Hace tres semanas que el estadounidense Phil Buck llegó a la ciudad desde La Paz junto a la Viracocha III, más algunos voluntarios y su fiel perro «Chuño». Un quiltro que vagaba sucio por las calles paceñas y que hoy es parte de la vigilancia de la casona que está en plena restauración para ser un museo de la Viracocha III.
«Una noche lo vimos botado, sucio, pero era tan simpático que nos siguió a la casa y de agosto del año pasado que está con nosotros. Tenía una nariz de chuño, por eso le pusimos ese nombre y nos vinimos todos a Arica, pero cuando zarpemos un amigo cuidara de Chuño, porque le tiene miedo al agua», contó Phil Buck mientras recorre las instalaciones de la casona, donde ya habilitaron una cocina y algunas habitaciones, donde duermes 7 personas, más otros voluntarios que van llegando cada semana.
Nuevos tripulantes
Por ejemplo, este fin de semana Phil espera la llegada de algunos tripulantes de Inglaterra, Bolivia y Canadá.
«La gente es muy amable, nos ha coperado mucho y también tengo conmigo a un ex tripulante ariqueño que fue parte de la viracocha 1, 2 y 3 y ahora nos está ayudando. Pero vendrán más tripulantes este fin de seman, viene una mujer y dos hombres más para ayudar, y ya hay como 20 personas trabajando con nosotros» , contó Phil Buck.
Resguardo
Por ahora, los voluntarios terminaron de contruir el cierre perimetral para resguardar a la Viracocha III, mientras otros terminan de acondicionar la casona para montar el museo. Después de todo, eso comenzarán con los trabajos de la balsa de totora.
«Ahora hay 7 personas viviendo en la casa, yo me alojo aquí, porque tengo que cuidar la balsa, pero también tengo un guarda de noche que junto a Chuño vigilan todo. Aquí ya tenemos cocina, comedor y otras cositas», añadió el estadounidense que agradeció el cariño de Arica.
Trabajos en balsa
La próxima semana se espera que comienzen con los trabajos en la balsa y para ellos utilizarán una grúa para levantar la inmensa estructura, donde trabajarán constructores de totora del Lago Titicaca.
«Ellos arreglarán el casco que está chueco, harán la proa y la popa más grande. Después nosotros haremos la casita y el timón, el mástil y todo lo demás», comentó Buck.
Para el día del zarpe, Phil espera que más de 3 mil personas puedan apreciar la partida de esta inmensa balsa que espera cruzar el Pacífico hasta llegar a su destino: Sidney, Australia.
20 de mayo, será el zarpe de esta embarcación, muy cerca desde donde zarpó la Viracocha I.
Fuente: Estrella Arica
