Listo para iniciar la fase de construcción, que partirá por la pila central, apoyada sobre la Roca Remolino en el centro del canal de Chacao, está el proyecto de puente colgante que unirá la Isla Grande de Chiloé al continente, el que tendrá 2,5 kilómetros de extensión.
En las últimas horas, la inspección fiscal y la asesoría de la inspección fiscal aprobaron el estudio de diseño e ingeniería de detalle de la pila central del proyecto presentado por el Consorcio Puente de Chacao, que lidera la coreana Hyundai, lo que determinará que la construcción partirá por la pila central en que se apoyará la estructura.
Concluye así una fase que se ha prolongado por casi dos años y que en el Ministerio de Obras Públicas han reconocido que se alargó por el efecto del fallido puente Cau Cau. «Cada plano y cada estudio tiene que llevar la firma de cada ingeniero que los revisa», explica una fuente.
Fueron más de 500 observaciones que se hicieron a los proyectos originales, que sumaban 1.190 planos y 358 informes técnicos en un grueso dossier entregado en agosto de 2015.
Revisiones que a la enorme variedad de estudios geológicos, topográficos, sísmicos, de profundidades, erosión, que incluyeron modelaciones en el túnel de vientos, entre otros, se sumó una completa revisión de los registros sísmicos en un radio de 500 km en torno al emplazamiento del viaducto.
Un catálogo de sismos que incluye períodos históricos, anteriores a 1906, y con datos instrumentales desde 1906 hasta finales de 2013. Se contabilizaron 21.070 sismos de profundidades entre 0 a 600 km.
La mayor preocupación del proyecto, reconocida por los ingenieros coreanos en entrevista con «El Mercurio», es la posibilidad de un terremoto durante la construcción del puente, sobre todo porque los estudios anteriores a la licitación no incluían el efecto del 27-F.
Ahora los últimos estudios, entregados el miércoles, confirmaron que los diseños garantizan que el puente tiene características antisísmicas que permiten asegurar que en 130 años no se produciría un terremoto que dañe la estructura.
La revisión identificó dos fuentes sísmicas, una de subducción, que corresponde al movimiento de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana, que originó los megaterremotos de Valdivia, en 1960 (9,5 Richter), y Maule, en 2010 (8,8 Richter).
La otra fuente es la cortical, asociada a las fallas ubicadas en el Golfo de Ancud y la de Liquiñe-Ofqui.
El estudio advierte que durante la fase de explotación del puente, o sea cuando ya esté en operaciones, los mayores riesgos estarán en los vientos (aunque el diseño está hecho para resistir rachas de 200 km/hora) e incluso el choque de embarcaciones, dado el intenso tráfico naviero que tiene el canal.
Respecto del estado del consorcio, por los problemas financieros de OAS, que en Brasil se declaró en quiebra, una junta de acreedores en ese país habría aprobado la venta de su participación (49%) a Hyundai, que ya tiene el 50%. El 1% pertenece a empresas francesas y noruegas.
ANTECEDENTE
El terremoto de Melinka será considerado para ajustar los modelos en la fase de construcción.
Fuente: El Mercurio