Carteles usan puertos para «blanquear» rutas y reexportar la droga

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En menos de cuatro meses casi 550 kilos de clorhidrato de cocaína, embarcados en los puertos de Valparaíso y San Antonio y cuyo destino final eran otros continentes, fueron descubiertos producto de fiscalizaciones aduaneras y trabajo de inteligencia policial en los terminales marítimos.

En octubre pasado, 150 kilos del alcaloide fueron detectados en una nave que arribó a Chipre y cuyo puerto de origen era Valparaíso. Una operación similar, realizada por la misma empresa que enviaba un contenedor con generadores de energía destino a Jordania, en el Medio Oriente, cuya carga fue fiscalizada en San Antonio, permitió incautar 397 kilos de la droga, con avalúo comercial que bordea los 32 millones de dólares.

El trabajo conjunto del Servicio Nacional de Aduanas y la PDI, permitió al Ministerio Público desarticular una red de narcotráfico internacional, constatando que los carteles extranjeros utilizan los puertos de la región para «reexportar» la droga proveniente de otros países de Sudamérica. De esta forma, grandes organizaciones criminales buscan eliminar rastros respecto del origen de los embarques, siendo Chile una recurrida ruta para esta operación.

El fiscal de la Unidad Regional Antinarcóticos que investiga los hechos, Víctor Ávila, comentó que, en ambos casos, se emplearon generadores de electricidad para esconder la droga en los compartimentos donde va la carga de combustible, depositando los ladrillos de cocaína.

«Al revisar el container y su documentación se constató que eran tres generadores de idéntica naturaleza, se pasaron por el escáner y se detectó el ocultamiento en los estanques de combustible», detalló el persecutor sobre el millonario procedimiento realizado en San Antonio.

En ambos casos la carga salió desde Ecuador con destino a Chile. «Ahora el destino final era Jordania, la que sale desde San Antonio, ello explica el cambio de puerto», comentó sobre la ruta utilizada.

Logo identificatorio

En este último operativo llama la atención que todos los ladrillos llevaban un llamativo logo con la palabra «Kiwi». El fiscal Ávila explica que «las organizaciones criminales internacionales, principalmente de Perú o Colombia, que tienen más bien un carácter transnacional, son empresas que tienen una marca y una calidad de producto. Ese logo significa la marca del proveedor de la droga, cosa que el adquirente sepa que corresponde a determinado tipo y calidad, y le garantiza el producto que está comprando. Es un logo empresarial del traficante en el origen de la droga».

Una de las preocupaciones de los organismos fiscalizadores es «examinar los puertos, principalmente porque al salir los embarques desde Chile, los puertos finales creen que necesariamente los cargamentos vienen desde Chile», argumentó el fiscal.

En ambas diligencias se estableció que la misma empresa exportadora chilena y el proveedor de los generadores ecuatoriano estaban implicados en la operación ilícita. «La empresa chilena, Importadora y Distribuidora Orrego Limitada, con domicilio en Santiago, realizaba labores de reexportación», añadió.

«No podemos cerrar los ojos y pensar que por los puertos chilenos no saldría droga. Sabemos que puede ser una ruta obvia de reexportación de mercancía ilícita, por lo tanto hemos acentuado reuniones con la Directemar y la policía de Aduana, porque ellos son los que tienen facultades en la zona primaria del puerto. Sabemos que nuestros puertos pueden ser reutilizados como vía de reexpedición de la droga y eso nos obliga a estar más atentos en aumentar la coordinación», resaltó el fiscal jefe regional, Pablo Gómez.

Revistas de fondeo

Consultado por la permeabilidad de los puertos nacionales debido a su empleo por parte de carteles del narcotráfico, el director nacional (s) de Aduanas, Javier Uribe, comentó que «siempre hay riesgo en esta materia, por la ubicación estratégica y geográfica que tiene Chile, se ha empezado a utilizar quizás un poco más la ruta, pero estamos reaccionado a tiempo. Como Aduana hemos intensificado y di las instrucciones, el año pasado, para aumentar las revistas de fondeo, es decir las subidas a barcos y buques, coordinados con Directemar, de tal manera de revisar las embarcaciones y los contenedores, lo mismo con los buques de pasajeros. Estamos potenciando el trabajo de análisis e inteligencia no solo en las fronteras, sino que particularmente en los puertos».

El jefe de la V Región Policial de la PDI, Luis Bravo, destacó que, desde el año pasado, se trabajó en esta investigación de narcotráfico que involucraba a los puertos de la zona, donde participaba una empresa chilena dedicada a la importación de productos de procedencia china y registraba dos envíos a Medio Oriente. «El análisis criminal y la inteligencia policial nos llevó a determinar, y por intermedio del Servicio Nacional de Aduanas ya se había dado la alerta, de esta empresa chilena que hacía una tercera exportación a Medio Oriente, aplicando todos los protocolos para detectar el container y la forma de ocultamiento de esta droga», explicó la autoridad policial.

Bravo aseveró que «la droga no solo ingresa a Chile por la vía terrestre, sino también por la vía marítima. Para nosotros es de suma relevancia seguir investigando este tipo de delitos», y subrayó que la coordinación con los distintos estamentos es fundamental para detectar este tipo de ilícitos.

Fuente: El Mercurio de Valparaíso