Una fuerte sacudida en el mercado exportador chileno significó la autodenuncia realizada por la exportadora chilena Río Duero de que un cargamento de 3.600 cajas de fruta exportada a EEUU podría estar contaminado con la bacteria listeria, que puede generar infecciones graves en recién nacidos, embarazadas y adultos mayores.
Dicho cargamento fue retirado inmediatamente de los mercados norteamericanos y las autoridades chilenas, lideradas por el ministro de Agricultura, Antonio Walker, llamaron a la calma, destacando la “seriedad” de Chile para enfrentar el tema.
Este hecho coincidió con la puesta en marcha de la norma Food Safety Modernization (FSMA) en EEUU para regular la calidad del agua y la creación de un seguro especial para los exportadores.
PULSO se contactó ayer con el encargado de Seguridad Alimentaria de la Food & Drugs Administration (FDA), Peter Cassell, quien aunque confirmó los antecedentes de la autodenuncia, declinó adelantar los pasos que seguirá la entidad dado que “existen variadas razones por las que no se puede decir nada”. Esto, aludiendo a posibles repercusiones en caso de una investigación.
particular y aislado. En la jornada de ayer el gremio exportador frutícola salió en conjunto a enfrentar el problema detectado en la fruta exportada, y llamó en forma unánime a la tranquilidad y a evitar la exageración de la autodenuncia.
De hecho, firmaron una declaración conjunta, en la que participaron con su rúbrica -pero sin hacer declaraciones- el gerente general de Río Duero, Diego Ruiz-Tagle, y el gerente general de la exportadora Subsole, Juan Colombo López, empresa y packing protagonistas de la autodenuncia realizada ante la FDA norteamericana.
El presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex), Ronald Bown, señaló que “hacemos un llamado a la tranquilidad y a no exagerar los hechos” ya que “han sido detectados de una manera oportuna, velando así por el cumplimiento de las normativas internacionales y la salud de los consumidores”.
Pese a que el gremio frutícola explicó que este fue un “caso particular y aislado”, señalaron que este tipo de situaciones pasa “todos los días en EE.UU., ya sea por una situación compleja o como precaución”.
En la misma línea, el gerente general de la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta), Juan Carlos Sepúlveda, destacó la reacción de autodenuncia como algo positivo, ya que “es primera vez que aparecemos en un informe del FDA, pero justamente yo lo veo como un punto a favor en la prevención que tenemos nosotros respecto de la frutas que estamos entregando a su mercado”, sostuvo.
Los dirigentes gremiales frutícolas ratificaron que no se ha detectado alguna consecuencia negativa derivada del consumo de esta fruta y en cuanto a los consumidores chilenos, Ricardo Adonis, de la Fundación del Desarrollo Frutícola, señaló que la “fruta que voluntariamente se retiró del mercado fue embalada el 27-28 de diciembre, por lo que no hay fruta de carozo que pueda estar disponible en buen estado en este momento, así que eso contribuye a que los consumidores nacionales estén tranquilos”.
Consultados por si la situación era similar a la ocurrida en 1989, por el envenenamiento de dos uvas con cianuro en un cargamento a EE.UU., Bown señaló que “es un caso distinto por esa vez se trató de un complot de carácter político”.
De la misma forma, señalaron estar confiados en que los mercados reaccionarán adecuadamente.
Fuente: Pulso