Familiares y autoridades realizaron ayer un ceremonia en honor a las 374 víctima que dejó la mayor tragedia náutica en Chile. Se buscará sacar piezas del naufragio con un robot y desarrollar un museo de sitio.
El trabajo conjunto entre la tripulación del «Cabo de Hornos», el buque oceanográfico de la Armada, y de investigadores de la Universidad Católica del Norte permitió identificar el punto exacto en donde se encuentran los restos del vapor «Itata», que naufragó frente a la costas de la comuna de La Higuera, Región de Coquimbo, el 28 de agosto de 1922. Ese día había zarpado desde Coquimbo con destino a Antofagasta, con viento sur y en mar agitado. En su cubierta llevaba más de 300 pasajeros, en su mayoría familias completas que iban a probar suerte en la industria del salitre, además de varias toneladas de carga.
Luego de 96 años, los sondajes realizados por la Armada permitieron confirmar que la embarcación se encuentra en una sola pieza, a 13 km de la costa y a una profundidad de 206 metros. La falta de luz y oxígeno a esa profundidad, según los científicos, ha permitido que su estructura se mantenga casi intacta.
«Ahora viene un trabajo de arqueología subacuática para poder llegar en un momento a sacar los restos, hacer un museo de sitio y con eso terminar este rescate patrimonial. La idea es hacerlo en Los Choros, el pueblo que se hizo cargo de esta tragedia y gracias a sus habitantes se mantuvo la memoria de los náufragos hasta nuestros días. También se quiere instalar una boya oceanográfica en donde se hundió el ‘Itata'», indicó Carlos Cortes, biólogo marino y documentalista.
En tanto, Ricardo Bordones, líder del proyecto de búsqueda de los restos del vapor, afirmó que «a la profundidad en que se encuentra, su estructura debe ser protegida de la pesca de arrastre. El proceso de rescate de los restos es carísimo, pero la U. Católica del Norte proporcionará un robot que permite llegar a esa profundidad y podrá sacar piezas con sus brazos».
Homenaje
En paralelo, ayer se realizó por primera vez una ceremonia en memoria de las 374 víctimas que dejó la mayor tragedia marítima en el país. En la oportunidad, las autoridades y familiares lanzaron al mar una ofrenda floral.
«El hecho de estar aquí es algo muy importante y cuando lanzamos las flores sentí que estábamos con ellos», dijo Patricio Caldera, sobrino nieto del capital del «Itata», Julio Caldera.
Explicó que pretende escribir un libro sobre la historia de su tío abuelo. «Hay unas cartas de sus compañeros de trabajo que decían que iba a ser su último viaje, quizás quería hacer una vida familiar. Él navegó mucho en su vida. Todas las personas que naufragaron con él y se salvaron destacan su calidad humana».
Para recordar a las víctimas, entre las localidades de Los Choros y Punta de Choros, existe un pequeño monolito.
«Esta tradición oral del ‘Itata’ siempre ha estado viva en la comunidad, mis abuelos y mis padres nos contaban de lo que había pasado con el hundimiento del ‘Itata’, y que había sido muy trágico. Es muy importante que esta historia se pueda dar a conocer», dice Pedro López, habitante de Los Choros.
En tanto, Tomás Tafra, gerente de Administración y Finanzas de la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), explicó que «el ‘Itata’ es un buque muy importante, fue parte de nuestra flota hasta cuatro años antes del naufragio. Llegó a la compañía en 1873, un año después de su construcción, por lo que tuvo una larga historia en la flota y la historia marítima chilena».
El «Itata» tenía 100 metros de eslora, un calado de seis metros y un desplazamiento de 1.776 toneladas. Fue construido en 1879 en los astilleros de R&J. Evans & Co., Liverpool, por encargo de la Compañía Sudamericana de Vapores. Su casco era de fierro.
CARGAMENTO
En sus bodegas llevaba 4.007 sacos de cemento, 1.300 fardos, 162 barriles de vino, 500 sacos de cebada, 213 vacunos y 500 corderos.
«Ya hemos presentado un plan de manejo y preservación del hallazgo del ‘Itata’ a las autoridades locales».
RICARDO BORDONES
LÍDER DE LA BÚSQUEDA DEL «ITATA»
«La ofrenda floral fue un momento muy emotivo y de agradecimiento a los que ya no están».
PATRICIO CALDERA
SOBRINO NIETO DEL CAPITÁN DEL «ITATA»
«Es muy importante que podamos rescatar la memoria marítima de nuestro país a través del ‘Itata'».
TOMÁS TAFRA
GERENTE DE CSAV
Fuente: El Mercurio