No alcanzó a llegar hasta la sede del Edificio Cousiño del Duoc UC, donde participaría en el seminario «A un año del estudio de impacto patrimonial: ¿dónde esta Valparaiso?» con el alcalde Jorge Sharp y el experto en patrimonio el colombiano Juan Luis Isaza. El expresidente Ricardo Lagos Escobar iba a ser uno de los oradores y tuvo que «hacer hora» en su automóvil, porque en el lugar del encuentro se desató una batalla campal tras la interrupcion de a lo menos una cincuentena de trabajadores portuarios que primero invadieron el lobby de la casa de estudios, lanzando monedas y portando pancartas con consignas a favor del T2. Demandando «dialogar» con el alcalde Sharp, invadieron después el teatro y caminando algunos por encima de los asientos evitaron que se realizara el conversatorio, por lo menos en esa sede.
Para no perder el tiempo, Lagos Escobar aprovechó de pasear por Valparaiso y de paso nutrir su exposición que finalmente se realizó sin público, unas cuadras más allá,en la sede de la avenida Brasil.
GAJES DEL OFICIO
-¿Qué impresión le quedó de la manifestación y de lo que pasó el lunes previo al seminario?
-No la viví. Estábamos llegando cuando me dijeron que mejor no me asomara por el Duoc. Mientras me llamaban, decidí ir a ver la avenida Altamirano, el mar y los miradores. El día estaba precioso, pero me habría gustado observar más preocupación por lo que se hizo, que estuviera como recién pintadito. Evidentemente hay un tema de mantención del casco histórico. Lo demás … son gajes del oficio.
-En diciembre de 2015 usted declaró en este Diario: «El T2 es un chiste, ni empleos va a crear».No le parece que sus dichos Han contribuido a generar esta virulencia que se vio este lunes?
-Es absolutamente legítimo que la sociedad tenga distintas visiones sobre proyectos de esa envergadura que en el mundo de hoy despiertan debate en la opinión pública… ! Oiga no me lo diga a mí que fui ministro de Obras Públicas… ! En eso consiste la democracia, en escuchar a la gente yen que la autoridad elegida resuelva. Yo tuve que escuchar a 14 o 15 alcaldes de las comunas por las que pasaba la Costanera Norte -que seguro usted la tomó para llegar hasta acá- (sede de su Fundación en Santiago); entonces me parece normal el debate sobre el T2 o lo que sea. Ahora, la forma de hacerlo esperemos que sea civilizada.
-Roberto Rojas dirigente de los portuarios y estibadores que se manifestaron, argumenta que se trata de a to menos 2.000 empleos directos los que se crearían con el T2.
-Para mi no porque con las grúas y el «descubrimiento o la «invención» del contenedor, cambió totalmente la forma de operar. Hoy están orgullosos en los puertos en los que prohíben que las personas caminen; solo andan camionetas con una bandera parada gracias a las grandes grúas que toman los contenedores y los sitúan en un camión o en un vagón de ferrocarril mejorando la eficiencia. Por eso he dicho que hay que tener una visión a futuro, pero tiene que partir de la realidad.
-Esa visión de futuro no contempla contenedores en el borde costero. No obstante, el presidente de los estibadores sostiene que «La muralla de containers es un mito» y que los porteños y los turistas miran el mar y puerto desde los cerros.
¿Le encuentra razón? -Mire. Los contenedores -entre otras cosas-no sólo impiden la vista al turista que llega y que todavía no ha subido a los cerros. Impiden ademàs que la ciudadanía disfrute del borde costero en un trayecto de 2 kilómetros. Y ese es el sentido moderno hoy porque cuando Valparaiso era un puerto pequeño a comienzos del siglo XX no había ese problema, pero pretender ahora en el paño mas exclusivo de Valparaiso poner contenedores y decir que es un mito que se tapa la vista y se niega el Paso al borde costero es no entender cómo funcionan las ciudades.
-Se ejemplifica siempre con Barcelona, Lisboa o Hamburgo. ¿Por qué en Valparaiso no se barajaron otras alternativas al T2? Como dice Isaza, no hemos sido capaces de ver distintas opciones y se zanjó un proyecto único?
-Yo no estuve en la toma de decisiones entonces no se cuál habría sido mi reacción. No quiero juzgar nada. Quiero simplemente decir que en el informe que ha dado Isaza, el dice claramente que acá hay dos grandes inversiones ara la Empresa Portuaria de Chile, una para hacer el T2 y otra para hacer el llamado Puerto Barón que es el mall. Ambas son muy grandes e importantes y hay que hacerlas lo mejor posible. Entonces el debate es absolutamente legítimo.
-¿Cuál es la salida aquí para no eternizar los debates?
-Simple, consultémosole a la gente, a la ciudadanía
-¿Un Plebiscito…?
¡Pero claro!… Es fundamental porque como ud. establece en estas grandes obras el diálogo con la ciudadanía, tal como le conté, lo hice con la Costanera Norte. El alcalde y el concejo verán cómo se debe auscultar lo que piensa la opinión pública. Mire he recibido con motivo de estos hechos noticias de juntas de vecinos que se ha referido a mí, algunas haciendo reflexiones sobre el momento en que abrí el Nuevo Paseo Muelle Barón, el 2002. Lo hice porque quise ese nexo de la ciudadanía con el mar directo, sin impedimentos. Este es el sitio desde el punto de vista de su ubicación geográfica más rico del Puerto.
-Según una encuesta de EPV hecha en enero el 77% de los habitantes de Valparaiso aprobaría la construcción del mall. Será que a la gente no le interesa el acceso al borde costero directo al mar?
-Bueno, el mall es un avance ante lo que pasa hoy en que esta impedido el acceso al mar. En enero recorrí ese sector y da pena porque usted se da cuenta de que, lo que se construyò con el magro presupuesto de esa época -el de hoy es superior- para ir desde el muelle Barón hasta Caleta Portales, está prácticamente abandonado. Me dicen que incluso hay inseguridad y asaltos además, esta la línea del tren de por medio. Estas cosas hay que resolverlas y, dicho sea de paso, sigo sosteniendo que el tren tiene que hundirse hasta la Plaza Sotomayor, son ideas que suenan a promesas que nunca se van a cumplir.
-¿Si tuviera la atribución, qui haría para aprovechar ese espacio que dice es uno de los más valiosos de Valparaiso?
-Me gustaría un espacio abierto donde se vea el mar, pero no sólo eso por cierto, tiene que haber además de un paseo peatonal en el muelle Baron, grandes tiendas si es parte de lo que la ciudadanía quiere, pero también con otras iniciativas que dicen con la tradición y la cultura, por ejemplo, un museo marítimo…
-¿No es esta una discusión estéril atendiendo que ya hay una licitación aprobada en curso?
-Si es así, que lo sancione la ciudadanía ante los hechos consumados. Pero yo no quisiera quedarme callado frente algo que a mí me parece un retroceso. Si ahora en pleno 2017- 2018 planteamos un puerto en que en una extensión de terreno, el sitio más caro de Valparaiso, o, la vamos a ocupar para almacenar contenedores, me parece que no es una mirada de futuro. La visión que tuvimos desde el principio era defender ese borde costero, recuperarlo, porque ahora van a ser otras las formas de operar el Puerto y para rescatar ese sector se trataba de que los contenedores no se estacionaran abajo sino arriba. Tan simple como eso.
CASO CRUCEROS
-A raiz del conflicto que se suscitó entre EPV y TPS que puso en jaque a la industria de cruceros en Valparaiso, hoy zanjado afortunadamente, ¿que lección podemos aprender de ese episodio?
-Habría sido gravísimo, los cruceros son fundamentales. He sentido dolor cuando he visto to que estaba pasando. Entiendo que los trabajadores quieran tener una forma de obligar a la autoridad a conversar y sentarse a discutir, pero que jueguen con la imagen exterior de Chile es grave, es un daño no poder mostrar nuestras bellezas. En mi periodo cuando empezaron a llegar los primeros cruceros hicimos una encuesta y las respuestas eran devastadoras. «No sé para que nos trajeron acá si no hay nada que ver…» Entonces empezó a surgir qué mostrar. A los que les gusta el vino los llevan al valle de Casablanca, otros van a pasear a la Moneda por dentro y a otros los llevan a Valparaiso, a La Sebastiana y a la ex cárcel que es una propuesta novedosa. Hay que mencionar el avance en hoteles boutique y restaurantes. Cuando un crucero recala es porque hay un relato y en Valparaíso es la historia de una ciudad que se encarama por los cerros.
-En medio de ese conflicto salieron algunas voces que decían que la pérdida de los trasatlánticos no era grave porque los pasajeros, la mayoría, ni se baja en la ciudad.
-Me parece absolutamente legitimo que haya pasonas que digan que esto no beneficia a la ciudad Puerto y yo les tengo que decir – con el mayor respeto- que si la beneficia porque los puertos del Siglo XXI van a tener que ser distintos. Por la visión que tuve en su momento me gané el derecho a poder decir algo sobre Valparaiso porque he llevado mucho tiempo en mis inquietudes cómo hacer que esta ciudad esté orgullosa de si misma y no cargue esa sensación de que vamos para abajo con permanente pesimismo.
GESTIÓN SHARP
-A propósito cómo evalúa la gestión del alcalde Jorge Sharp que instaló el concepto de alcaldía ciudadana sustentada en el dialogo, sin embargo tiene en su contra a uno de los gremios mas poderosos con la amenaza de «funar» cualquier actividad?
-Eso hace que muchos movimientos sociales -al final- pierdan el favor y la simpatía de la ciudadanía. Si me dicen que la forma de hacerse escuchar es impedir que la próxima temporada de cruceros lleguen, se da cuenta de que con lo que están jugando es con un manchón de Valparaiso hacia el exterior dificil de borrar. Y bueno, algunos descubrieron que cuando hay problemas en Valparaiso, siguen hacia San Antonio. Otros deciden simplemente olvidarse del sector central y se van directo a Puerto Montt o Punta Arenas.
– ¿Pero eso coincide con el enfoque que Sharp le esta dando a la ciudad y que pudo advertir el lunes en el seminario?
-No conocía a Jorge Sharp, lo he visto recientemente y -claro- entendiendo que lo que el está buscando es como posesiona y escucha a la ciudadanía de una manera en que sea armoniosa la relación puerto-ciudad. Eso es lo que tiene que ocurrir y que no sea una relación contradictoria. Hoy en Barcelona lo que en el puerto es hoy un puertecito para estacionar en el invierno del Mediterráneo. Vaya usted y verá una colección de embarcaciones impactante. Y, a que están dedicados los amigos de Barcelona… a reparar esos yates y dejarlos listos para el verano. Entonces encontraron una actividad y al puerto, el grande y moderno, lo corrieron al sur.
-¿Según la realidad nuestra, comó replicamos ese ejemplo?
-Aqui hay otras formas, a lo mejor el T2 puede estar más al sur. No soy experto en puertos y no voy a pontificar porque no me corresponde; pero veo que hay otros proyectos y a lo mejor eran más razonables. Me parece bien si hay que hacer un mall, hacerlo; pero hay que cuestionar si habrá formas mas inteligentes de aprovechar ese espacio. Lo fácil es un centro comercial, contratar dos grandes tiendas ancla, una acá otra allá, y al medio el resto. Es una solución muy fácil. Pensemos mas.
-¿Cuál es su mirada respecto a que esta ciudad nació Puerto y esa es sin discusión su vocación?
-Valparaiso es Puerto pero es también historia, cultura. Ahí está enraizado cómo Chile se desarrolló y hay un Valparaiso antes y otro después del Canal de Panamá. Ahora que tenemos un canal ampliado, no podemos omitir los postpanamax y proyectar quo revolución van a producir en el comercio mundial; la obligación es ver cuántos vamos a tener en el Chile del siglo XXI, y allá hay un problema con el T2 como esta diseñado porque se pensó que los postpanamax iban a ser de 350 memos de eslora. Y no, tienen 400 y lo que hay de espacio en el T2 son 700. Insisto, no quiero entrar al detalle de cómo tiene que ser el T2 pero si tenemos que compatibilizar La visión porque una ciudad patrimonial no puede decir que limita al oeste con el mar cuando en realidad limita con un muro de contenedores.
ROL DEL ESTADO
-¿Por qué el Estado no se ha hecho parte de la mantención de la impronta de ciudad Patrimonio de la Humanidad como debiera?
-Tenemos seis sitios en el país y el mas complejo de abordar es Valparaiso, y por lo tanto debe haber un interés y una preocupación desde la autoridad central. Imagínese que ahora nos dijeran, «Chile no ha cumplido con lo que planteó cuando se declaró patrimonio de la Humanidad», seria un receso impensable. Esto obliga a una relación gobierno, intendencia, municipio. Es un tema de todos.
-¿Entonces por qué nos ha costado tanto conciliar el patrimonio con el progreso?
-A lo mejor tengo que hacer un «acúsome padre». Tal vez porque esas cosas también conllevan recursos públicos. En todas las ciudades de las que hemos hablado aquí la interacción esta en el borde del mar y en ver todo tipo de entretenciones. El turista hoy quiere que le cuenten un cuento, saber cual es el relato. Ojo, lo pintoresco es ver a Valparaíso desde el mar, pero ubiquémonos en lo que somos, no se trata de repetir lo que hay en otras partes. Por otro lado, me parece que a ratos olvidamos dos elementos: cuales van a ser los grandes puertos del siglo XXI.
-¿En ese sentido me puede decir que se sacó una gran mochila de encima?
No yo estaba feliz con la mochila. Otros me la sacaron. Yo quiero que ahi esté Valparaiso- y nuestra competencia es a veces es con el puerto de Buenos Aires. Creemos que porque están al otro lado no pueden llegar al Pacifico y no es así, ese es el mundo de hoy.
-Estas discusiones desembocan en una gran incógnita: ¿cómo financiar esas obras que pueden sacar a Valparaiso de la depresión a partir de esa visión de futuro?
-Mire, cuando planteo la necesidad de un gran fondo de infraestructura para hacer estas obras indispensables para el país, estoy diciendo que los recursos acumulados a través de las concesiones han hecho al Estado de Chile 25 mil millones de dólares más rico que hace 20 años. Hay que poner el flujo de esos activos en un gran fondo…
-¿El peligro es que vaya a parar al Transantiago-o no?
-La idea es que sirva para el Transantiago y seguir haciendo el metro de Santiago; pero también para obras «espejo» equivalentes de infraestructura y no para tapar hoyos. Que eso quede claro. Ese es el tipo de debate que tiene que ocurrir. Puntualmente en Valparaiso, la conexión tiene que ser de la ciudadanía con el mar, e insisto con el mayor respeto, queradigan que no importan los contenedores porque son apenas trece metros de alto, mi respuesta es… ¡ Hay cosas más bonitas para mirar…!
-¿Ese fondo cuándo va a estar disponible?
-Está en un proyecto de ley que se envié al Parlamento, esperemos que salga. Es una forma de tener autonomía en materia de infraestructura que hoy no existe La Unión Europea ha creado un fondo con 21 mil millones de Euros. Y yo le hago aqui uno con 25 mil millones de dólares así.. (chaquea los dedos), con cero deuda prácticamente…Esa es la forma si queremos seguir pensando en grande. Lo que hemos hecho por Valparaiso y el Puerto nos da legitimidad para decir que hemos pensado en grande.
-¿Es viable la Ley Valparaiso?
-Debe haber una forma de entender desde el Estado como apoyar el desarrollo y el rol de la empresa portuaria porque, en definitiva, tiene que ver con que ella es la dueña de los terrenos.
-¿Valparaiso es una dudad «calamitosa como sostiene Isaza?
-No se quién puede decir eso. A mi me parece que lo que le impactó es que había estado en otras ocasiones y esa referencia la hizo con la explosión en calle Serrano y cuando volvió y pasó de nuevo por ahi dijo que había visto todo igual. La intendencia, el municipio. las autoridades centrales, tienen que abocarse a esto porque no fue fácil que Valparaiso fuera Patrimonio de la Humanidad, créame que lo hicimos con entusiasmo y lo celebramos Isaza habló también de una «ilusión- y la nuestra es hacer de Valparaiso lo que fue, una ciudad optimista por los dones que tiene y los que ha ido acumulado en estos años.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso