A dos años de la ampliación de la vía interoceánica, el ingeniero destaca que su «desempeño ha superado con creces las expectativas» y está «rediseñando las rutas comerciales mundiales».
Como buen ingeniero, el administrador del canal de Panamá, Jorge Quijano, es una máquina de cifras y datos. El número exacto de tránsitos, el tonelaje de la carga y las proyecciones financieras los maneja como si tuviera una planilla Excel en la cabeza, sobre todo ahora cuando el país conmemora dos años desde la ampliación de la vía interoceánica, el proyecto de mejora más ambicioso en sus 103 años de historia.
«Verdaderamente el desempeño del canal de Panamá ha superado con creces las expectativas, y apostamos a seguir por ese camino», dice Quijano, quien sostiene estar «muy orgulloso» de la operación de los dos juegos de esclusas neopanamax inaugurados en 2016, que son 40% más largas y 60% más anchas que las antiguas; gracias a ello, permiten el paso de enormes buques que triplican la capacidad de carga y pueden tener dimensiones de hasta 49 metros de manga, 366 metros de eslora y 15 metros de calado. «Hasta el 26 de junio, por el canal ampliado ya habían transitado 3.745 embarcaciones neopanamax, confirmando la eficiencia de la ruta y la confianza de la industria marítima», asegura el administrador del canal.
«En dos años, además, la ruta ha registrado hitos notables como el tránsito del crucero más grande por el canal hasta la fecha, el ‘Norwegian Bliss’, con más de 168.000 toneladas brutas y cerca de 5.000 pasajeros, y el tránsito del buque contenedor de mayor capacidad, el ‘Theodore Roosevelt’, con un total de teus (unidad de contenedores) permitidos de 14.863. Por otro lado, este año añadimos un espacio adicional de reserva para buques neopanamax para atender la creciente demanda de la ruta, alcanzando un número total de ocho espacios de reserva por día», destaca.
Quijano explica que esta nueva capacidad permitió que el año fiscal 2017 concluyera con «cifras récord» de tonelaje transportado por el canal de Panamá (403,8 millones de toneladas CP/SUAB), un incremento de 22% respecto del año anterior. «Fue mucho más allá de las expectativas», insiste. Si en 2016 hubo 13.114 tránsitos de buques a través de la vía, con ingresos por peajes de US$ 1.933 millones, en 2017 registraron 13.548 pasos e ingresos por US$ 2.238 millones.
Respecto de los cambios más significativos desde la ampliación, el administrador del canal remarca la llegada de los enormes buques del segmento de gas natural licuado (GNL), que han registrado 358 tránsitos, los que se proyecta aumentarán en 50% este año. «El canal ampliado está rediseñando las rutas comerciales globales, sobre todo en la industria del GNL, ya que las navieras tienen más oportunidades de aprovechar las economías de escala provistas con las esclusas neopanamax. Es por esto que desde el Canal de Panamá confiamos en que se facilitará el crecimiento en el comercio internacional», dice. «Nos encontramos listos y preparados para afrontar esta demanda».
En el horizonte, sin embargo, aparecen algunos nubarrones. La «guerra comercial» declarada por el Presidente de EE.UU., Donald Trump, a China y a la UE, con el incremento de aranceles a varias industrias, podría tener repercusiones en el Canal de Panamá, que opera como un termómetro del comercio global.
«No hay que tener miedo a lo que pueda pasar, pero sí estar atentos», asegura Quijano.
«Estamos atentos a que el próximo 4 de julio entran en vigencia ciertas tasas que está imponiendo EE.UU. a algunos productos que llegan a través del Canal de Panamá hacia la costa este de EE.UU. y al golfo procedentes de China, y eso podría tener un impacto», reconoce.
De todos modos, Quijano relativiza la dependencia de la vía interoceánica solamente del comercio chino-estadounidense: «Aunque puede ser importante, un impacto de esa tensión entre China y EE.UU. no es devastador para el canal de Panamá, debido a que tenemos otras rutas importantes. El primer usuario del canal como país es EE.UU. y el segundo es China, y se da justamente porque existe un intercambio comercial muy grande entre estas naciones. En tercer lugar tenemos a Chile y luego está Japón, y eso es muy positivo porque nos da alternativas».
En este contexto, Quijano señala que Panamá -que recién en 2017 estableció relaciones diplomáticas con Beijing, tras romper con Taiwán y acoger el principio de «una sola China»- seguirá velando para que la actividad del canal dependa de la demanda de mercancías y no de factores políticos: «El servicio que ofrece nuestro canal es totalmente neutral; eso quiere decir que cualquier buque, procedente de cualquier país, puede transitar por la vía acuática siempre y cuando cumpla los reglamentos internacionales que rigen el comercio marítimo internacional».
3.745 embarcaciones neopanamax han transitado por el Canal ampliado desde su inauguración el 26 de junio de 2016. De estos barcos, 358 han sido buques de gas natural licuado (GNL).
Fuente: El Mercurio