Luego de un intenso período de trabajo, este jueves Astilleros Arica devolvió al mar el PAM EPERVA 56 mediante la tradicional ceremonia de bautizo y botadura.
Se trata del décimo pesquero de alta mar que ha sido sometido a un proceso de recuperación y actualización tecnológica, incorporando sistemas que cumplen con un estándar de última generación en la industria pesquera mundial.
Esta labor, fue desarrollada en su totalidad, por profesionales y técnicos de Astilleros Arica, empresas contratistas locales y bajo la rigurosa supervisión de la AA.MM.
“Proyectos como este –que demandan una alta exigencia técnica–, son los que han permitido a este Astillero consolidarse como un actor estratégico en la industria marina, pesquera y de defensa nacional”, señaló en su discurso Marcelo Mahuzier, gerente general de AASA.
De esta manera, cada año por las instalaciones de Astilleros Arica pasan decenas de barcos pesqueros industriales, semi industriales y artesanales, además de otras naves de servicio general y de la Armada de Chile para ser sometidas a rigurosas mantenciones, además de reparaciones obligatorias y reglamentarias, que aseguran la operación en el mar.
En consecuencia, Astilleros Arica se ha constituido en una pieza fundamental e imprescindible como respaldo logístico de la industria marítimo-portuaria, pesquera e, incluso, de defensa de la macrozona norte del país.
Mahuzier destaca que para hacer frente a esta creciente demanda, “Astilleros Arica inició hace ya algo más de 2 años la primera etapa de un ambicioso plan de inversiones en infraestructura y activos críticos, incorporando nuevas tecnologías e impulsando la contratación y la capacitación de nuestros técnicos y profesionales. El objetivo es lograr una mayor productividad y calidad en nuestros servicios de manera de responder de mejor forma a los requerimientos y exigencias de nuestros clientes”.
Valor patrimonial de Arica
La segunda etapa de este plan de inversiones, que se encuentra ya a nivel de anteproyecto, busca modernizar la infraestructura del astillero, recogiendo criterios arquitectónicos tradicionales de la zona norte del país, al mismo tiempo que contribuir al desarrollo del borde costero central de Arica.
“Asumimos el propósito de reconectar la ciudad con su litoral y, por ello, nos proponemos racionalizar los espacios que ocupan nuestras instalaciones para que la actividad industrial y marítima de este astillero esté abierta a los ciudadanos, integrada a la vida cotidiana de la ciudad y plenamente incorporada al circuito turístico urbano de Arica”.
Existe un valor patrimonial de Astilleros que la empresa busca preservar y capitalizar para Arica y sus próximas generaciones. Tal y como ocurre en otras grandes ciudades portuarias del mundo, donde los astilleros conviven y armonizan con un creciente desarrollo urbano, inmobiliario y turístico de alto nivel, donde se potencian mutuamente, generando atractivos polos de crecimiento.
“Creemos que es un dilema falso plantear que la ciudad debe escoger entre una u otra línea de desarrollo. La experiencia internacional demuestra que la compatibilidad es posible y necesaria”, puntualizó el ejecutivo.