Sus primeros resultados muestra la campaña de educación ambiental #PorUnBordeCosteroSinColillas. En enero, ATI junto a la Organización No Gubernamental Desierto Azul, instalaron en la costanera depósitos para acopiar colillas de cigarro, consiguiendo en el primer trimestre del año, un total de 5 kilos que ahora serán reciclados.
“Esto corresponde a la primera recolección desde los ceniceros herméticos que se encuentra en el tramo de la costanera, que se repetirá periódicamente. Estamos muy satisfechos con estos primeros pasos. Hay menos colillas en este tramo. Esperamos que las personas cuiden estos recipientes y se habitúen a depositar sus colillas en ellos para lograr un borde costero sin este residuo”. dijo el gerente general de ATI, Enrique Arteaga Correa.
Estas colillas ahora serán purificadas y se reutilizará el acetato de celulosa, para luego convertirlo en planillas para escritura braille.
DATO
Los filtros acumulan sustancias nocivas del tabaco, como nicotina, alquitrán, metales pesados, entre otros, que terminan afectando el entorno. Una sola colilla puede llegar a contaminar más de 50 litros de agua dulce y más de 8 litros de agua de mar. Además, son un tipo de plástico y bajo circunstancias específicas (con luz solar y humedad) pueden romperse en pedazos de plásticos más pequeños, dejando escapar microfibras sintéticas al medio ambiente, siendo perjudiciales para la fauna marina y medioambiente.