La profunda crisis que enfrenta el sector salmonero -en varios ámbitos- ahora también se está instalando dentro del gremio que agrupa a las principales compañías acuícolas locales. Esto, porque, por primera vez, la filial chilena de la mayor salmonera del mundo, Marine Harvest, decidió poner fin a su participación dentro de SalmonChile.
Al respecto, la compañía señaló: «Marine Harvest y SalmonChile no están de acuerdo sobre cómo este importante sector de la industria chilena debe avanzar y mejorar en el futuro. Por lo mismo, será mejor para ambas partes que terminemos nuestra membresía».
Esta no es la primera vez que una gran salmonera decide marginarse. Razones similares -también ligadas a decisiones en materia sanitaria- llevaron a AquaChile a renunciar a SalmonChile en 2010, aunque regresó a la mesa directiva en 2013.
La empresa criticó el accionar del gremio durante la emergencia del Florecimiento de Algas Nocivas (FAN), que remeció a la industria en marzo pasado. «Estoy decepcionado por la manera en que SalmonChile manejó la crisis tras el bloom de algas a inicios de este año», manifestó el gerente general de Marine Harvest Chile, Per-Roar Gjerde. Añadió que como empresa les habría gustado mayor eficacia en la estrategia para enfrentar la crisis por parte del gremio.
Producción más estable
Sin embargo, la principal discrepancia que existe entre ambas partes, en torno a los temas que están marcando la agenda del sector, se refiere a los cambios que se están impulsando en materia sanitaria. Gjerde reconoció que durante años el sector ha sido afectado por períodos de crisis, lo que, a su juicio, se explica principalmente por «una producción inestable y a precios fluctuantes». En este contexto, advirtió: «Las regulaciones que quiere impulsar el Gobierno de Chile van por el camino equivocado; solo incrementarán los costos y los riesgos de la industria salmonera, sin resolver el problema de fondo». Para el líder de la filial de la mayor firma acuícola del mundo, la industria local necesita regulaciones más profundas y estrictas, que sean predecibles y permanentes.
«Vemos que SalmonChile no comparte nuestra visión de las regulaciones necesarias para hacer sustentable la producción de salmón en el país», añadió el ejecutivo. Es por ello que la firma sigue insistiendo en que la senda correcta es la que proponen como empresa, lo que permitiría, a su juicio, tener regulaciones más profundas, inteligentes y de fácil fiscalización. Para lograrlo, la compañía propone, en primer lugar, decidir una biomasa total sostenible de salmón para todo el país (por ejemplo, 400 mil toneladas). Luego, apuesta porque se divida esa producción máxima autorizada en las 1.300 licencias que existen en Chile, con lo que se llegaría a un total de 308 toneladas por licencia. Finalmente, plantea separar las unidades de producción de las licencias. Con ello, Marine Harvest afirma que se reduciría la cantidad de sitios porque se podrían agrupar unidades productivas, interviniendo menos espacios. De esta manera, existiría una mayor distancia entre unidades de producción, además de mejorar los indicadores biológicos con crecimiento máximo de 3%.
Pese a estas preocupaciones, la compañía anticipó que no tienen intenciones de salirse del negocio local y que las reducciones que ha experimentado su producción responden a la idea de operar con volúmenes sustentables. «Chile es el segundo país productor de salmón en el mundo y para Marine Harvest es importante estar presente aquí», dijo el ejecutivo.
Fuente: El Mercurio
Marine Harvest renuncia a SalmonChile por discrepancias ante crisis y cambios a regulación https://t.co/0M7k76Ki7A https://t.co/oCbcrycZ4y