Diputados apuntan a desinterés de la Armada en proyecto de tercer dique

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A través de un informe económico de la consultora Larraín Vial, que fue entregado a mediados del año pasado como antecedente al Congreso para la negativa de la ex Dirección de Presupuesto (Dipres) para financiar el proyecto del tercer dique de Asmar, se oficializaron cuatro opciones económicas para la construcción del dique flotante.

Una fórmula incluyó una inversión 100% estatal y una segunda surgió a través de un crédito que debía asumir la empresa, también por el total de la inversión. La tercera y la cuarta alternativa aparecieron como líneas de financiamiento mixtas.

Sin embargo, ninguna de las cuatro opciones ha logrado convencer al gobierno -antes de Michelle Bachelet y hoy de Sebastián Piñera- y tampoco a la empresa estatal, respecto de ser la mejor alternativa para construir el tercer dique en Talcahuano.

Los diputados José Miguel Ortiz (DC) y Manuel Monsalve (PS), que integran la comisión de Presupuesto de la Cámara Baja, y estuvieron en la tramitación del año pasado del erario nacional para el 2018, aseguraron que la razón de fondo para negar la edificación del dique no es económica, sino que sólo se trata de un desinterés de la Armada y el Estado por construir la obra.

«No hay un problema económico. Si hablamos que este año el presupuesto es de US $74 mil millones, los US $150 millones que cuesta el tercer dique corresponde sólo a un 0,2%. Se pueden reasignar fondos del presupuesto de este año o tramitar su financiamiento en la Ley de Presupuesto del próximo año», dijo Manuel Monsalve.

El DC José Miguel Ortiz explicó que «Asmar nunca entregó la actualización económica del informe que le pidió la ex Presidenta Bachelet el año pasado. Pregunté el 6 de marzo, en una reunión que tuve en la Dipres (antes del cambio de gobierno) y nunca llegó esa información. Eso significa que hay desinterés en la Armada».

RETRASO
A principios de mayo, el comandante en jefe de la Armada, Julio Leiva, y el ministro de Defensa, Alberto Espina, anunciaron en la Base Naval de Talcahuano la postergación del proyecto del tercer dique.

Argumentaron que los mercados internacionales no asegurarían la rentabilidad del dique flotante y que los empleos que generaría, en su instalación y operación, eran menos que los que aporta hoy la construcción de buques. Por ejemplo, se habló del rompehielos «Antártica» que construye actualmente Asmar.

La iniciativa, que se origina hace diez años, tiene un costo de US $150 millones y su edificación fue recomendada y reconocida como estratégica en dos informes, ambos entregados al Congreso a mediados del año pasado. El primero originado por Asmar y el segundo por parte de la Dirección de Obras Portuarias (DOP) del MOP, que incluso comprometió cofinanciar obras civiles para la instalación del tercer dique.

En el informe de la empresa estatal, en el cual se actualiza la información de varios estudios realizados con anterioridad, se recomienda construir el dique a mediano plazo, por su importancia estratégica, pese a que se proyecta una demanda del mercado internacional que se califica como de «débil».

LO QUE SE RECHAZA
En el informe que entrega el año pasado Asmar a la Dipres, encabezada por el ex director Sergio Granados, y que luego se envía al Congreso, aparece detallada la posición de Asmar respecto a cada una de las vías de financiamiento del tercer dique.

En el documento se destaca que la vía de financiamiento mixto, que suponía aporte estatal en conjunto con un crédito con aval del Estado -asumido por Asmar-, fue la opción que estuvo más cerca de concretarse.

Se explica que el crédito lo pagaría la estatal con los resultados de los ingresos por reparaciones, pero ese escenario habría cambiado con el paso de los años.

Es así que el documento dice que la primera causa para desechar la opción de asumir el crédito fue el deterioro del mercado internacional y una eventual baja demanda de reparaciones. Lo segundo, fue que Asmar asumió la construcción del rompehielos «Antartica 1». Para lo anterior, la estatal necesitaba reacondicionar sus instalaciones en Talcahuano con un costo de US $20 millones. «Al absorber este costo, Asmar no está en condiciones de asumir otro compromiso de financiamiento (…) por lo tanto, la alternativa del financiamiento mixto queda descartada», dice el informe de la firma estatal.

LAS OTRAS TRES VÍAS
El financiamiento completo vía préstamo con aval del Estado, que aparece como segunda opción, también fue rechazado, «Por presentar alto riesgo para Asmar, dado que no sería capaz de servir adecuadamente la deuda», se detalla como razón.

La tercera fórmula implicaba asociarse con un inversionista privado y también se descartó en el informe. «El retorno no sería atractivo para un privado (…), además significa incorporar en la estructura societaria de la empresa a un socio con objetivos distintos a los que motivan a Asmar», dice el documento.

Finalmente, se plantea que, al descartarse las otras vías de financiamiento, la inversión 100% estatal es la más viable.

Sin embargo, la ex Dipres, en junio del año pasado, descartó esa vía y le pididó a Asmar seguir analizando la incorporación como socio de privados.

Pero, el diputado Monsalve dijo que «por ser estratégica para el país, debe ser inversión estatal».

 

Fuente: El Sur