Cargas limpias y cruceros: los puntos claves del acuerdo alcanzado entre EPV y TPS

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A principios de octubre pasado, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) dio a conocer a través de su página web que tanto la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) como Terminal Pacífico Sur (TPS) habían resuelto desistir de sus respectivas demandas cruzadas interpuestas ante la entidad.

Un hecho que terminó por concretar los acercamientos entre el concesionario del Terminal Uno y la estatal -iniciados desde el nombramiento del nuevo directorio, encabezado por Raúl Celis- luego de años de conflicto a nivel judicial y mediático por el denominado tema de las cargas limpias.

El 21 de noviembre de 2017, la estatal había presentado una demanda ante el TDLC por el problema de los cruceros, específicamente por las tarifas y un supuesto abuso de poder de mercado que le da a TPS la existencia de una demanda cautiva de cruceros. En tanto, el operador naviero, que ya había realizado una consulta previa a la entidad, respondió con una acción similar apuntando -entre otras consideraciones- a la prohibición de realizar aforos e inspecciones físicas.

Lo cierto es que el proceso avanzó con una serie de recursos, pero de manera abrupta llegó el desistimiento junto con un avenimiento de las partes, hecho que fue objeto de un recurso de reposición por parte de la Zona de Extensión de Apoyo Logístico (ZEAL) que, tras anunciarse el fin del conflicto, manifestó públicamente sus reparos ante el drástico cambio de criterio, dejando abierta la posibilidad de ejercer acciones.

Este medio tuvo acceso al documento que puso fin a la pugna entre la estatal y el operador naviero y que tiene como claves las cargas limpias y los cruceros. En el escrito se hace referencia a que ambas partes estuvieron de acuerdo en llegar a un entendimiento de manera extrajudicial respecto a las discrepancias que cada una expuso en sus respectivas demandas ante el Tribunal.

En el avenimiento, y respecto a los aforos y las inspecciones al interior de los terminales, la estatal señala que «deja sin efecto el acto que dispuso la realización de aforos e inspecciones físicas de carga manifestada a TPS fuera del puerto de Valparaíso».

En esa línea, la estatal agrega que «coordinará con los organismos públicos fiscalizadores todo lo necesario para que tales actividades puedan desarrollarse sin inconvenientes al interior del citado recinto portuario». Y añade que el concesionario del T1 debe cumplir con todos los requerimientos dispuestos por aquellos.

Remarca que en relación a las cargas respecto a las cuales TPS no cuente con las instalaciones aptas para aforar o inspeccionar físicamente, «podrá solicitar y EPV autorizará en tal caso el registro de un servicio especial destinado al traslado de dichas cargas hasta la Zona de Actividades Obligatorias (ZAO) de la ZEAL, para que en dicho recinto se realicen tales actividades».

También se detalla que respecto a las labores de apoyo a los servicios relacionados con el proceso de aforo -Aduanas y SAG- el concesionario priorizará que se organicen considerando turnos de trabajadores eventuales.

En cuanto a las naves de pasajeros, otros de los puntos sensibles en la discusión, se consigna que la estatal precisa que la aplicación del nuevo procedimiento de coordinación de cruceros considerará los contratos de reserva de sitio suscritos entre el terminal y los armadores de las naves o sus representantes.

Y consigna que bajo esta modalidad se establecerá la programación «a firme» para la atención de los buques en sitios que no cuenten con primera prioridad para la atención de naves de pasajeros conforme a lo dispuesto en el manual de servicios del Terminal Uno.

El otro punto tiene que ver con los costos, pues TPS retira la solicitud de registrar un nuevo importe de tarifas especiales de embarque, desembarque y tránsito de pasajeros. Esto, sin perjuicio de que EPV reconoce su derecho a registrar y modificar dichas tarifas conforme a lo establecido en el contrato de concesión.

 

Fuente: El Mercurio Valparaíso