Es una de las tradicionales postales de Valdivia, la llamada «ciudad de los ríos», pero también un punto crítico, de alta congestión vehicular, que pone a prueba la paciencia de los conductores que van desde la capital regional hasta localidades costeras como Niebla, Los Molinos, San Ignacio y Curiñanco.
Estas registran un intenso crecimiento demográfico, y si el Censo 2002 determinó que en toda esa área vivían cerca de 4.200 personas, los cálculos actuales arrojan una población estimada en 10 mil habitantes. Además, la masiva llegada de vehículos en verano hace colapsar el tránsito en el viaducto, en donde, según datos del Ministerio de Transportes, se ha llegado a contabilizar el cruce de 3.000 vehículos por hora.
Nuevas pistas
Construido entre 1938 y 1953, el puente Pedro de Valdivia soportó de buena forma el terremoto de 1960. Su buena construcción fue corroborada hace un mes cuando diversos estudios financiados por el Ministerio de Transportes determinaron que su estructura no presenta daños y que es posible aumentar su carga de tránsito a través de una ampliación o adosamiento para nuevas pistas, formas de ensanche que actualmente están en estudio por parte de la Secretaría Ejecutiva Ciudad de Puentes de Valdivia.
La ampliación implica que la misma estructura se ensancha sobre los pilares ya existentes y se refuerza en las mismas bases del puente. Mientras que la segunda, el adosamiento, significa edificar nuevas fundaciones o apoyos en el río, construyendo sobre ellos nuevas estructuras que se adosan al viaducto.
El seremi de Obras Públicas en Los Ríos, Jorge Alvial, explicó que una de esas opciones será elegida para revitalizar esta vía de conexión, la cual se conocerá de forma definitiva durante el mes de septiembre. «Todo esto quedará claro luego de que se conozcan los resultados de los estudios adicionales que se acaban de adjudicar y que implica un nuevo sondaje, pero esta vez en el centro del río Valdivia», dijo.
Una vez que sea establecida la forma en que se ensanchará el puente, el MOP presentará opciones para dividir el tráfico vehicular y peatonal sobre la estructura. Para ello, ya se vislumbran opciones, como sumar dos pistas a las dos ya existentes -lo que duplicaría la capacidad de tránsito que posee el puente en la actualidad-, manteniendo una ciclovía y al menos una acera para el cruce de los peatones hacia Isla Teja o hacia Valdivia. «Lo concreto es que cualquiera de estas opciones se enmarcará exclusivamente en las fajas públicas, y no intervendrá en ningún caso el monumento nacional Parque Prochelle», precisó Alvial, quien añadió que a fines de año concluirá el diseño de ingeniería de la alternativa aprobada. Así, se prevé que en 2020 se puedan iniciar las obras.
ALTO TRÁNSITO
En verano este puente colapsa por la masiva llegada de vehículos de turistas a la ciudad.
Fuente: El Mercurio
