Las nuevas sanciones sobre Irán y Rusia limitan el crecimiento del mercado de contenedores

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La decisión de Estados Unidos de retirarse del pacto nuclear con Irán deja en una difícil posición al resto de países, que podrían convertirse en sus enemigos “si continúan negociando con su enemigo“, tal y como explica el último informe de la consultora Drewry.

La amenaza de sanciones secundarias del país norteamericano por seguir haciendo negocios con Irán llevará a las empresas a atender las demandas del mercado de mayor tamaño. Uno de los primeros ejemplos lo han protagonizado Maersk Line y MSC, que no aceptarán más reservas ni pagos de nadie que figure en la lista de sancionados de Estados Unidos.

La situación no supondrá un gran problema para las compañías estadounidenses, dado que América prácticamente no negocia con Teherán. Sin embargo, la Unión Europea ha aumentado sus contactos con el país asiático desde que finalizaron las sanciones en el año 2016.

Cuando se impusieron sanciones a Irán a principios de 2012, el impacto en el transporte de contenedores fue instantáneo. El tráfico portuario en el país descendió un 18% y para 2015, había caído ya un 36%.

Rusia ha sufrido un proceso similar desde que en 2014 los países occidentales le impusieran sanciones financieras ante la anexión de Crimea y la guerra de Ucrania. Su tráfico portuario cayó en picado en 2015, concretamente un 26%, aunque fue un descenso de menor duración que el sufrido en el caso de Irán, ya que supo adaptarse mejor a las restricciones impuestas y en 2016 su tráfico volvió a repuntar.

En abril de 2018, Estados Unidos ha propuesto extender las sanciones rusas y prohibir hacer negocios con determinados individuos y empresas, una idea compartida por la Unión Europea. Estas nuevas limitaciones han puesto de relieve las crecientes tensiones de Rusia con los países occidentales y suponen que el fin de este tipo de medidas aún está lejos.

Potencial de crecimiento futuro

En lo que respecta al comercio mundial de contenedores, la recuperación de Irán y Rusia solamente ha generado beneficios marginales a la demanda global en 2017. La consultora estima que el tráfico portuario iraní ha aumentado en 580.000 TEUs, mientras que la de Rusia se ha incrementado en 630.000.

De forma aislada suponen un crecimiento significativo, pero combinadas suponen únicamente el 3% de los 44 millones de TEUs adicionales que se han movido a lo largo del año en el entorno portuario. Por tanto, el riesgo que implican las nuevas sanciones afecta principalmente al potencial de crecimiento futuro.

Ni Irán ni Rusia han logrado recuperar aún los niveles de tráfico previos a las sanciones. Los 2,95 millones de TEUs movidos por Irán conforman el 91% del récord alcanzado en 2011, mientras que los 4,55 millones de TEUs manipulados en Rusia suponen el 87% de sus elevadas cifras de 2013.

Si no hubieran recibido esas sanciones y hubieran mantenido sus cifras de crecimiento anual, se hubieran convertido en actores mucho más significativos del mercado mundial de lo que son hoy en día.

En ese escenario, según los cálculos de Drewry, Irán hubiera movido en 2017 tres veces más contenedores y Rusia hubiera multiplicado su cifra por 1,6. De forma conjunta, hubieran aportado 8,7 millones de TEUs adicionales al tráfico mundial.

 

Fuente: Cadena de Suministro