Empresas chilenas empiezan a resentir freno de China y exportaciones bajan 8% a julio de 2015

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Entre las compañías que más venden al gigante asiático están Codelco, CAP y Arauco. Pero en medio del complejo panorama, el rubro de los alimentos, vinos y frutas está creciendo.

Los edificios en construcción que hace pocos años irrumpían en el cielo de Beijing o Shanghai hoy están abandonados, a medio hacer. Líneas férreas monumentales, carreteras larguísimas, puentes modernos y toda la infraestructura vial que por décadas fue habitual en el paisaje chino quedaron interrumpidas. «Se rompió la burbuja inmobiliaria y ese frenesí por construir infraestructura», comenta el ex embajador de Chile en el gigante asiático, Luis Schmidt. Eso impactó en las exportaciones chilenas a China. Entre enero y julio de este año, los envíos a ese destino bajaron 8%, sumando al séptimo mes del año US$ 9.937 millones, según cifras del Servicio Nacional de Aduanas.

Después de décadas creciendo a tasas de dos dígitos, este año la locomotora china se expandirá en cifras cercanas a 7%. O menos. El viernes se supo que el indicador de la producción manufacturera china registró su peor nivel en seis años y medio, lo que hizo colapsar los principales mercados bursátiles del planeta, que cerraron con su peor semana desde 2011. El Consejo de Estabilidad Financiera de Chile, presidido por el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, decidió monitorear el impacto de esta crisis en el mercado de capitales local.

La economía chilena es una de las más sensibles al «riesgo chino». A China va un cuarto de nuestras exportaciones y según JPMorgan, es la economía emergente más expuesta a la desaceleración del gigante asiático y a la depreciación del yuan.

¿Por qué China se frena? «El gobierno de Xi Jinping definió que no era sostenible seguir creciendo a tasas de dos dígitos basados en un modelo de inversión en infraestructura y exportaciones, y que se debía pasar a una etapa donde el motor sería el consumo doméstico y la economía de servicios», explica el economista Osvaldo Rosales, quien era director económico de la Cancillería (Direcon) cuando China firmó su primer tratado de libre comercio, precisamente con Chile, en 2005.

No es una transición fácil. «El principal destino de las exportaciones de China es Europa y con este bloque creciendo entre 0% y 1%, la economía china se resintió», explica Rosales. Además, agrega Schmidt, «los chinos son ahorradores y ante dificultades económicas, ahorran aún más. No es fácil que pasen a la economía del consumo».

¿Se va a detener la locomotora china? Tanto Rosales como Schmidt creen va a aminorar su velocidad, pero no a detenerse, y arguyen la misma razón: hay que darles trabajo a una masa laboral de 8 a 10 millones de personas que cada año se suma al mercado. «Sin empleos, tienes una crisis social y a eso le temen las autoridades», dice el ex embajador.

Chile es muy dependiente del gigante asiático: «Cinco productos dan cuenta del 85% de lo que exportamos a China», dice Rosales. Desde que se firmara el TLC con China, el comercio bilateral fue aumentando al año a una tasa promedio de 17%. El intercambio total en 2014 fue de US$ 33.534 millones.

Luis Schmidt sostiene que desde el 2010, China es el primer socio comercial de Chile -en 2014 vendimos al gigante asiático US$ 18.438 millones- y por eso Chile «es una de las economías que más va a sufrir con este proceso, y ya lo estamos viendo con fuertes caídas del precio del cobre, de las exportaciones de celulosa y maderas, que han caído 9% en el primer semestre».

82% de lo que Chile vende a China son minerales

En un mundo interconectado, el estornudo en un lugar se transforma en una neumonía en otro. Así, como Europa y Estados Unidos compran menos a China y este país produce en menor cuantía, cae la demanda de insumos, que por ello bajan de precio. El ejemplo más patente es el cobre, cuyo valor ha caído 16,7% en 12 meses.

El problema es que el 82% de lo que vende Chile a China son minerales -US$ 15.105 millones en 2014- y el 40% de todo el cobre chileno se comercializa en el gigante asiático, resalta el ex embajador en China. Otros US$ 2.050 millones son alimentos como frutas, vinos, carnes y lácteos y unos US$ 1.200 millones corresponden a productos forestales, detalla.

Con la reciente devaluación del yuan, que se desvalorizó en 4,6% a mediados de agosto, las exportaciones de China a otros países se hacen más competitivas, pero las compras del país asiático a naciones como Chile se vuelven más caras. Y, con matices, eso tiene en ascuas a los grandes vendedores como Codelco, CAP, Arauco, Antofagasta Minerals, Concha y Toro, entre otros.

Las mineras comentan que tienen relaciones de largo plazo con China y lo mismo Arauco, del grupo Angelini. El efecto general sería que las exportaciones a China se mantendrían o subirían en volumen, pero en precio caerían.

Alimentos siguen demandados

Pero en medio de este panorama, el sector alimentos es el que menos se ha resentido de los complejos días en el lejano oriente. Y eso tiene una lógica: los consumidores de ingresos medios y altos en China, que son entre 400 y 650 millones de personas, prefieren comprar alimentos de origen extranjero y así lo demuestran las cifras de exportación chilenas.

Las razones son básicamente dos. Una, que en el gigante asiático hay poca tierra para cultivar alimentos. Si en 1990 tenían el 9,8% del terreno cultivable del mundo, hoy solo disponen de un 6,9%, mientras su población representa el 22% del total del planeta, con 1.400 millones de personas, explica Schmidt.

Y lo otro es que «aún están frescos los recuerdos de la leche con melamina, la carne de cerdo con clembuterol, o el aceite recuperado de las alcantarillas, lo que hace que los chinos con recursos prefieran lo importado», argumenta el ex diplomático.

En 2014 se exportaron a China US$ 750 millones en fruta, siendo el segundo proveedor de estos alimentos. Antonio Walker, vicepresidente de Fedefruta, destaca que China compra el 82% de las cerezas que se exportan desde Chile, US$ 540 millones en total en 2014. Y en esta temporada frutícola que está terminando, los envíos crecieron en valor y volumen. Aunque las vicisitudes económicas inquietan, «confiamos en que no nos van a afectar, porque a los chinos les gusta la fruta chilena», dice Walker.

A los vinos también les está yendo bien. Este año, China lideró como destino las exportaciones de vino embotellado chileno, el que creció 40% en volumen y 42% en valor. Incluso los precios subieron levemente en 1,1%, llegando a US$ 30,5 por caja.

85% de celulares son de China

Entre 15% a 20% de todos los productos que se consumen en Chile vienen del gigante asiático. Hay ítems donde el predominio de los artículos chinos es total: en notebook y tablet , cerca del 95% proviene de China, así como el 85% de los teléfonos celulares, el 74% del calzado, las camisas y las poleras, casi la mitad de los juguetes y el 42% de los refrigeradores, explica George Lever, gerente de estudios de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).

Pero este experto señala que «las cifras dejan ver una menor competitividad de China en nuestro mercado en los últimos dos años». La participación de las importaciones chinas dentro del total de bienes de consumo pasó de 30% en 2008 a 39% en 2013, y desde entonces no se han visto nuevos avances, mientras hay más presencia de productos de Vietnam, Tailandia e incluso Pakistán.

Con la devaluación reciente, Lever señala que esta tendencia puede revertirse dado que haría más competitivas las exportaciones chinas. Prevé que «esta fase declinante (de la economía china) puede cobrar más fuerza y sus efectos en la economía chilena no serían despreciables: se aceleraría la caída en el precio del cobre, afectaría nuestras exportaciones mineras e impactaría el ingreso nacional, los salarios reales y, naturalmente, daría lugar a mayores ajustes en el consumo de los hogares».

200 ciudades con más de 1,5 millones de habitantes

El ex embajador Luis Schmidt recomienda a los empresarios chilenos buscar más mercados y no solo visitar las ciudades de la costa, como Dalian, Beijing, Shanghai y Hong Kong, donde existe gran competencia. «En China hay más de 200 ciudades con sobre 1,5 millones de habitantes, que son poco conocidas, menos visitadas y representan gran potencial», afirma. En concreto, sugiere explorar urbes como Shenyang, que tiene ocho millones de habitantes; Chengdu, nada menos que con 14 millones; Chongqin, de 10 millones; y la ex capital Nanking, con nueve millones.

  • Concha y Toro espera crecer sobre 50% este año

Hace pocos días se supo que Concha y Toro se convirtió en la viña más comprada en el mercado chino, desplazando a la australiana Jacob’s Creek, la estadounidense Carlo Rossi, y a la española Torres, según un informe de Wine Intelligence. Y es que las ventas de esta viña han crecido en China sobre 50% en 2014 y esperan lograr este año una tasa similar, destaca Cristián López, gerente corporativo de la zona asiática.

El año pasado exportaron a China 500 mil cajas de nueve litros, siendo Casillero del Diablo la marca más vendida y reconocida de Concha y Toro. Pese a ser el mercado que más crece, es aún pequeño para Viña Concha y Toro, ya que representa el 3% del total de sus envíos. En un mercado “hiperfragmentado” como el chino, la viña chilena quiere “construir marca”.

En todo caso, la viña de la familia Guilisasti es la principal exportadora de vino chileno a China, con una participación del 13% del total del vino exportado a ese mercado.

  • Arauco comercializa allí 47% de su celulosa

“Para Arauco, es sumamente relevante estar en China, porque es el mercado más grande en términos de tamaño y el que más crece”, dice Charles Kimber, gerente comercial y de asuntos corporativos del brazo forestal del grupo Angelini. “Arauco es el mayor proveedor de celulosa para el mercado de China y un importante proveedor de madera aserrada. Poseemos una presencia en ese mercado desde hace 38 años de forma regular e ininterrumpida, lo que nos permite una relación de estabilidad y confianza”, destaca el ejecutivo. En 2014, China representó el 47% de las ventas de celulosa de la firma, destaca una presentación corporativa.

Pese a sus dificultades, Kimber destaca que China es el mercado que muestra las mayores tasas de crecimiento en el mundo en términos de consumo de celulosa, papel, maderas y tableros de madera. Por otra parte, el consumo interno de China sigue siendo bajo; por lo tanto, tiene un potencial muy interesante pensando en el consumidor final y no solo en la exportación de productos como materias primas.

La firma del grupo Angelini entrega sus productos a más de 200 compradores: desde productores de papel, fábricas de muebles, industrias de embalaje y la construcción, desde la costa de China hacia el interior de todo el país. Tras cuatro décadas allí, Kimber resalta que hoy la economía china es más grande y compleja. “Para nosotros, al principio era un mercado spot , con fluctuaciones importantes. Hoy, en cambio, es un mercado mucho más estable y demanda de sus proveedores acuerdos que se traducen en programas de ventas anuales. Eso es muy positivo”, concluye.

  • Cencosud: situación interna en China se está poniendo difícil

Cencosud, ligada a la familia Paulmann, importa desde China productos para todas sus divisiones, tiendas, supermercados y home improvements . En vestuario es donde es más relevante. “Casi la totalidad de las marcas propias de Paris, Johnson, supermercados y Eurofashion son hechas en ese país”, dicen en Cencosud, así como materiales de construcción y productos de menaje, textil hogar y muebles.

Cencosud señala que en los últimos años el gran crecimiento de la economía china he hecho que el costo de la mano de obra aumente, por lo que ha habido una presión de los precios al alza. En los últimos meses, la firma ha advertido que “los proveedores hacen grandes esfuerzos para mantener y mejorar sus precios, porque no quieren perder negocios, ya que ven que la situación interna se esta poniendo más difícil”.

  • CAP: 68,3% del mineral de hierro va al gigante asiático

Para la siderúrgica CAP, el gigante asiático es un gran cliente. De hecho, el mayor en uno de sus principales productos: el mineral de hierro. Los embarques de ese mineral en 2014 alcanzaron 9.257 millones de toneladas métricas, representando el 71,5% de los despachos totales. En el primer semestre del año en curso, los embarques llegaron a 4.301 millones de toneladas, alcanzando el 68,3% de los envíos.

Hasta ahora no han bajado las ventas físicas. En 2015, los tonelajes de despachos proyectados a China alcanzan aproximadamente 9.592 millones, es decir, 3,6% mayores que la cifra de 2014. Pero sí en valor, dado que el hierro ha bajado 31% en lo que va del año.

En cuanto a la variación del tipo de cambio chino, los ingresos de CAP Minería no se verían afectados dado que todas las ventas se realizan en dólares, señalan en esta empresa.

“Frente a las volatilidades de la economía china, la compañía seguirá en su esfuerzo de despachar productos de la mayor calidad, a un costo competitivo”, aseguran en la firma presidida por Roberto de Andraca.

  • Codelco: 40% del cobre va a ese país

Cerca del 40% de las ventas totales de Codelco va a China, que es el mercado que más compra cobre: adquiere el 45% de la producción mundial, que la usa en infraestructura y construcción y en la fabricación de todo tipo de productos eléctricos.

La minera estatal sostiene que “no ha visto disminuidas sus ventas a China ni hemos limitado los contratos a ese mercado”. Esto se debe a que Codelco opera con contratos regulares anuales. “Nuestros envíos al mercado asiático no se han visto afectados por los recientes acontecimientos en la economía china”, enfatizan.

El “efecto China” se ha notado más bien en la baja de los precios de los commodities , entre ellos el cobre. Y las señales de debilidad coyuntural en su economía impactan las expectativas y golpean negativamente la cotización, explican en Codelco. A esto se suma el hecho de que se produce un encarecimiento relativo de las importaciones de cobre por parte de China, lo que puede afectar negativamente a su demanda, informan en la empresa. “No obstante lo anterior, la devaluación del yuan significa un incentivo a las exportaciones de China y, por ende, podría tener una dimensión positiva de mayor consumo de cobre”, explican en la corporación.

 

Fuente: El Mercurio