Luego de tres rondas de negociaciones, Chile y China firmaron -el sábado pasado en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (Apec)- la ampliación del Tratado de Libre Comercio (TLC) que tienen en común desde 2006. Con esta acción, Chile se transformó en el primer país del mundo en profundizar un tratado con el gigante asiático.
La directora general de relaciones económicas internacionales (Direcon), Paulina Nazal, comentó que el tratado quedó muy comprensivo y abarca materias modernas y muy relevantes para Chile. «Estamos seguros de que sí les va a facilitar la vida a los exportadores de bienes y servicios, porque el capítulo de comercio electrónico que se incluyó en esta negociación da todo un marco que rige las transacciones electrónicas de bienes y servicios», dijo.
Los empresarios chilenos valoraron la noticia y señalaron que en el largo plazo podría haber un aumento de las exportaciones, pero que no se puede cuantificar, ya que depende del provecho que saquen los mismos exportadores de las nuevas cláusulas. Desde la Dirección Internacional de la Sofofa dijeron que «no cabe duda de que en el mediano plazo debería producirse un aumento del comercio de los productos que han sido beneficiados con la eliminación de los aranceles aduaneros». Y agregaron que uno de los sectores más favorecidos será el forestal, ya que «se eliminarán los derechos aduaneros en un plazo de tres años a las exportaciones de tablas de madera, algunas maderas estratificadas y contrachapadas».
Por su parte, el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Ricardo Ariztía, comentó que desde la industria ven esto como una muy buena noticia para el Chile agrícola, mejorando las expectativas para las exportaciones de fruta. «El sector frutícola es el más beneficiado y tiene toda la capacidad necesaria para desarrollarse», afirmó Ariztía. Además, hizo referencia a que esta modernización permitirá avanzar en algunos aspectos, como «las variedades por cosecha, mejorar la calidad de la fruta que exportamos, las tecnologías de guarda y, también, saber distribuir las frutas a distintos pueblos».
Una opinión parecida a Ariztía, consignó el presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (ASOEX), Ronald Bown, quien admitió que el acuerdo es positivo, porque da cuenta de las buenas relaciones que tienen ambas naciones.
«Durante la temporada 2016-2017, Chile exportó a China 231.614 toneladas de frutas frescas, correspondiendo al 48,3% de las exportaciones totales de frutas enviadas a Asia. De hecho, estimamos como muy probable que en el mediano plazo China se convierta en el principal destino de nuestras exportaciones frutícolas», sostuvo el presidente de Asoex, Ronald Bown.
Intercambio
Desde la firma del acuerdo con China, en 2005, el intercambio bilateral se ha cuadriplicado.
Fuente: El Mercurio