Luego de 10 días movilizados, la Asociación de Funcionarios de Aduanas (Anfach) decidió deponer el paro y retomar las negociaciones con el Gobierno. La decisión del gremio se dio horas después de que el Ministerio de Hacienda emitiera un comunicado donde reafirmaba su disposición a negociar y a cumplir el acuerdo firmado en noviembre del año pasado. Además, aceptó retirar su propuesta presentada el 22 de mayo -lo que ya había sido solicitado por los funcionarios- y retomar las conversaciones a partir de la propuesta que presentó Anfach el 4 de mayo, a través de la cual se presentaría una nueva contrapropuesta para discutir.
Marcelo Reyes, presidente de los funcionarios de Aduanas, señaló que la razón de finalizar la movilización fue que «el Gobierno se comprometió a cumplir los acuerdos, que es lo que nosotros hemos estado sosteniendo durante este paro nacional y principalmente porque pese a que el Gobierno en un principio rechazó nuestra propuesta, esta será la base sobre la cual se construirá el nuevo proceso».
Uno de los efectos de la movilización del gremio aduanero fue la remoción de los directores regionales de Aduanas de Arica, Los Lagos y Magallanes. Pese a que los dos últimos fueron elegidos por concurso de Alta Dirección Pública, se les solicitó abandonar sus cargos en medio del paro nacional, argumentando «pérdida de confianza».
En Arica, aunque el destituido director regional, Roberto Romero, atribuyera su salida a problemas de salud, según dirigentes de Aduanas de Arica habría incidido el quiebre con los trabajadores. «Se le sumó que la Dirección Nacional de Aduanas enviara a Arica a ocho funcionarios -seis de Valparaíso y dos de Iquique- para reforzar turnos éticos durante el paro, en áreas como los pasos fronterizos de Chacalluta y Chungará», indicó Juan Alfaro, dirigente de los trabajadores.
Tanto en Magallanes como en Arica ya hay reemplazantes designados. En el caso de Los Lagos, técnicamente Jorge Figueroa sigue en el cargo, ya que logró que la Corte de Apelaciones declarara admisible un recurso de protección que presentó para impugnar la medida.
Respecto de las pérdidas, en un balance preliminar entregado por diversos gremios productivos de Arica, estas serían cercanas a los US$ 10 millones, siendo los principales sectores afectados el comercio y el transporte.
En Los Lagos, donde la mayor exportación la registran los productos pesqueros, no hay todavía una estimación en números: «El daño siempre es incuantificable, pero el mayor es siempre de imagen y credibilidad para cumplir los contratos. Y especialmente en el caso del pescado fresco. Si no somos capaces de cumplir con los contratos, el cliente no tiene cómo dar salmón», señaló el presidente de SalmonChile, Felipe Sandoval.
Fuente: El Mercurio