«Vamos a seguir los pasos en las instancias que estimamos pertinentes porque estamos convencidos de que tenemos argumentos válidos», comenta el gerente general de la Zona de Extensión de Apoyo Logístico (ZEAL), Enrique Morales, tras el rechazo de la Corte de Apelaciones de Valparaíso al recurso de protección presentado por el concesionario contra EPV, que autorizó a Terminal Pacífico Sur (TPS) a aforar en sus dependencias mediante un avenimiento.
Para el ejecutivo el fallo emanado del tribunal respondió más a un tema de forma, pues a su juicio se basa en «aspectos más bien formales, pero no entró a analizar el fondo», remarcando que en el documento la corte observa que dicho recurso no es el más idóneo para aplicar en este caso.
«En ese escenario, sostenemos que aún hay margen para que la Corte considere y analice un poco más el fondo, pensando que el acuerdo de avenimiento es arbitrario a nuestro juicio, nosotros mantenemos esa convicción y sobre todo que daña la competitividad del sistema logístico», agregó Morales que precisa que, como primer paso, apelarán la resolución tomada por el tribunal.
«Seguiremos las instancias en la Corte de Apelaciones y si es necesario a la Suprema, es decir vamos a agotar las instancias porque estamos convencidos de que si, en definitiva, eso ocurre va a ser negativo y no sólo para ZEAL, sino que para el puerto porque no tiene espacio», sentenció, no descartando otras acciones como incluso recurrir al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC).
El gerente general del concesionario de la parte alta de Valparaíso recalca sus argumentos para oponerse al avenimiento que firmaron la empresa portuaria con TPS y que puso fin a demandas mutuas que ambos habían interpuesto ante el TDLC.
«En definitiva lo que estamos planteando es que ese avenimiento amenaza los derechos que tiene ZEAL en la concesión y que emanan del contrato. Nuestro planteamiento central es que hay derechos de índole constitucional que están amenazados. Ese avenimiento afecta la propiedad de los derechos que manda el contrato», subrayó.
También destacan otros aspectos que se confirmaron en el marco de la tramitación y alegatos del recurso de protección, como el hecho que ninguno de las entidades involucradas en los aforos como el Servicio Nacional de Aduanas, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y el Seremi de Salud tenían conocimiento previo del avenimiento. Además, en el caso de Aduanas y el SAG, añaden que no cuentan con dotación para atender los aforos en otro lugar, entendiendo que con la medida, estos deberían realizarse en el concesionario del Terminal Uno y a futuro, si así lo estima, en el del Terminal Dos (TCVAL).
Junto con ello, el ejecutivo también resaltó que Aduanas hizo hincapié en que los terminales deben contar con áreas para aforar las cargas de importación y exportación.
«El avenimiento habla solamente de aforos de importación y lo interesante en este tema es que Aduanas en las respuestas al informe solicitado por el tribunal, establece una serie de requisitos que son los que se le pide a cualquier extraportuario o intraportuario, pero lo relevante es que habla de que se deben hacer aforos de importación y exportación. Entonces, desde nuestro punto de vista, allí se deja en claro que hay un elemento arbitrario porque en el avenimiento solamente se alude a la carga de importación, que son las más rentables», argumenta Morales, para quien este planteamiento refuerza su convicción de que la medida es arbitraria y no responde a un trato igualitario, pues «se llegó a un acuerdo solamente sobre una parte de las inspecciones».
Por último, el ejecutivo apunta al escaso espacio con que cuenta Valparaíso en su borde costero y que fue en definitiva lo que motivó la creación de la ZEAL. «Si al puerto le falta espacio este avenimiento lo que hace es agregarle actividades que pueden ser realizadas perfectamente fuera y que es el planteamiento que defendió EPV durante cuatro años. Y el rebote natural de esto va a estar en la ciudad porque se va a ver afectada».
Fuente: El Mercurio Valparaíso