Con la finalización de la losa y el alineamiento en los primeros 160 metros del sitio de atraque Nº1, la Empresa Portuaria Iquique (EPI) cumplió con el 72% de avance de las obras de la segunda etapa de reconstrucción del Terminal Molo.
El gerente de Operaciones de EPI, Rubén Castro junto al equipo de profesionales de las áreas de operaciones e ingeniería verificaron el avance durante una inspección técnica de las obras ejecutadas por la empresa Consorcio Constructor de Cantabria.
“El proyecto contempla una losa montada sobre pilotes pre excavados de hormigón que permitirá alinear el Frente de Atraque Nº1 en una extensión de 400 metros. Además, quedará en condiciones estructurales para una futura ampliación del terminal y la capacidad para instalar equipos de transferencia de última generación”, explicó Castro.
Asimismo, Castro indicó que las obras se están realizando en dos fases con el objetivo de mantener siempre despejada un área para la atención de naves asegurando así la operatividad del terminal. En esa línea, afirmó que “la constructora cumplió correctamente con la primera fase del proyecto, nos devolvió 7.000 m2 de superficie del Terminal Molo y se trasladó al siguiente sector en el cual se encuentran trabajando”.
INGENIERÍA Y PROYECTOS
Las obras se han ejecutado de acuerdo con lo indicado en el proyecto, aseguró el subgerente de Ingeniería y Proyectos de EPI, Juan Barboza, quien además dijo que “el trabajo se ejecuta en 308 días corridos y a la fecha se están cumpliendo los plazos establecidos”.
Actualmente, el muelle se habilitó operacionalmente desde la bita 1 a la 6. En dicho tramo se instalaron nuevas bitas de 150 toneladas, “ahora contamos con más capacidad de carga en comparación a las anteriores que soportaban 100 toneladas”. Además, “ya se han instalado 50 pilotes pre excavados de hormigón de un total de 68. En dicho proceso destacó el trabajo que se ha realizado tanto en la superficie del terminal como en el subsuelo marino y que ha contado con un avanzado despliegue de profesionales “sin duda, es un trabajo desafiante, pero de alta calidad técnica”, puntualizó Barboza.
En agosto de este año se proyecta el término de las obras con una inversión cercana a los US$15 millones. El trabajo constituye la continuación del proceso de reconstrucción iniciado tras los terremotos del 1 y 2 de abril de 2014.
