El 31 de mayo, Terminal Cerros de Valparaíso deberá entregar una nueva adenda respondiendo a los requerimientos ambientales y las mitigaciones por el impacto del proyecto en la ciudad.
Como prioritario para el país calificó la ministra de Transportes, Gloria Hutt, la necesidad de contar en el mediano plazo con una mayor capacidad portuaria y que por ello la construcción del Terminal 2 en Valparaíso es esencial para el país.
En un encuentro con autoridades y representantes de diversos sectores, organizado por la Fundación Piensa en Viña del Mar, la secretaria de Estado dijo que la construcción del nuevo terminal portuario, que lleva ocho años de tramitación, está en su plazo límite y si se posterga o no se construye definitivamente tendría un efecto «desastroso», especialmente para el comercio exterior.
El proyecto, concesionado en 2013 por 30 años al consorcio español OHL y luego traspasado a capitales australianos, ha enfrentado reparos tanto ambientales como de la comunidad. La concesionaria constituida para efectos del proyecto, Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL), tiene plazo hasta el 31 de mayo para presentar una tercera adenda respondiendo a los últimos requerimientos ambientales, y hasta octubre para utilizar la cláusula de salida que establece el contrato y desistirse si es que no recibe la aprobación definitiva.
Para el Ejecutivo, la nueva infraestructura deberá estar operativa hacia fines de la década de 2020, cuando la demanda de carga empiece a superar las actuales capacidades de los puertos, por lo que urge iniciar los trabajos, ya que la construcción de un nuevo terminal portuario demora como mínimo 10 a 12 años.
Aludiendo a las críticas ciudadanas que ha sufrido la iniciativa, entre ellas del alcalde Jorge Sharp, por el impacto que provocaría en el patrimonio de la ciudad, Hutt respondió que «cuando uno tiene un rol de autoridad no puede anteponer gustos personales a las necesidades de largo plazo, sobre todo cuando estamos hablando de proyectos de infraestructura de esta envergadura».
Por el contrario, destacó los beneficios del Terminal 2, recordando la serie de obras urbanas contempladas dentro del plan de mitigaciones, como mejoras en la avenida Errázuriz con la incorporación de áreas verdes y una ciclovía, así como la reparación de pavimentos, iluminación y mobiliario urbano. También se propone la construcción de una pasarela a la altura de la calle Edwards, para establecer una conexión peatonal entre el borde costero y Errázuriz sobre la vía férrea.
En los cerros, en tanto, está considerada una serie de obras, como la reconstrucción del ascensor Lecheros y la recuperación de dos miradores ubicados en la cota 100 sobre el nivel del mar, en la quebrada Márquez y en Playa Ancha (mirador Pezoa Véliz).
Pero los opositores al Terminal 2 insisten en su postura. Uno de ellos, el concejal y arquitecto Claudio Reyes, dijo que la ministra «cumple con su discurso institucional» y que mientras se insista en construirlo en el mismo lugar, «seguiremos rechazando». Explicó que «es como colocar una gran industria en el centro de la ciudad con todo su impacto».
Hutt, en cambio, indicó que además del Terminal 2 se deben concretar los dos proyectos de Puerto a Gran Escala contemplados, uno en San Antonio y el otro en Valparaíso (sector de Yolanda), y que las inversiones debieran hacerse por etapas en forma alternada, partiendo por San Antonio.
PLAZOS
El tiempo de ejecución de las obras de mitigación sería de unos 24 meses
Fuente: El Mercurio
