«Hace una semana y media venía por la entrada norte y me demoré una hora y cuarto en llegar hasta mi casa. Con eso te grafico lo compleja que es la movilidad en Valdivia. Salgo poco, y es precisamente por eso».
Ximena Lunecke, vecina de Isla Teja, describió así la compleja conectividad que actualmente posee la ciudad y que se aliviaría en 120 días, una vez que se concrete la anunciada apertura del puente Cau Cau para el tránsito de vehículos livianos, lo que promete descongestionar los viaductos Pedro de Valdivia y Calle Calle (ver infografía), disminuyendo los tiempos de viaje en hasta una hora. «Tengo la esperanza de que para este 18 de septiembre pueda usar el puente», dijo Lunecke.
Como ella, Roberto Paredes, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, dijo que la habilitación del viaducto «será una extraordinaria ayuda para la comunidad e incluso para la gente de la U. Austral, que va y viene desde Las Ánimas».
Patricio Alarcón, presidente del Consejo de Desarrollo de la Costa, dijo que la movilidad de los habitantes del litoral se verá facilitada sobre todo en verano, «ya que no tendrán que pasar necesariamente por el centro».
Tránsito de navíos
Los astilleros emplazados en la zona aún no se pronuncian oficialmente sobre la operación del puente, pero algunos ya advierten la complicación de restringir el libre tránsito fluvial que hasta ahora mantienen en el río Cau Cau, el único que permite la navegación de naves de más de 12 metros de altura.
Solo este mes de abril, el astillero más grande de Valdivia, Asenav, cruzó en siete ocasiones la zona del puente Cau Cau, debido a la actual construcción de un nuevo buque explorador de 90 metros de largo. «Esa fue una situación extraordinaria. Para los meses siguientes estimamos que estaremos realizando a lo menos dos pasadas mensuales por el río», dijeron desde la empresa, desde donde agregaron que el anuncio del MOP «fue un golpe que estamos tomando con mesura», pero que no descartan ejercer acciones legales si la estructura obstaculiza el paso de algún navío.
«Lo complejo de esto son las emergencias, que es cuando un barco solicita reparación con un par de horas de anticipación, en las cuales tendríamos que pedir la apertura urgente del puente. Si un navío viene averiado, no puede esperar, o si no se hunde», relataron.
Dichas aperturas de urgencia se ven difíciles de ejecutar, pues en las últimas pruebas de carga, izar cada brazo del puente tomó entre cuatro y seis horas.
Ricardo Cárcamo, capitán de puerto de la Armada, dijo creer que bajar los brazos del puente Cau Cau «no afectará el tránsito fluvial, dado que estamos realizando todas las coordinaciones necesarias», entre ellas, precisó, un protocolo que se creará junto al MOP «para las situaciones puntuales».
Fuente: El Mercurio