Frente al stand de Chile en el Seatrade Cruise Global, la feria de cruceros más importante del mundo que se lleva a cabo en Fort Lauderdale, Florida, Estados Unidos, Claudio Nast, operador turístico que atiende a cerca del 40 por ciento de los pasajeros de los cruceros que llegan a la Quinta Región, recurre a una metáfora para graficar el actual momento que viven Puerto Central y la ciudad en la industria de los trasatlánticos: «ahora San Antonio tiene la gallina de los huevos de oro».
Nast utilizó esta frase al referirse a la «gran oportunidad» que, a su juicio, perdió Valparaíso el año pasado, cuando diferentes líneas de cruceros decidieron optar por San Antonio debido a los conflictos sindicales que se registraron en el vecino puerto.
«Siempre dije que en ese momento Valparaíso perdió la gallina de los huevos de oro, que ahora está en San Antonio», afirma este operador que lleva 27 años ofreciendo los servicios de su empresa DMC a los turistas de cruceros que llegan al país.
De acuerdo a su visión, históricamente Valparaíso ha tenido ventajas para liderar esta industria, «como la cercanía con el aeropuerto de Santiago y sus atractivos turísticos» que lo llevaron a ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 2003. Sin embargo, reconoce también que comenzó a tener inconvenientes que terminaron quitándole el rol principal que tenía dentro del mercado de los cruceros en la región.
«Primero Valparaíso tuvo problemas de capacidad para atender a este tipo de naves, a lo que se sumó el conflicto de las ‘cargas limpias’, que significó que los trabajadores salieran a las calles a reclamar y a protestar contra la industria de cruceros», asegura Nast, quien califica al mercado de los trasatlánticos de pasajeros como «muy sensible en temas como la tranquilidad que deben ofrecer los puertos».
Más interesante
Por eso, afirma, las principales líneas miraron a San Antonio, donde encontraron el espacio físico, las ganas y las garantías para recalar, incluso con contratos por los años que fueran necesarios. «San Antonio se hizo interesante para las compañías navieras, porque pesa más la seguridad y el espacio que los atractivos turísticos que pueda tener un puerto. Y eso ha quedado claro, San Antonio ofreció un muelle de atraque y una logística que son mejores para trabajar que en Valparaíso».
Respecto a esto último, sostiene que Puerto Central posee un amplio terminal de pasajeros que se encuentra a solo 400 metros del muelle de atraque, lo que posibilita que los pasajeros demoren un minuto en llegar desde el barco. «San Antonio invirtió muy bien sus recursos para construir un terminal totalmente adecuado para atender a uno e incluso dos cruceros simultáneamente».
-¿El actual panorama deja en ventaja a San Antonio para seguir adjudicándose las recaladas de estas naves en las próximas temporadas?
-Yo creo que definitivamente nadie va a invertir una cantidad importante (en el terminal de pasajeros) si no tiene recaladas aseguradas al menos por los próximos tres o cuatro años.
-En su calidad de operador turístico, ¿cómo evalúa el servicio que han prestado Puerto Central y San Antonio a la industria?
-En San Antonio las cosas han funcionado perfectamente bien. No hay ningún problema de operación, además que ellos tratan de solucionar cualquier inconveniente que pueda existir lo más rápido posible. Hasta ahora no hay nada que impida que las navieras se sigan quedando allí, excepto que Valparaíso comience a presentar mejores ofertas.
Nast es categórico al señalar que con la migración de los cruceros a San Antonio «la ciudad de Valparaíso perdió terriblemente, y los pasajeros también hasta cierto punto, porque muchos de ellos se quedaban. Hoy la industria hotelera, los restaurantes y los taxistas de Valparaíso están tristes. En el momento del conflicto (sindical) hubo personas que decían que estos barcos no dejaban nada en la ciudad, y ha quedado demostrado que estaban equivocadas. Ahora San Antonio tiene una mina de oro y Valparaíso tiene que hacer mucho trabajo si quiere recuperar este mercado».
113 países están participando en la muestra internacional de Cruceros en Estados Unidos.
Fuente: Líder San Antonio