Luego del fallo de la Corte Suprema que hizo inviable la construcción del Mall Puerto Barón, han surgido diversas ideas para dar un nuevo destino a ese paño costero de 14 hectáreas de propiedad de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), donde se emplazaría la frustrada obra: desde parques y centros de convenciones hasta retomar obras portuarias.
Cualquiera sea el proyecto, deberá sortear las limitaciones viales del sector, los escollos legales que dejó el fallo y el financiamiento que exigirá, lo que anticipa que se materializará a mediano y largo plazo. Ante esta situación, el alcalde Jorge Sharp, uno de los más enconados detractores que tuvo el frustrado mall y quien pidió al Gobierno traspasar el terreno al municipio, se encuentra realizando gestiones para acelerar su apertura al uso público.
Para ello, afirmó a «El Mercurio», se reunió con el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, y ha conversado con EPV para plantear «algo bien concreto: un uso transitorio de carácter perentorio en un proyecto que se puede implementar en seis meses».
Explicó que se trata de dotar al sector de espacios con prados, juegos y lugares de encuentro familiar, como los que dispone el borde costero de Viña del Mar. También pasa por volver a dar un uso a la bodega Simón Bolívar, para cobijar congresos.
«Eso exige una baja inversión, que pueden acometerla el Estado, la municipalidad e incluso privados que estén interesados», aseveró. Según Sharp, las conversaciones han avanzado, pero si no fructifican antes del 11 de marzo, dependerá de la voluntad del entrante Presidente Piñera.
Una de las dificultades que enfrenta la iniciativa -al igual que el deseo de Sharp de que el paño sea traspasado al municipio- es que EPV es una empresa pública del Estado creada por ley y que se rige por los estatutos de sociedades anónimas comerciales. Su directorio debe asegurarse del financiamiento de un proyecto en un bien de su propiedad y verificar que la inversión proyectada arroje utilidades a sus accionistas, el principal de ellos, el fisco.
Así lo ve el concejal PC Iván Vuskovic, quien señaló que la iniciativa de abrir al público el sector es acogida favorablemente en el Concejo, aunque su implementación práctica se ve difícil. «No basta con poner pasto y juegos; hay que aplicar medidas como guardias, para que efectivamente se pueda explotar de algún modo. Si no hay un concesionario, se va a llenar de ambulantes vendiendo café y fierritos, y será una cosa de bajo nivel», aseveró.
»Las conversaciones han avanzado, pero van a estar sujetas a lo que tenga lugar con el nuevo gobierno, porque al actual le quedan muy pocos días».
JORGE SHARP,
Alcalde de Valparaíso.
Fuente: El Mercurio