En el puerto de San Antonio son habituales los embarques de frutas y de vehículos, pero no de pasajeros, ni menos de naves turísticas. Por ello, ese recinto tuvo una jornada histórica el 25 de abril pasado, al recibir a su primer crucero, el «Norwegian Sun», con 3.400 visitantes. El hito fue una consecuencia de los conflictos protagonizados por trabajadores portuarios de Valparaíso, quienes entorpecieron los procesos de desembarque, lo que motivó reclamos y la solicitud de garantías escritas sobre la operatividad del recinto.
Un episodio que marcó la temporada 2016-2017, la que en general finalizó con cifras negativas: mientras las recaladas cayeron 4% respecto del período 2015-2016, también disminuyeron los pasajeros (6%) y tripulantes (9%) en costas chilenas.
«Existen ciclos con compañías navieras que vienen tres y luego cuatro o cinco veces, y luego vuelven a tres veces. En esta temporada, la naviera NCL, la misma que llevó al «Norwegian Sun» a San Antonio, envió seis cruceros menos a Chile, dejando de ocupar 12 puertos chilenos. Eso es porque se quedó en Brasil, donde está explorando nuevas rutas», explica Claudio Nast, gerente de la compañía operadora de cruceros DMC.
Pero admite que lo ocurrido en la V Región es una luz de alerta: «Por eso es tan peligroso que nos portemos mal, porque en una de esas se quedan allá».
Preocupación
La inquietud también se expandió a otras regiones. «Se daña al destino Chile, no necesariamente solo a Valparaíso, que se puede convertir en un sitio poco atractivo de visitar», indica Carlos Stange, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Puerto Montt. «Puede tomar un tiempo largo después recuperar esas confianzas. Los turistas buscan lugares tranquilos y dejan de preferir aquellos donde hay conflictos», agrega.
Según estadísticas de la Corporación de Puertos del Cono Sur, en 8 de 13 terminales en los que arriban cruceros hubo caídas en las recaladas, las que fueron lideradas por Iquique (-66,7%), Antofagasta (-57,1%) y Valparaíso (-15,9%). Y en el arribo de pasajeros, cinco puertos registraron descensos, que también fueron encabezados por Iquique (-72%), Antofagasta (-34%) y Valparaíso (-29%).
Si se consideran registros de la actividad en los últimos 15 años, la visión es más optimista. En ese período arribaron al país 3.332 cruceros, con un promedio anual de 222, y llegaron más de 4,9 millones de personas, entre pasajeros y tripulantes, con un promedio anual que superó los 328 mil. Y, pese a la caída, en la última temporada hubo más de 200 mil turistas por quinto año consecutivo.
En Valparaíso, la infraestructura respondió a la alta demanda, con cinco recaladas con estadía superior a las 24 horas. Por eso, más allá de los problemas que hubo, la Empresa Portuaria Valparaíso calificó la temporada que terminó como exitosa. «Se encuentra sobre el promedio de lo que venían siendo los resultados de ciclos anteriores, sin considerar 2015-2016, que fue una excepción. Desde 2009 que no superábamos los 90 mil visitantes, por lo que estamos contentos con el trabajo que se ha realizado y sin duda durante esta temporada el nuevo Terminal de Pasajeros (VTP) fue un aporte sumamente importante y muy valorado por los visitantes».
Otro puerto que al igual que San Antonio recibió un crucero -con 200 pasajeros- esta temporada fue Talcahuano, en la Región del Biobío. En 2015-2016 no recibió ninguno.
Poco más de 2.560 km al norte, en Arica, hubo otro hito, pero ligado a la tecnología. Su recinto portuario se convirtió en el primero en el continente americano en estrenar el sistema Shore Tension , que mezcla hidráulica y amarres especiales, y que inmoviliza totalmente a las embarcaciones atracadas en el puerto, aunque haya fuertes marejadas y corrientes marinas.
«Fue un hecho inédito y demuestra el compromiso de Arica con la industria de los cruceros. Es un puntal del turismo en la región», señala Diego Bulnes, gerente general de Terminal Puerto Arica.
Coquimbo, en tanto, destacó como una de las regiones donde los pasajeros realizaron uno de los mayores gastos en promedio durante su estadía. Según la Corporación de Turismo del municipio, cada uno gastó unos US$ 100 en servicios como transporte, alimentación, comercio y tours . En Punta Arenas, el gasto promedio diario por pasajero pasó de US$ 62,5 a US$ 84, mientras que en Arica hubo ingresos por más de US$ 1 millón durante la temporada.
Industria Se destacó que, aunque hubo menos arribos, las naves tenían mayor capacidad de pasajeros.
Fuente: El Mercurio