La uva de mesa ha sido la «reina» de las exportaciones frutícolas chilenas. Sin embargo, este liderazgo se está viendo reducido. A diferencia de esta especie, los embarques de cerezas -gracias al «cosechón» de esta temporada y a una mayor demanda de China- crecieron de manera relevante en la campaña 2017-2018 y amenazan con destronar la hegemonía de la uva de mesa.
Entre septiembre del año pasado y lo que va de este mes, un total de 2,72 millones de toneladas de fruta se enviaron al extranjero, lo que representó un alza de 5,6% en comparación con igual período de la campaña anterior, según la Asociación de Exportadores de Frutas (Asoex). En tanto, de acuerdo con la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), estos embarques sumaron más de US$ 5.283 millones, monto que muestra un crecimiento de 3,1% respecto de la temporada 2016-2017.
Parte importante del crecimiento en el valor exportado se explica por el explosivo incremento en los envíos de cerezas. En el período que está próximo a finalizar, las ventas de esta especie al extranjero acumularon más de US$ 1.062 millones, cifra que reveló un aumento de 56,5% en valor. En volumen, el avance es aún mayor, ya que la cantidad exportada casi se duplicó.
El ministro de Agricultura, Antonio Walker, destacó el crecimiento en la exportación de frutas y calificó de «impresionante» lo ocurrido con las cerezas. Eso sí, sostuvo que es esencial diversificar los destinos para no depender solo de las ventas a China. «Es necesario invertir en otros destinos y destinar parte del volumen hacia Brasil, Europa y otros mercados de Asia. Pese a no captar el dinero que se gana en China, será una ganancia en el largo plazo», afirmó.
El presidente de Asoex, Ronald Bown, también subrayó el crecimiento de las exportaciones de fruta y manifestó que el alza se explica, principalmente, «por las mejores condiciones climáticas que permitieron retomar los niveles de producción y a la entrada en producción de nuevas plantaciones». Además, detalló que los embarques tuvieron un crecimiento significativo en Asia, con un 30,4% de aumento en los volúmenes, y en Europa, que creció 9,6%. A su vez, puntializó que hubo leves caídas en los mercados de Estados Unidos, Latinoamérica y Medio Oriente. Acentuó que en esta temporada se hizo un especial esfuerzo en apertura de mercados y promociones.
Pese a que sigue en el primer lugar de los embarques frutícolas chilenos, la uva de mesa tuvo una caída de 11,1% en su valor exportado. El presidente de la Federación de Productores de Fruta (Fedefruta), Jorge Valenzuela, señaló que la presente campaña está siendo compleja para esta especie en términos de liquidaciones. «El volumen sigue siendo alto en el país y los productores están en proceso de recambio varietal», señaló. Asimismo, destacó los altos valores obtenidos por los productores de cerezas y expuso que en la temporada se generaron todas las condiciones ideales para este fruto. Consultado sobre la posibilidad de que las cerezas lleguen a superar en valor a la uva de mesa en la próxima campaña, Valenzuela aseveró que aún es muy aventurado.
En cuanto a la uva, el ministro Walker manifestó que Perú se ha tornado un duro competidor para los productores chilenos. Por lo mismo, el objetivo es tener huertos más precoces y con mayor densidad en el país. Además, ve necesario no solo hacer un recambio varietal en la uva de mesa, sino que realizar un recambio desde la agricultura tradicional a la fruticultura en el sur del país.
Con las cerezas, las frutas que mejor se comportaron fueron las ciruelas, los arándanos y las paltas. En tanto, además de la uva de mesa, hubo caídas en peras, kiwis y nueces, entre otras.
«Junto a la reconversión de ciertas variedades, también necesitamos huertos más precoces y productivos para aumentar la densidad de cultivo».
ANTONIO WALKER
MINISTRO DE AGRICULTURA
«Una de nuestras promociones importantes fue la de cerezas, que no solo es única por tener una inversión de US$ 5 millones (…), sino que también por los resultados que se obtuvieron».
RONALD BOWN
PRESIDENTE DE ASOEX
«Necesitamos tener una política de Estado en materia de aguas. No podemos depender que un año sea lluvioso y otro no».
JORGE VALENZUELA
PRESIDENTE DE FEDEFRUTA
Fuente: El Mercurio