Especialistas en el tema y profesionales de la Municipalidad de Viña del Mar expresaron opiniones divergentes respecto de la propuesta del Ministerio de Obras Públicas para mitigar los efectos de las marejadas en la avenida Perú, de Viña del Mar.
La iniciativa considera elevar en un metro el muro y el paseo de bordemar, ordenar el enrocado de defensa y fortalecerlo con la instalación de tetrápodos o dolos, que son estructuras de hormigón que disipan las olas para que lleguen con menos fuerza a la orilla.
El profesor de la Escuela de Ingeniería de la UC de Valparaíso, Jorge Carvallo, sostuvo que más allá de la altura del muro de protección «lo más importante es que tanto el enrocado como sus reforzamientos actúen como esponjas, ya que el agua de las olas se mete entre los espacios que dejan las rocas y las otras estructuras y pierden fuerza».
Consultado si es necesario elevar el muro y el paseo, afectando la vista al mar para los departamentos de los primeros pisos y quienes se desplazan en vehículos, Carvallo indicó que si las marejadas con olas de mayor altura persisten, sí se hace estrictamente necesario.
En tanto, el ingeniero Sergio Ostornol indicó que la solución definitiva requiere de estudios más profundos que permitan una solución definitiva «y esos estudios no se conocen todavía».
El profesor de la Escuela de Arquitectura de la UCV, Felipe Igualt, sostiene que se debieran explorar otras soluciones, como enanchar aún más la avenida o instalar defensas sumergidas, porque elevar el muro y las defensas va a afectar esa parte de la ciudad cuyo destino es ser un mirador hacia el mar.
El docente reparó en el hecho de que siendo una zona inundable, las edificaciones no están construidas para esa condición.
El director de Planificación de la Municipalidad, Tomás Ochoa, manifestó que la Dirección de Obras Portuarias ha estado realizando estudios en los últimos dos años, con modelaciones que permiten concluir que la propuesta que se hace es la recomendable. Según estudios del MOP, el plan permite disminuir en 70% el impacto de las olas.
Coincidió en que se debe reordenar el enrocado y complementarlo con otras estructuras. «Con el paso del tiempo, el mar ha ido moviendo las piedras y hoy están actuando como una rampa para el paso de las olas.
En tanto, el Director de Operaciones y Servicios del Municipio de Viña, Patricio Moya, dijo que al subir el muro y el paseo, como propone el MOP, se está privilegiando a quienes recorren a pie esa parte del borde costero, los que podrán tener una mejor visión al elevarse el paseo.
Fuente: El Mercurio
