Producción de salmones se mantendría en niveles altos en 2016, pese a bajos precios

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La tormenta de bajos precios y altos costos de producción aún está lejos de pasar para la salmonicultura chilena.

El escenario es duro: las empresas del sector exhiben números rojos en su última línea, los precios han bajado en los mercados de destino y Noruega, su principal contendor, ha elevado su competitividad por la depreciación de su moneda (corona). En Chile, los altos costos de producción atormentan a las compañías: por cada kilo que producen, pierden un dólar, según comentan fuentes del sector.

Pese a todos estos factores, que juegan a favor de un repliegue en términos de volumen de producción, ésta se mantendrá relativamente estable en 2016, esto es, en torno a 800 mil toneladas. Según un informe que preparó el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) para «El Mercurio», se estima que en 2016 la producción total sea de unas 781 mil toneladas, cifra muy similar a las 801 mil que se proyectaron para este ejercicio.

Por especie se espera que el salmón atlántico (salar) dé un gran salto, hasta unas 701 mil toneladas (ver infografía), versus las 576 mil estimadas para este ejercicio. El leve retroceso en el volumen total, cercano a 20 mil toneladas, se explicará entonces por la disminución del coho a menos de un tercio, y la menor producción de trucha, que caerá en 52%.

El director nacional de Sernapesca, José Miguel Burgos, dijo que los malos resultados sanitarios de especies como la trucha explicarían la menor producción de este tipo de salmón.

A su vez, la autoridad reconoció que desgraciadamente «la industria atraviesa un tema de costos que ha coincidido con probablemente el precio más bajo histórico de los últimos años del salmón atlántico en Estados Unidos».

No obstante, no todas son malas noticias para el sector. Burgos afirmó que la especie atlántico no se vería afectada, porque su precio ha subido en Rusia, lo que ayudaría a compensar la baja en otros mercados.

Baja en la producción

El ciclo de producción del salmón atlántico -la principal especie que cultiva la industria local- se extiende por unos 18 meses. Es por ello que, si bien varias empresas han decidido tomar acciones concretas para paliar los efectos negativos que una gran producción y oferta tendrían sobre el precio en los mercados internacionales, la cosecha para 2016 ya está «jugada».

Entre las firmas que recortarán su producción en el país figuran la noruega Marine Harvest con una reducción a la mitad, y Salmones de Chile, empresa del Grupo Errázuriz, operará al mínimo: recortó su régimen desde unas 25 mil toneladas anuales que registra desde hace un par de años, a unas seis mil por ejercicio.

Pero esta disminución en la oferta se verá reflejada, según señalaron en distintas empresas, marginalmente en la última parte del próximo año y más fuertemente en 2017, lo que confirmó Sernapesca.

Esta reducción de oferta podría impulsar una eventual mejora de los precios internacionales y, por ende, de la caja de las compañías del rubro, estimaron en el mercado.

Además de la corrección de los precios, Burgos recordó la importancia de los anuncios del Gobierno que apuntan a enfrentar la situación sanitaria de esta industria. Añadió que lo que busca fundamentalmente el programa que impulsa el sector público es vincular de mejor manera el rendimiento sanitario de los centros de cultivo, con el volumen de peces que se van a sembrar en cada área.

En este sentido, el director de Sernapesca expresó que la idea es que los centros y los barrios produzcan de acuerdo con su real potencial sanitario. Esto tendría efectos positivos importantes en la salud de los peces y en el manejo de costos que la industria está enfrentando a raíz de situaciones sanitarias complejas que consumen importantes recursos.

Fuente: El Mercurio