Envíos silvoagropecuarios anotarían US$ 14.228 mills. este año, su menor nivel desde 2010

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El clima impactó fuertemente a las frutas, y los productos forestales se están viendo afectados por menores precios. En términos de mercados, Asia es el único que registra avances.

Los factores internos -principalmente el impacto climático y la incertidumbre en el país- terminaron por pasarle la cuenta al sector silvoagropecuario. De hecho, sus envíos cayeron 4%, registrando una disminución de US$ 332 millones en la primera mitad de este año, y los retornos totalizarían los US$ 14.228 millones en 2016, según un reciente estudio de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA). Esto se traduciría en el nivel más bajo de ventas del sector desde 2010.

El informe reveló que la caída en el valor total de los embarques afectaron en particular a las exportaciones agrícolas, en especial a la fruta fresca -que fue impactada fuertemente por el clima- exhibiendo una pérdida de casi US$ 170 millones. La baja generalizada en los precios promedio de los productos forestales también incidió en los menores envíos, con cerca de US$ 100 millones menos. A esto se agrega también la caída de las exportaciones pecuarias que se redujeron en más de US$ 60 millones en los primeros seis meses del actual ejercicio.

Con ello, la SNA advirtió a través del estudio que 2016 sería el segundo año consecutivo de contracción de las exportaciones, luego de 15 años de sostenido crecimiento -con la sola excepción del 2009 por el episodio de la crisis subprime. La gerenta de Estudios de la SNA, Ema Budinich, señaló que a partir de 2009, luego de esa fuerte caída, se produjo un repunte importante de las ventas del sector, alcanzando un peak de US$ 16 millones, cifra muy superior a la actual.

Budinich estima que, pese al potencial que tiene, el rubro actualmente está estancado. «El tema es el estado de ánimo que hay para recuperar el crecimiento y eso no es solo sobrevivir, es también recuperar el ritmo de inversión», sostuvo. Añadió que reformas como la del Código de Aguas y la laboral son cambios que preocupan profundamente al sector, puesto que no hay claridad sobre cómo operará la actividad en el futuro.

 

Fuente: El Mercurio