El Consejo Directivo del Sistema de Empresas Públicas (SEP), dependiente del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, comunicó ayer la designación de los nuevos miembros del directorio de la Empresa Portuaria Valparaíso (EPV), quienes asumirán plenamente como tales a partir del lunes 25 de junio.
De esta forma, el abogado, académico y exintendente regional entre 2010 y 2014, Raúl Celis Montt, asumirá como nuevo presidente del directorio de EPV, en reemplazo de Raúl Urzúa Marambio.
Lo acompañarán en este desafío el ingeniero y master en Planificación Urbana del MIT Raimundo Cruzat; la economista y exconsejera de la Cámara Chilena de la Construcción Encarnación Canalejo; la experta en finanzas y exdirectora de Enjoy Ana María Orellana; y el ingeniero, magíster en Ciencias Navales, excomandante en jefe de la Armada y exsenador Jorge Arancibia Reyes, quienes ocuparán los cargos de directores.
De acuerdo a lo indicado por el Consejo del SEP, el nuevo directorio de EPV tendrá un plazo de siete días, a partir de la fecha de su nombramiento, para desarrollar su primera sesión.
Una vez que recibió la confirmación de que encabezará el directorio, Raúl Celis se manifestó «muy agradecido de la confianza del Presidente Sebastián Piñera, y especialmente en una empresa que es tan relevante para el destino de nuestra región, que tiene como una de sus principales actividades a la portuaria, y dentro de esa actividad, el puerto de Valparaíso desempeña un papel relevante».
Lo primero que hará Celis tras instalarse en la testera de EPV será interiorizarse acerca «del estado exacto del proyecto Terminal 2, del estado exacto del proyecto del muelle de cruceros y del estado exacto de lo que va a ocurrir con los terrenos donde estaba presupuestada la construcción de mall Barón, y luego de tener un conocimiento más acabado, emitir opiniones más específicas».
No obstante, adelantó que su visión es que «Valparaíso necesita con urgencia concretar el Terminal 2 de la manera lo más armónica posible con la ciudad, y también me parece que es indispensable fomentar y fortalecer el turismo de cruceros, y como consecuencia, construir el muelle para esas embarcaciones».
El gran debate que le tocará enfrentar a Celis será el Terminal 2, puesto que el proyecto tal como está concebido cuenta con varios detractores, algunos de ellos actores relevantes en la ciudad, quienes plantean emplazarlo en otra ubicación, como la playa San Mateo o el sector de Yolanda.
Al respecto, Celis estima que «nosotros tenemos que trabajar en base a realidades, no en base a supuestos que no están sobre la mesa. Hoy día la realidad es que existe un proyecto, que está en un proceso en el Sistema de Evaluación Ambiental, entiendo que se han formulado muchas observaciones, pero la idea es lograr que ese proyecto sea lo más armónico posible con la ciudad, sin perjuicio, por supuesto, de estar abierto también a estudiar o profundizar en esta materia con otros sectores relacionados con la industria».
En cuanto al muelle de cruceros, Celis cree que «es fundamental, y yo creo que va a salir antes, porque el T2 creo que va a tener una tramitación larga, probablemente existan recursos (judiciales) ahí. El muelle de cruceros es muy relevante si Valparaíso pretende generar nuevas industrias, como es la del turismo, que podría denominarse un turismo cultural, de cruceros, de ciudades patrimoniales, que es una actividad relativamente nueva en la ciudad. Desde luego que eso hay que concretarlo lo antes posible».
En cuanto al destino que tendrá el sector del muelle Barón, donde se iba a emplazar el mall, Celis estima que «eso va a tener que ser materia de un largo estudio con los demás directores y con los ejecutivos de la empresa. Yo en varias oportunidades me manifesté no muy partidario del mall Barón, creía que los recintos portuarios, por lógica, debían pensarse en un horizonte de 50 o 60 años, y que en ese sentido, no era bueno ocuparlos ni reducir su superficie. Por lo tanto, creo que debe tener un destino que se vincule con las actividades portuarias. Específicamente cuál, eso lo vamos a tener que ver en el seno del directorio».
Para Celis, la posibilidad que ha planteado el alcalde Sharp, sobre destinar ese sector a un gran paseo público, no es adecuada, y considera que «eso hay que conversarlo previamente con el directorio, pero si es por paseos, está la avenida Altamirano, que es un paseo precioso y completamente subutilizado, teniendo la primera vista al mar, muy pocos porteños van a pasear ahí. No creo que sea la solución instalar una plaza y comercio en el sector Barón, sino que hay que intentar relacionarlo con la actividad portuaria, así que, más que un lugar de esparcimiento, veo más factible un Terminal 3, por ejemplo».
Por su parte, Jorge Arancibia coincidió con Celis en que «el Terminal 2 es vital, y el segundo tema importante es el muelle de cruceros. Si no sale el Terminal 2, olvidémonos del puerto de Valparaíso, o sea, San Antonio se lleva absolutamente todo y nosotros pasamos a ser un puerto de segunda categoría. Fuimos el principal puerto del país durante toda su historia, hasta hace un tiempo, en que San Antonio adquirió una posición relevante».
En cuanto a las opiniones que plantean ubicar el T2 en otro sector, Arancibia considera que «no es lo adecuado, porque las obras que hay que hacer son de un costo monumental, y el país no está en condiciones de desarrollar infraestructura portuaria de esa magnitud, como para generar un nuevo rompeolas, un nuevo molo de abrigo que tenga una dirección complementaria con al del actual, que algo alcanza a abrigar las aguas del sector donde se proyecta el T2, así que no quiero ser un soñador que vaya sobre temas que son irrealizables».
A su juicio, «hay que ir a lo concreto. En este momento hay un sector económico interesado en llevar adelante el T2, la factibilidad de hacerlo existe y en lo que hay que tratar de llegar a los acuerdos adecuados es en el cumplimiento de las demandas que se le han planteado en las observaciones, para suplir ciertos efectos negativos que pudiera tener».
En cuanto al muelle de cruceros, Arancibia cree que «es un proyecto importantísimo para la ciudad, las instalaciones para recibir a los pasajeros ya están, falta el muelle, y creo que podría construirse en paralelo o incluso antes del T2, en un sector más cercano al muelle Barón».
Sin embargo, ya se advierte una primera diferencia de opiniones entre los nuevos miembros del directorio de EPV, pues para Arancibia, el tercer objetivo importante es «la integración ciudad-puerto, que vendría, según mi criterio, en el área de lo que iba a ser el proyecto Puerto Barón, y conectarlo con el paseo Wheelwright».
Es decir, a diferencia de Celis, Arancibia va más en la línea de lo que ha propuesto el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, para ese sector del muelle Barón: un gran paseo público, que considere además comercio, artesanía y otras instalaciones, como un centro de convenciones, por ejemplo.
«Yo viví en Argentina en una época en que el puerto de Buenos Aires estaba muy venido a menos, y lo transformaron en Puerto Madero, que hoy día es una maravilla, así que yo creo que acá habría que ver de qué manera se logra el acceso de la gente a ese sector», subrayó.
EL DEBATE SOBRE UNA LEY DE PUERTOS
Un debate que se dará durante el periodo de este nuevo directorio de EPV será la discusión sobre una ley de puertos, que el alcalde Sharp ha impulsadocomo Ley Valparaíso, y que también podría ser parte de una futura Ley de Rentas Regionales, comprometida desde el reciente gobierno de Michelle Bachelet. Para Raúl Celis, «primero hay que preguntar sobre qué base tributa el puerto. ¿Sobre lo que le pagan los concesionarios por derecho a patente? ¿Sobre la carga? ¿Qué porcentaje de la carga? En fin, creo que es un proyecto interesante, pero hay que aterrizarlo muchísimo más, o sea, que parte de los recursos queden en la zona, de acuerdo, pero veamos cómo se calculan y cuál es la base respecto de la cual se obtendrán los recursos. Por su parte, Jorge Arancibia recordó que cuando fue senador presentó un proyecto de ley orientado a que los puertos tributen en las ciudades que los albergan, dejándoles mayores recursos económicos, pero en esta ocasión prefirió no emitir una opinión sin antes discutirlo en el directorio.
5 integrantes componen el nuevo directorio de EPV, el que será presidido por Raúl Celis, acompañado por Ana María Orellana, Encarnación Canalejo, Jorge Arancibia y Raimundo Cruzat.
2 proyectos se plantean como los principales objetivos de Raúl Celis y Jorge Arancibia en el periodo que estarán en el directorio: el Terminal 2 y el muelle de cruceros.
25 de junio asumirá sus funciones el nuevo directorio de EPV, fecha a partir de la cual sus miembros tendrán un plazo de siete días para llevar a cabo su primera reunión.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso