Ante la amenaza de que la administración de Donald Trump aplique aranceles adicionales a US$200.000 millones de China, un total de 150 gremios estadounidenses solicitaron no seguir adelante con la medida, por considerar que “daña los intereses económicos del país, las familias, los negocios y los trabajadores”.
Mediante una carta, dirigida al representante comercial de EEUU, Robert Lighthizer, el empresariado reconoció que “los problemas de larga data en China han impactado negativamente a muchas firmas” del país, por lo que apoyan “los esfuerzos para negociar soluciones significativas, vinculantes y de largo plazo con el gobierno chino”.
Sin embargo, subrayan que “la aplicación de estos altos niveles de aranceles a los productos chinos continuará pasando por alto el punto” principal del debate.
En China también se pronunciaron respecto al riesgo que asecha a sus exportaciones. “Si Estados Unidos, independientemente de la oposición, adopta nuevas medidas arancelarias, China se verá obligada a desplegar medidas de represalia necesarias”, sostuvo ayer Gao Feng, ministro de comercio del país asiático, reiterando que responderán con aranceles a US$60.000 millones de importaciones estadounidenses.
