El proyecto, presentado por un consorcio chileno-chino a la Presidenta Bachelet, contempla un tren de pasajeros que opera a 200 km/h.
El colapso de las carreteras el fin de semana del Año Nuevo reabrió el debate sobre la necesidad de infraestructura entre la Región Metropolitana y los puertos de la zona central, pues las actuales vías tienen una capacidad limitada ante el crecimiento del parque automotor de vehículos particulares, buses y camiones. Considerando la alta demanda de pasajeros y la creciente necesidad de trasladar carga, el Consorcio TVS presentó hoy al gobierno un proyecto ferroviario entre Santiago y Valparaíso-San Antonio.
La compañía tiene capitales de la empresa chilena Sigdo Koopers (dedicada a la construcción, minería y comercio) y Railways Group Limited (CREC), grupo de origen chino. Ambos dieron a conocer la iniciativa a la Presidenta Michelle Bachelet hoy, en una reunión que se prolongó por casi 40 minutos. El objetivo fue solicitar una autorización para ejecutar el proyecto ferroviario con financiamiento privado.
El gerente de la iniciativa, Álvaro González, sostuvo que el plan incluye la construcción de una faja y la operación de un tren que puede llegar a 200 km/h, lo que acortaría los viajes entre esas ciudades a sólo 45 minutos. La iniciativa tendrá estaciones en Maipú, Casablanca, Valparaíso y Viña del Mar, y los carros para pasajeros tendrán una capacidad para 890 usuarios.
Además, junto con el transporte de pasajeros ofrecerá un servicio de carga, a través de dos ramales de conexión con los dos principales puertos del país: Valparaíso y San Antonio.
“El proyecto se financia con el pago de tarifa de los usuarios, como también a través de un peaje que deberán cancelar los privados por la carga”, explicó González.
La iniciativa contempla una inversión que alcanza los US$ 1.600, pero los expertos plantean que ese presupuesto podría crecer, pues el emplazamiento supondrá un desafío mayor en cuanto a construcción: se deberían edificar, al menos, dos túneles, uno de ellos en el sector de Casablanca y otro en Maipú.
Franco Basso, investigador del Observatorio de Movilidad Urbana de la U. Diego Portales, explica que se requieren alternativas para el desplazamiento, pues “las rutas 78 y 68 están sobrepasadas, con viajes que pueden durar cinco horas cuando hay un peak de vehículos”.
Añadió que un factor interesante de la propuesta es que no contempla recursos fiscales, sino que se hace cargo un privado. Con ello coincide Iván Poduje, socio de la Oficina Atisba: “Pienso que la inversión podría ser mayor, pero el potencial económico que se genera es enorme”.
Sostuvo que, además, este medio genera cambios en la calidad de vida de la población. “Las personas podrán vivir en la costa y trabajar en Santiago, lo que genera un dinamismo y crecimiento de las urbes”.
Cómo es el proyecto
El tren rápido uniría Santiago y Valparaíso en 45 minutos y contempla una inversión de US $ 1.600 millones
Fuente: La Tercera