Un total de 29.838 toneladas de arándanos frescos fueron las que se exportaron desde la Región del Biobío hacia los mercados internacionales durante la temporada 2016-2017, un 20% más que la campaña anterior, que registró 24.824 toneladas del fruto.
Este escenario sigue la línea con lo acontecido a nivel nacional, pues en total, la industria envió 103.144 toneladas de arándanos chilenos a diversos destinos, superando en un 12,9% lo enviado la campaña pasada, y sobrepasando lo proyectado por el Comité de Arándanos a principios de la temporada.
¿La razón? Una de ellas fue el aumento de la superficie plantada y la renovación de variedades por aquellas con mayor productividad, lo que ha comenzado a impactar en el volumen exportado. Además, las condiciones de mercado permitieron extender la temporada y los despachos más allá de lo estimado por el Comité.
Para Andrés Armstrong, director ejecutivo del Comité de Arándanos de Chile, hay otra razón más fundamental. «Probablemente, el factor más relevante fue el bajo precio del congelado que presionó el aumento del volumen de fresco, tanto en convencional como orgánico, pero especialmente los orgánicos que hasta la temporada pasada encontraron mejores condiciones de precio en el mercado de congelados».
Con este aumento, la Región del Biobío elevó su participación en la exportación total de arándanos respecto de la temporada pasada, pues pasó de tener el 27% al 29% de la torta de envío de este fruto. Así, el Biobío mantiene el subliderazgo en el envío de arándanos del país, detrás del Maule.
Sin festejos
El adelanto de hasta cuatro semanas en el inicio de las semanas peak que experimentó esta temporada fue un hecho sin precedentes, y que según Armstrong los dejó con una ingrata sensación.
«No fuimos capaces de predecir y alertar esta situación que impactó los procesos de cosecha, empaque y logística. Por otro lado, nos encontramos con volúmenes crecientes provenientes de México y, principalmente, Perú en un mercado sin actividades de promoción, pues habitualmente no están consideradas para esas fechas. Todo esto provocó la generación de stocks sin la velocidad de movimiento necesaria, presionando los precios a la baja», indicó Armstrong.
A pesar de esto, luego de las semanas peak adelantadas, y con una actividad promocional más fuerte, los volúmenes se mantuvieron sobre las 6 mil toneladas. «Esto normalizó el movimiento de la fruta y mejoró algo la situación de precios», señaló el director ejecutivo.
A esto se suma el normal término de temporada que tuvieron los arándanos este 2016-2017, lo que prolongó la oferta de fruta chilena en los mercados.
La oferta creciente de otros países se hizo sentir con fuerza esta temporada, lo que se evidenció no sólo en el aumento de la oferta semanal y su impacto en las condiciones comerciales, sino que también en la condición de llegada de la fruta nacional en comparación a la extranjera.
Fuente: El Sur