San Antonio, que ya lo había desplazado en los cruceros, este mes es el gran punto nacional exportador de estas mercaderías.
Apenas 3.006 toneladas de fruta ha embarcado el puerto de Valparaíso entre el 16 de noviembre pasado, cuando se inició el paro portuario, y ayer, tras cumplirse un mes de la movilización. La caída es del 95% en relación a las 59.883 toneladas de esos productos que embarcó en ese mismo lapso de 2017, cuando concentraba el 54% de estos embarques a nivel nacional.
Así se desprende de las estadísticas entregadas por Juan Carlos Sepúlveda, gerente de la Federación de Productores de Fruta de Chile (Fedefruta) que, además, reflejan la situación inversa en el puerto de San Antonio, que a raíz de anteriores conflictos portuarios ya había desplazado a Valparaíso como home port de cruceros. Si en ese mismo lapso, el año pasado San Antonio embarcó 7.380 toneladas de fruta, a raíz de la movilización en Valparaíso vio crecer esa cifra casi 10 veces para situarse en 70.368 toneladas al captar el 70% de los embarques frutícolas del país.
La movilización sorprendió a los envíos de fruta en su fase inicial, por lo que los exportadores estiman que los daños económicos los está sufriendo Valparaíso, que la temporada pasada ya había perdido US$ 8,4 millones al dejar de atender 89 mil pasajeros de cruceros. Pero el presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas, Ronald Bown, advirtió que se está ingresando a las semanas peaks de envíos de arándanos y cerezas, lo que tendría un mayor impacto. «La incertidumbre sobre si recibirán las frutas a tiempo crece entre los importadores» y se arriesga a que resuelvan cambiar de país proveedor, indicó.
Ayer, el vocero de los estibadores eventuales, Pablo Klimpel, señaló que tras rechazar la oferta que el viernes les presentó TPS «ahora estamos conversando con instancias de gobierno, exportadores de frutas y otras para ver cómo resolver esto».
Según el dirigente, los puntos que persisten en conflicto son el del bono de $2 millones y el fin de las «listas negras», pues existe acuerdo con TPS en formar una mesa que aborde las condiciones laborales de los eventuales. Sobre el primer punto, rechazaron el préstamo de $550 mil más una giftcard de $200 mil ofrecido por la empresa. En cuanto al segundo, es la empresa la que se niega a reintegrar a seis estibadores que enfrentan causas judiciales por actos violentos en las manifestaciones. «Esperamos que el gobierno medie a través de las atribuciones del Estado», dijo.
El intendente Jorge Martínez respondió que la ministra de Transportes, Gloria Hutt, comprometió para enero una mesa tripartita que revise la situación de los eventuales y el nuevo presidente de EPV, Raimundo Cruzat, logró sentar a dialogar a las partes.
«Lo que ha ocurrido es que en la última semana ha escalado la violencia, ya que se están arrojando molotovs y piedras (desde la sede del sindicato de estibadores) lo que es una alteración grave del orden público», dijo la autoridad, que recordó que estibadores que desean trabajar denuncian ser hostigados.
Pero ayer, los voceros de los estibadores acusaron que dirigentes que han simpatizado con su causa han sido seguidos y agredidos por desconocidos y que el estibador acusado de acuchillar a un carabinero «fue víctima de un montaje». Insistieron en que pueden obstruir la realización del Año Nuevo en el Mar.
Fuente: El Mercurio
