El paro portuario que afecta al Biobío y otras regiones del sur sigue acumulando carga, al punto que ya suman cerca de US$ 300 millones las mermas de las firmas de esa zona en los 11 días de paralización, que partió el 7 de noviembre. Estas estimaciones se basan en el historial de transacciones de los terminales afectados. A esta cifra se suman otros US$ 700 mil por efecto de remuneraciones de turnos laborales perdidos, además de costos adicionales y multas por incumplimientos que ya están siendo asumidas por exportadores e importadores de la VIII Región.
Debido a lo anterior, empresarios de distintos sectores económicos criticaron el nulo accionar del gobierno e hicieron un llamado para que se restablezca lo antes posible el normal funcionamiento de los terminales.
El gerente general de Puerto Coronel, Javier Anwandter, indicó: «Hemos hecho un gran trabajo para posicionar a los puertos de esta región, fortalecer infraestructura y diversificar cargas, pero esta situación que estamos afrontando ahora socava todo eso. Este paro y la incapacidad de alcanzar una solución rápida afecta a todo el comercio exterior y la credibilidad del país; por eso se requieren acciones urgentes y coherentes con el impacto que se está generando».
Las principales actividades económicas de la VIII Región, que utilizan constantemente los puertos de la zona para los envíos de su mercadería, son la forestal y la pesca. La primera concentra el 70% de los negocios del Biobío, y le siguen la acuicultura, agricultura, industria manufacturera y los servicios.
Forestal y acuícola
El presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), Fernando Raga, indicó: «El sector forestal y otros sectores exportadores, como la agricultura, somos una suerte de rehenes del paro portuario, que está dañando severamente a mucha gente en toda la cadena productiva del país». Luego añadió: «La paralización es injusta y abusiva, ya que demandas de grupos específicos hacia el Estado están utilizando este mecanismo de presión ilegal donde los principales afectados son ajenos al conflicto».
En la misma línea, el gerente de asuntos corporativos y comerciales de Arauco, Charles Kimber, afirmó: «El paro esta generando un daño muy importante en toda nuestra cadena productiva. Hay 150 mil metros cúbicos (unos 7 mil contenedores) de carga que están retenidos, los que en monto alcanzan los US$ 150 millones». Y agregó: «Esto está afectando nuestras operaciones de exportación de productos y atrasando la facturación, lo que significa costos extras de logística y almacenaje que ya alcanzan el US$ 1 millón. Estamos incluso pensando en detener algunas operaciones, dado que no hay capacidad de almacenaje en las fábricas de origen».
Las movilizaciones también han impactado al sector acuícola y pesquero, cuyas firmas exportan la mayor cantidad de sus productos por los terminales del sur. De hecho, conforme el paro se prolonga, fuentes de la industria indican que aumenta el riesgo de que salmones no lleguen a tiempo para el Año Nuevo chino y comprometan la continuidad de los contratos.
El presidente de SalmonChile, Felipe Sandoval, afirmó: «El impacto es muy grande, porque las salidas y entradas de nuestros productos son básicamente por los puertos del sur, como Talcahuano, Puerto Montt y Chacabuco».
Luego añadió: «Yo he sido autoridad, y es complicado ponerse en los pantalones de ellos ante este tipo de situaciones, pero aquí hay que velar por un bien mayor, que es el del país».
»Si fuesen San Antonio y Valparaíso los puertos que estuviesen detenidos, estoy seguro de que la alarma que se prendería en el país sería de tal envergadura, que se habría encontrado una solución antes». CHARLES KIMBER GERENTE DE ASUNTOS CORPORATIVOS Y COMERCIALES DE ARAUCO
»La credibilidad como país se ve muy deteriorada, porque no somos capaces de cumplir los contratos con mercados del exterior. Esto ya no resiste». FELIPE SANDOVAL PRESIDENTE DE SALMONCHILE
Fuente: El Mercurio