Astilleros del Guadalquivir, dedicados a la reparación de buques y a la construcción de pequeñas embarcaciones en Sevilla, encara 2017 con optimismo tras su
adquisión por la naviera eslovena Pulchra Mare.
El pasado lunes 1 de agosto al mediodía accedió a su dique seco el buque MSM DOLORES, de la naviera chipriota Mastermind Shipmanagement Ltd. Construido en 2012, el mercante tiene 109 metros de eslora por 15 de manga. Permanecerá 11 días en la factoría hispalense mientras 40 operarios realizan en él trabajos de rascado, limpieza y tratamiento de superficie con la aplicación de pintura en el casco, renovación de ánodos, válvulas, tapones de fondo, cadenas de anclas y eje de cola, limpieza del enfriador de aire del motor principal y, por último, la revisión de éste último con sus auxiliares.
Se trata del segundo buque mercante que accede al dique seco tras la creación de la empresa Astilleros del Guadalquivir (el primero fue el RÍO CHARA. a principios de 2015) y de la sexta embarcación que pasa por sus instalaciones en lo que va de año.
Recordemos que Astilleros del Guadalquivir nació en 2015 tras el cierre de la histórica factoría hispalense; inaugurada en 1953. Cuenta con un dique seco de 152 metros de eslora por 24 de manga (uno de los pocos de España), un varadero de 60 por 18, un muelle de 15 metros de largo y 38 de ancho, además de diversa maquinaria, como tres grúas torre Liebherr y una automóvil Grove. La empresa ocupa, por concesión administrativa de la Autoridad Portuaria de Sevilla, una superficie de 19.429 m2.
Desde entonces, por sus instalaciones han pasado cinco ferries (de Trasmediterránea y Balearia), dos buques mercantes (a la espera de un tercero), un crucero de la naviera belga CroisiEurope, una embarcación destinada a la lucha contra la contaminación marina de Salvamento Marítimo y dos gánguiles. Además, en el varadero se ha llevado a cabo la botadura de dos pequeñas embarcaciones destinadas a servicios auxiliares en el puerto de la bahía de Algeciras.
Desde la compra del 100% de las acciones por Pulchra Mare, en marzo de este año, se ha llevado a cabo una modernización de las instalaciones y la adquisición de nuevo material. Gracias a la facturación de 2016, en torno a dos millones en beneficios, se ha podido llevar a cabo una inversión de 400.000 euros en la mejora de las bombas de achique del dique seco. Se ha pasado de tener el dique sin agua en 36 horas, a las casi
12 actuales. También, la plantilla ha sido aumentada de los 6 empleados fijos a los 20
actuales, confirmándose así la buena trayectoria.
Astilleros del Guadalquivir tiene muchos sueños en mente. Se tiene en mente transformar el antiguo varadero y carro para su adecuación como lugar de desguace.
Además, se plantea el dragado del cantil del antiguo muelle de armamento, con actualmente 5,2 metros de calado, para que, entre el dique seco y éste último, puedan efectuarse trabajos simultáneos de dos embarcaciones. Por último, recientemente la factoría ha conseguido los certificados de prevención de riesgos laborales (OH SAS 18001:2007), de medioambiente (ISO 14001:2015) y de calidad (ISO 9001:2015).
El nuevo equipo de Astilleros dirigido por Juan Manuel Cuenca no ha acabado el año, y aún le quedan dos trabajos. Por un lado, la reparación el próximo día 11 de agosto del buque TRIPLE S y, por otro, la del gánguil CYOMAR UNO, que ya se encuentra esperando en el muelle de armamento.
Para Astilleros del Guadalquivir, 2016 fue un año positivo en la parte comercial y en proyectos, donde en este se han recogido dichos frutos. Por ello, el 2018 se espera que la dinámica se mantenga y sea el año definitivo de asentamiento de manera que, como mínimo, se duplique la facturación y aumenten los contratos.