Reviven costoso proyecto para mejorar el camino costero entre Reñaca y Concón

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Fue el 23 de septiembre de 1917 cuando el Presidente Juan Luis Sanfuentes, desde La Moneda y utilizando un sistema de comunicación telegráfico, activó la última tronadura en las rocas que permitió la construcción del camino costero entre los balnearios de Viña del Mar y Concón, considerado la primera vía turística del país.

«Han pasado 100 años, y no se han realizado obras importantes para mejorar el camino, que sigue siendo uno de los atractivos más importantes de la zona, por la belleza de su paisaje. Solo se han ejecutado parches y arreglos en los puentes», dice el alcalde de Concón, Óscar Sumonte, que prepara un amplio programa de actividades para celebrar el aniversario de la tronadura.

paseo costero

En tanto, el Ministerio de la Vivienda trabaja en la última etapa del diseño de ingeniería de un nuevo proyecto, cuya inversión bordea los US$ 34 millones. «Esperamos que el diseño esté terminado a fines del segundo semestre de este año», señala el director regional del Serviu, Carlos Contador.

Se trata de habilitar en todo el trayecto -10,9 kilómetros desde Montemar, en Viña del Mar, hasta la Rotonda de Concón- una faja de 11 metros de ancho, con una calzada de dos pistas, ciclovía a la orilla del mar y aceras peatonales a ambos costados. También contempla mejorar cuatro miradores existentes, construir seis y proyectar otros seis en lugares con condiciones potenciales para su habilitación (ver infografía).

«Creemos que el reimpulso al proyecto es una buena noticia y que el compromiso de las autoridades para ejecutarlo sería un bonito corolario para la celebración de los 100 años de la tronadura», dice Sumonte.

Las obras -según señala el asesor urbanista del municipio de Concón, José Manuel Álvarez- se deberán realizar por etapas, ya que son complejas en muchos tramos y el cierre de la vía sería muy perjudicial para el comercio y quienes viven a lo largo del camino.

«El primer tramo que nosotros estamos postulando -añade el alcalde de Concón- es el que va desde el límite de la comuna con Viña del Mar, en Cochoa, hasta Los Lilenes, porque no necesita expropiaciones, y, entonces, es factible ejecutarlo rápidamente. Es el lugar más visitado y el que está más dañado también».

El director de Planificación de la Municipalidad de Viña del Mar, Tomás Ochoa, recuerda que hubo un proyecto en 2012, «pero planteaba un camino más rutero que de paseo, y eso es lo que se está corrigiendo, porque es esencialmente turístico y gravitante como atractivo para las dos comunas».

El vicepresidente de la Comisión de Ordenamiento Territorial del Consejo Regional, Nicolás Gatica Jarru, considera que el proyecto es estratégico para posicionar a Concón como comuna turística, capital gastronómica y una de las que tienen mejores índices de calidad vida. Esperemos -dice- que la etapa de diseño finalice pronto «y que exista una real voluntad de llevarlo a cabo».

En cuanto a la inversión, sostiene que por encontrarse en una zona urbana, debe ser financiado por el Ministerio de Vivienda y debe concordar con la estrategia de desarrollo regional, «pero también debe confluir con la inversión de Obras Públicas, con obras en los puntos críticos que puedan minimizar los impactos de las marejadas violentas, cada vez más frecuentes. Sería catastrófico realizar una tremenda inversión para que de pronto se vea afectada por un temporal, que pudiese destruir una obra de esta naturaleza».

«Esperamos -añade Gatica- que en el ARI (Anteproyecto Regional de Inversión) se encuentre contemplado este proyecto, porque aún cuando sabemos que es una obra grande y costosa, hoy se hace absolutamente necesaria».

ARREGLOS
La última intervención importante fue el mejoramiento de seis puentes en 2012 y 2013.

20 años han pasado desde que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo comenzó a estudiar las mejoras en el camino costero, cuyos dise- ños han ido variando.

883 mil unidades de fomento ($23,5 mil millones) es el último cálculo para el costo total del nuevo proyecto. Más del doble del que se planteó hace una década.

10 años podría demorar la ejecución de las obras, tanto por su complejidad y porque deben ser realizadas por tramos, para no interrumpir o cerrar toda la vía.

 

Fuente: El Mercurio