cruceros como rehén para poder solucionar sus problemas, que no tiene nada que ver, indudablemente que generaron un ambiente de poca estabilidad, un escenario de no dar certezas para que esta industria pueda desarrollar su actividad en Valparaíso», puntualizó Bilbao.

Esto, añadió, «sumado a la actitud del concesionario (TPS), quienes cambiaron las prioridades de atraque en su oportunidad, no dándole preferencia a las naves de cruceros en el uso de su terminal, así como la actitud y forma en como desarrollaron y transmitieron la entrega de reserva de sitios de atraque, fue un golpe mortal», esgrime.

Es por ello que fue categórico en asegurar que son varios los actores que tienen responsabilidad en esta situación.

«Claramente, una de ellas es el ambiente hostil hacia la industria crucero, que de forma majadera, han tenido lo trabajadores portuarios. Segundo, la actitud de TPS de no dar señales claras de garantías para la atención de las naves, tal como se requiere. Sin embargo, lo que hizo TPS fue decir…no señores, yo no le voy a dar eso y sólo le voy a garantizar el sitio de arribo tres meses antes que lleguen…Eso no sirve para la industria. Asimismo, como un tercer responsable, está la misma Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) por haber aceptado que se modificaran los cambios que dispuso el Terminal», detalló el gerente general del VTP.

En cuanto a las medidas que tomarán, Bilbao reconoció que «no están todas en nuestras manos», pues si bien esta instancia puede dar garantías de un servicio de calidad, «no tiene ningún sentido» darlas si el resto de la comunidad portuaria de Valparaíso «no lo hace», advierte.

«Entonces, lo que nos queda ahora, para defender nuestros intereses, es realizar todos los estudios que sean necesarios para que los responsables de esta situación puedan compensar el perjuicio generado. Estamos evaluando realizar una demanda contra quienes resulten responsables. Estamos trabajando para determinar cuál es la mejor forma de encausar esta acción y así defender nuestros intereses. Considerábamos que en algún momento iba a primar la cordura, que íbamos a ser capaces de ponernos de acuerdo y darle solución efectiva a la industria crucero, pero esto no se cumplió», sentencia Juan Esteban Bilbao.

«Lo que nos queda, para defender nuestros intereses, es realizar los estudios necesarios para que los responsables puedan compensar el perjuicio generado»

Juan Esteban Bilbao, Gerente general VTP.»
«Se pasarán multas si es que corresponde el caso, porque el puerto y el sistema portuario no pueden perder una industria tan importante como la de los cruceros»

Gonzalo Davagnino Gerente general EPV.»
«DIVERSIFICA Y AMPLIA OFERTA TURÍSTICA»

Como una noticia que «diversifica y amplia la oferta turística de la zona central de Chile», el gerente general de Puerto Central (PCE) de San Antonio, Rodrigo Olea, se refirió a la llegada de cuatro líneas de cruceros al puerto de la ciudad. Según él, la noticia confirma que Valparaíso y San Antonio «son dos puertos complementarios y que juntos forman la mayor zona portuaria del Pacífico Sur», y que a su vez, «genera una nueva fuente de desarrollo para la cultura, el comercio y las viñas que están en la macro zona de San Antonio». Por lo mismo, indicó que harán todas las inversiones necesarias para que los pasajeros reciban «un trato de primera calidad».

18 cruceros serán los que arriben, a partir del mes de octubre, al Puerto Central (PCE) de San Antonio, esto luego que cuatro líneas de cruceros optaran por dicho puerto antes que Valparaíso.

40 cruceros formaban parte del itinerario portuario que tenía EPV para la temporada 2017-2018. Sin embargo, seis de estas naves pertenecen a las líneas que decidieron recalar en San Antonio.

$3 millones de dólares es el perjuicio económico, que según EPV, generará en la empresa portuaria el hecho que 18 cruceros arriben al Puerto Central de San Antonio, en desdemedro de Valparaíso.

Fuente: El Mercurio de Valparaíso