Hace poco más un año el consorcio TVS, conformado por la empresa chilena Sigdo Koppers y la firma China Railways Group (CREC) presentaron al gobierno, bajo la administración de Michelle Bachelet, un proyecto de tren rápido Valparaíso-Santiago, iniciativa de US$1.600 millones, sin subsidios, que decidieron tramitar a través de la Ley General de Ferrocarriles de 1931, ante el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT).
Sin embargo, el gobierno de Sebastián Piñera optó porque este proyecto sea realizado mediante Ley de Concesiones de Obras Públicas.
Aunque tras el anuncio que el propio mandatario hizo en octubre del año pasado se zanjaron ciertas dudas respecto al camino que deberá seguir para concretarse este esperado proyecto, pocos avances ha tenido la iniciativa.
Hasta ahora, el consorcio TVS ingresará este mes como una iniciativa privada al Sistema de Concesiones de Obras Públicas el proyecto, para que se someta a análisis del Consejo de Concesiones, entidad de carácter consultivo del MOP, y sea declarada o no de interés público. Ahí, finalmente se podrá dar paso a los estudios de factibilidad. Esto significa que aún le queda un largo camino por recorrer.
El gerente general de TVS, Álvaro González, cuenta que tras un año de haber presentado el proyecto al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, finalmente recibieron una respuesta formal de la cartera liderada por la ministra Gloria Hutt. “Con esto nos damos por enterado formalmente que tenemos que ingresar el proyecto al MOP. Estamos trabajando para en los próximos días presentarla como iniciativa privada como nos pidió el gobierno”, señala. Sus dudas ahora apuntan a los tiempos de espera para que sea declarada de interés público. Espera prontamente comenzar el trabajo técnico, generar un proyecto de ingeniería, que dé paso a las bases para un llamado a licitación. “No tenemos miedo a competir”, asegura.
Surge la competencia
En paralelo, comienzan a surgir otros interesados en su desarrollo. Entre ellos dos empresas italianas, que durante los últimos meses del año pasado declararon su interés por la iniciativa ante distintas autoridades.
Se trata de las compañías italianas Gruppo Ferrovie dello Stato Italiane, empresa nacional de ferrocarril de ese país, y Salini-Impregilo, la firma constructora más grande en Italia. Ambas tienen la intención en participar de un proyecto de estas características.
En noviembre pasado llegaron hasta el Ministerio de Obras Públicas, para reunirse con Juan Andrés Fontaine, altos ejecutivos de Salini-Impregilo, acompañado del embajador de Italia en Chile, Mauro Battocchi, con el objetivo de conocer detalles del tren rápido a Valparaíso.
Battocchi también acompañó en otras reuniones con autoridades chilenas a altos representantes del Gruppo Ferrovie dello Stato Italiane por la misma materia. Consultado por el tema, desde la Embajada de Italia en el país confirmaron estos encuentros y reconocieron el interés de las firmas en el tren de alta velocidad entre Valparaíso y Santiago.
Fuente: Pulso
