Una dura tarea tiene por delante Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL), titular del proyecto, si quiere concretar la ampliación del Terminal Dos de Valparaíso, obra que le fue adjudicada hace más de cuatro años a OHL Concesiones.
Esto luego que, en el marco del último Informe Consolidado de Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones y/o Ampliaciones al Estudio de Impacto Ambiental (ICSARA), evacuado por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), se advirtiera que muchas de las compensaciones y mitigaciones anunciadas por la empresa son insuficientes.
Es el caso, por ejemplo, de las medidas de compensación relacionadas con los impactos ambientales significativos, identificados para la variable patrimonio cultural, que el proyecto generaría en su etapa de operación. «Al respecto, se informa al titular que, si bien se consideran procedentes (en particular la restauración del Ascensor Lecheros), también se considera que estos, de manera integral, serían insuficientes para compensar el grado de afectación que generarían sobre los atributos de la componente mencionada y no producirían beneficios de importancia al patrimonio afectado», enfatiza el escrito.
Readecuación
En esa línea, el informe plantea readecuar las propuestas de compensación para que -consigna el documento- «cada impacto significativo identificado esté asociado a una medida de compensación acorde a la afectación que generaría, y, en su conjunto, puedan producir el efecto positivo alternativo y equivalente que se requiere para acreditar que las medidas propuestas se hacen cargo adecuadamente de los impactos generados sobre la componente Patrimonio Cultural».
Es así que se presentan una serie de propuestas tipo que el SEA llama al titular a considerar. Se mencionan, la elaboración y ejecución de un Plan Maestro de Espacios Públicos para el borde costero de Valparaíso, que incluya la integración de los distintos paseos desde Las Torpederas hasta Yolanda; la recuperación y mantención de los trolebuses como sistema de movilidad de la ciudad; o el aporte concreto a un proyecto de mejoramiento urbano de gran envergadura.
Otras alternativas apuntan a la elaboración de un proyecto real de conexión de paseo por el borde costero desde playa San Mateo hasta el Muelle Barón para peatones y ciclistas; un plan de recuperación y mantención de fachadas a lo largo de las avenidas longitudinales Cochrane, Blanco y Errázuriz, entre Plaza Sotomayor y Plaza Wheelwright, además de las calles transversales Márquez, La Matriz, Clave y Almirante Gómez Carreño; y la recuperación y habilitación de escaleras urbanas en la Zona Típica Área Histórica de Valparaíso, mediante la incorporación de pavimentos, iluminación y barandas, entre otros elementos.
Pasarela
En cuanto a la construcción de la Pasarela Edwards, que el titular plantea como una medida de compensación al componente Paisaje, se pide al titular justificar técnicamente que ello generaría un efecto positivo alternativo y equivalente a los efectos adversos identificados.
Asimismo, en relación al mejoramiento de la relación urbana entre TCVAL y el eje Errázuriz se solicita que involucre tanto a la acera norte como a la sur, debiendo justificar de manera técnica en caso de que la última no fuera considerada. En cuanto a ésta y otras propuestas relacionadas, se solicita incorporar como indicador de cumplimiento a la municipalidad de Valparaíso. TCVAL fue consultado sobre esta fase del proceso pero optó por no pronunciarse.
CONSIDERACIONES DE LA CIUDADANÍA
En base a las observaciones realizadas por los ciudadanos el informe solicita una serie de respuestas o aclaraciones al titular. Entre ellas, justificar todas las medidas en función de la extensión, duración y magnitud de los impactos ocasionados; clarificar si el área de influencia para el componente paisaje y el análisis realizado en la evaluación de impactos consideran la altura máxima del murallón de contenedores apilados; o indicar cómo se compatibilizarían los recorridos marítimos de las lanchas del Muelle Prat con la operación del Terminal y con la normativa internacional de seguridad.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso