Daños en la costa y fondo marino de Valparaíso fueron mayores a un tsunami

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Buzos especialistas colaboran en la recuperación de de especies sumergidas tras las intensas marejadas.

A una semana de que las fuertes marejadas ocurridas en la zona centro del país destruyeran gran parte del borde costero de la Región de Valparaíso, las diferentes labores de limpieza realizadas han permitido la remoción de la mayoría de los escombros que se acumularon a orillas del mar.

Si bien gran parte de los desechos se esparcieron por todo el borde costero, otra cantidad de los escombros fueron arrastrados por las olas. Así se perdió el rastro de objetos emocionalmente valiosos para los afectados y, en algunas ocaciones, emblemáticos para las ciudades.

Por lo mismo, un grupo de seis buzos -pertenecientes a la empresa Proyecsub, que se dedica al trabajo en ingeniería e inspecciones submarinas- decidió colaborar en el rastreo y la limpieza de las zonas más afectadas por las marejadas, especialmente en el sector que une la comuna de Valparaíso con Viña del Mar, entre el Club de Yates de Recreo y Caleta Portales.

«Estamos haciendo un trabajo humanitario con el objetivo de apoyar en las zonas que sufrieron más con el temporal. Lo que realizamos es verificar los daños y ayudar a retirar materiales que afecten a la seguridad de las mismas personas del sector en caso de un nuevo frente de mal tiempo», explicó el ingeniero y buzo de la empresa, Daniel Malfanti.

Primeras impresiones 

El equipo de buzos cumplirá este miércoles una semana desde que comenzó con la inspección del borde costero, y estiman continuar con las funciones por dos días más.

«Vamos a ayudar a todos los que podamos ayudar, siempre en la medida que podamos, porque hubo cambios notorios en el mar. Por ejemplo, la superficie en los primeros metros era mucho más baja: antes habían diez metros de profundidad y ahora cerca de cuatro. El fondo marino cambió por completo después del temporal y las marejadas», detalló el ingeniero.

En cuanto a los objetos y materiales con los que se han encontrado estos cuatro días, Malfanti agregó que «principalmente nos hemos hallado con rocas y piedras de más de 300 kilos, que se desplazaron por lo menos un kilómetro en dirección al norte. La gente nos pide que encontremos cosas sentimentalmente importantes para ellos, pero el nivel de destrucción es tan grande que la mayoría está perdido. También hemos divisado las embarcaciones que se hundieron en el sector de Higuerillas».

Y es que pese a sus más de 20 años como buzo comercial, Malfanti comentó que «personalmente, nunca había visto un nivel de destrucción de este tipo sin que haya sido ocasionado por un tsunami. Los daños son dantescos y para los que conocemos este sector y nos tocó ver lo que fue el tsunami en Talcahuano (27 de febrero de 2010), los daños acá son mucho peor».

Esto -agrega- ocurrió producto de que «en el tsunami del 2010 hubo tres olas de seis metros; en cambio aquí, fueron olas de ocho metros por más de seis horas que afectaron a la región».

Aprender la lección

Consciente de que este fenómeno «tarde o temprano volverá a ocurrir», Daniel Malfanti sostuvo que la ciudadanía se tiene que cuestionar «qué es lo que quiere realmente como ciudad y cómo podemos aprender de lo que sucedió».

«El temporal ya pasó y lo que se destruyó se destruyó. Ahora hay que levantarlo. Lo que hay que preguntarse es sobre cuál es el paso siguiente que tenemos que dar: ¿vamos a esperar que haya otro temporal y mueran otras personas?».

Por último, comentó que para él se dañó una gran parte del patrimonio de Valparaíso, pese a que se trate, principalmente, de infraestructura privada. «Los afectados son personas igual que nosotros, por lo mismo no tenemos que pensar que aquí no ocurrió nada muy grave».

Y agregó que «si no somos nosotros mismos quienes aprendamos de esta lección, nos vamos a quedar con una ciudad que será recordada solo por catástrofes y no por su tremendo valor».

«Los daños en el borde costero de la región son mucho peor a los que ocurren con un tsunami (…) la fuerza de las olas lo destruyeron todo» Daniel Malfanti, buzo comercial de Proyecsub

Fuente: El Mercurio de Valparaíso