Si en algún momento alguien pensó que la realidad de la industria de los cruceros en Valparaíso no podía ser peor tras la partida de las líneas Norwegian Cruise Line (NCL) y Carnival a San Antonio, se equivocó rotundamente.
Es que ayer, Royal Caribbean, cuya decisión estaba pendiente -al menos públicamente- ratificó que el «Celebrity Infinity», una de las pocas naves de mayor tamaño que aún atesoraba Valparaíso para esta temporada, trasladará sus tres recaladas planificadas en Terminal Pacífico Sur (TPS) a Puerto Central (PCE) de San Antonio.
«Esto se venía hablando hacer harto tiempo, pero a principios de mes ya formalizamos las solicitudes de muelle para los buques de Royal en San Antonio», comentó Mario Montero, gerente de Operaciones del grupo Broom, empresa que realiza el agenciamiento de esta línea en el país.
El acuerdo al que llegó Royal con Puerto Central se extiende por tres temporadas -hasta la 2019/2020- y el primer arribo está previsto para el 8 de diciembre de este año.
Sobre las razones que motivaron la partida, enfatizó que «para Royal la situación de cambio tiene que ver exclusivamente con la seguridad del puerto de Valparaíso, ellos quedaron muy preocupados por la situación que ocurrió con el ‘Norwegian Sun’ (…) evaluaron, encontraron que el puerto de Valparaíso, con todas sus autoridades involucradas, no les dio las respuestas que ellos necesitaban».
Agregó que en lo específico se solicitaba una póliza de seguro y, junto con ello, se esperaba una sanción para las personas envueltas en los incidentes. «Se pedía en definitiva una solución más formal y no la encontraron».
A ello se sumaba la necesidad de tener una garantía de sitio de al menos dos años de antelación, pues es el tiempo con que las líneas cuentan para promocionar los destinos a sus clientes.
La pérdida es relevante considerando que de las recaladas que aún conservaba Valparaíso, tras la sangría ya sufrida con el alejamiento de NCL y Carnival, el peso de Royal era notorio. Esto pues cada arribo del Celebrity Infinity significaba el movimiento de cerca de 4.500 pasajeros en cuanto al embarque y desembarque.
A través de un comunicado, el gerente general de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), Gonzalo Davagnino, opinó que «es una muy mala noticia, que se viene desarrollando desde hace meses producto de malas decisiones que se han tomado. No olvidemos que los armadores requieren una temporada confirmada con al menos dos años (de anticipo). Y hoy ofrecerles a los armadores tres meses de antelación es una muy mala decisión, y estas malas decisiones en los negocios se pagan», declaró el ejecutivo que participa en la Convención Latinoamericana de AAPA en Punta del Este, Uruguay.
El gerente recordó que se reunió varias veces con los ejecutivos de Royal Caribbean, en Estados Unidos y en Chile, donde se les propusieron alternativas para atender en el sitio 8 a los cruceros más grandes que se van a San Antonio, pero enfatizó que no la quisieron tomar.
«El mercado, dada la falta de continuidad operacional que se ofreció por parte del Terminal 1, hoy toma esta decisión que más que comercial, creo es un castigo, por no haberles ofrecido en forma responsable, seria, con antelación, lo que ellos requieren como parte fundamental de su servicio», dijo, añadiendo que se trata de la primera empresa de cruceros que estuvo, optó y apostó por Valparaíso.
«Ver que hoy se va por una mala decisión es triste, porque no sólo afecta al puerto, sino al prestigio de Valparaíso», subrayó Davagnino, agregando que la industria actuó en bloque y que las soluciones que tenían que dar actores como el concesionario del Terminal 1 llegaron, «pero muy tarde».
En tanto el diputado Osvaldo Urrutia (UDI) habló de «catástrofe» para Valparaíso. «Esto es muy grave, porque de las 39 recaladas que estaba fijadas en un principio ahora sólo quedan 12, pero además de los 61 mil pasajeros previstos, al final Valparaíso sólo va a atender 5.200, o sea menos del 10%».
El parlamentario agregó que «los responsables están claros y es el concesionario del Terminal Uno (TPS) que junto a un pequeño grupo de trabajadores boicoteó la llegada de los cruceros».
DIRECTOR DE TURISMO APUNTA A TARIFAS
Desde el municipio porteño el director de Turismo, Osvaldo Jara, junto con reiterar la necesidad de concretar el muelle exclusivo, apuntó a las tarifas. «Creemos que una de las razones que está afectando la decisión de las empresas de cruceros es la Tarifa de Uso Portuario (TUP). La EPV cobra cinco veces lo que la Empresa Portuaria de San Antonio por este concepto, lo que hace que el Puerto de Valparaíso no sea competitivo. Esta tarifa es cobrada para provisionar recursos y abrigar nuevas aguas para permitir un mayor desarrollo de los Puertos en Chile», dijo.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso