La marea, como es bien sabido, es el cambio del nivel del mar producido por la atracción gravitacional que ejercen el Sol y la Luna. Estas dos fuerzas, que tiran cada una para su lado, generalmente no coinciden, excepto unas dos veces al mes, que es cuando se alinean con la Tierra en una misma recta. Cuando esto ocurre, las fuerzas gravitatorias que ejercen sobre el mar se suman completamente, provocando las cotas más altas de marea alta o pleamar. Esta especie de marea alta recargada recibe el nombre de marea de sicigia.
A las 11 de la mañana del viernes 23 de junio, explica el teniente Felipe Rifo, jefe del Centro Meteorológico Marítimo de la Armada, se produjo la pleamar más alta del mes en Valparaíso al registrarse un aumento del nivel del mar de 1,95 metros, precisamente debido a la alineación de la Tierra con el Sol y la Luna. Dos días después vinieron las marejadas que azotaron por enésima vez el borde costero de la región. ¿Tienen algo que ver el nivel de destrucción de las marejadas con la alineación de la Tierra, el Sol y la Luna?
“Mucho”, explica Carolina Martínez, del Instituto de Geografía de la Universidad Católica, y que se ha dedicado a estudiar los cambios en la línea de la costa en el país. “Al haber marea de sicigia (esta marea alta recargada) las olas adquieren mayor energía, penetrando aún más en la costa y aumentando su poder destructivo. Y esto porque a la altura de la ola hay que sumarle la altura de la marea. De hecho cuando se calculan las zonas inundables en caso de tsunami, las zonas afectadas varían bastante si se trata de marea baja, marea alta o marea de sicigia”.
Samuel Hormazábal, director de la Escuela de Ciencias del Mar de la Universidad Católica de Valparaíso, explica que la energía de una ola dependerá de la fuerza de los vientos que la provocan, pero que la marea de sicigia aumenta la capacidad de la ola para penetrar aún más en el borde costero. “Es como si la ola se subiese a una tarima, lo que le permite llegar aún más lejos”, dice.
Otras veces, en cambio, sucede lo contrario. Hay veces en que la Luna y el Sol restan sus fuerzas porque, en vez de estar alineados, forman un ángulo de 90 grados. A esto se le llama marea de cuadratura.
“Hay veces en que la marea alta en Valparaíso apenas sube poco más de 20 centímetros”, explica el teniente Felipe Rifo de la Armada.
“De haberse producido las marejadas en ese escenario, es poco probable que hubiese habido el nivel de destrucción que hubo. De hecho estas marejadas estaban calificadas de normales, pero como coincidió con la marea de sicigia, aumentó el nivel de alerta”.
“De haberse producido las marejadas en ese escenario, es poco probable que hubiese habido el nivel de destrucción que hubo. De hecho estas marejadas estaban calificadas de normales, pero como coincidió con la marea de sicigia, aumentó el nivel de alerta”.
Fuente: Las Últimas Noticias