En pleno desarrollo se encuentra el proceso por el cual el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) debe determinar las condiciones en que se licitará el Puerto de Gran Escala (PGE) en San Antonio. Esto a solicitud de la propia empresa portuaria local que aceleró los tiempos de la iniciativa luego que el Gobierno optara por dicha alternativa para levantar el megapuerto que en plena operación podrá movilizar hasta 6 millones de contenedores al año.
En ese plano, los intervinientes han manifestado sus observaciones, incluyendo la empresa portuaria de Valparaíso, la que ya hizo hincapié en una eventual sobreestimación de la demanda y también sobre el efecto que este terminal tendría en la competencia .
«En primera instancia, cabe señalar que en el contexto regional, si Chile no genera inversiones para la construcción de un Puerto de Gran Escala, perderá competitividad frente a sus vecinos, pues Perú ya aprobó la construcción de un PGE y recibirá las cargas necesarias para desplazar a los puertos chilenos», comentó Felipe Ulloa, exconsultor de la CEPAL, de las Naciones Unidas, entre otros organismos internacionales, y exasesor del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones para los gobiernos de Sebastián Piñera y Michelle Bachelet.
«Un PGE será una oportunidad para Chile y su posicionamiento global, recibiendo incluso las cargas del interior de Argentina. En este sentido, la dotación de infraestructura es crucial para la reactivación de la economía y el desarrollo», remarcó el experto, que también apuntó al actual tránsito de la iniciativa en el marco del TDLC que debe cautelar por un aspecto medular en materia económica.
En esa línea, Ulloa, sostuvo que en cuanto a los aspectos a considerar para mantener la competencia, se debe recordar que el sistema de puertos chilenos se establece sobre la base de las autoridades locales autónomas, desde donde se asignan distintas secretarías estatales para la gestión del sector, con distintas funciones tales como Ministerio de Transportes y Autoridad Marítima. No obstante, agregó que la Ley 19.542 de modernización de puertos establece la necesidad de consulta acerca de la libre competencia, bajo dos condiciones bien específicas.
«Un Puerto a Gran Escala puede generar un cambio en la estructura de mercado al interior de la Región de Valparaíso. No obstante, la competencia y modernización es crucial para el sector y el posicionamiento de Chile en el contexto internacional», subrayó el consultor internacional.
En este sentido, añadió, «se hace absolutamente necesaria la construcción de un PGE y Valparaíso debería reforzar la vocación turística compitiendo con la llegada de los buques de pasajeros entre otros».
En su análisis, recalca que hay aspectos relevantes a considerar para garantizar la libre competencia en los puertos de la zona.
«Se relacionan con impedir las fusiones y la concentración de la propiedad de estos (puertos), además de regular la integración vertical en distintos porcentajes entre 40% y 80%, cuestión que supone la necesidad de repensar las cadenas logísticas de transportes nacionales, de modo de asegurar la movilidad de las cargas y la competitividad de los actores del sector agroexportador, entre otros», puntualizó Ulloa, quien además subrayó que hay factores de índole laboral a tomar en cuenta.
«Se deben considerar las relaciones contractuales con los colaboradores en las faenas de los puertos, evitando los escenarios de conflicto permanente», indicó.
Ulloa también se refirió al nuevo actor que ingresará a San Antonio y que son los árabes de Dubai Ports World, que pasarán a controlar Puerto Central, uno de los terminales de San Antonio.
«El que tal operador pague 502 millones de dólares por las acciones de una firma de servicios portuarios sudamericana es una señal que se debe entender de forma positiva para imprimir no sólo competencia en el sector, sino que además modernizarlo», enfatiza.
A ello , agrega que se le debe sumar la oportunidad de considerar una nueva relación con los trabajadores de los puertos, con la finalidad de evitar situaciones de conflicto permanente, posicionando así a los trabajadores de los puertos al mismo nivel estratégico que tiene la industria de puertos en el mundo, sobre todo por lo que implica para la economía nacional el comercio exterior.
«La operación de DP World en Chile también se relacionara con una mayor inversión en infraestructuras y seguramente esto gatillará que se asocien obras de ampliaciones de carreteras en el contexto del hinterland portuario de las regiones que transfieren mayores volúmenes de carga», precisó el consultor, agregando que su presencia también puede ser un impulso para el desarrollo portuario, y específicamente para el PGE.
«La llegada de DP World Chile hace pensar en la necesidad de mantener actualizado un Plan Director de Infraestructuras y Transportes para dinamizar la economía nacional y la economía de las regiones donde la firma tendrá presencia, pues Chile no debe seguir retrasando la construcción de un puerto de gran escala», concluyó Ulloa.
OPORTUNIDAD DE MODERNIZACIÓN
Otra de las cosas que prevé Felipe Ulloa es la opción que se le abre no sólo a San Antonio, sino que todo al país con el arribo de la inversión árabe a Puerto Central. «La firma DP World se encuentra operando en los puertos más importantes a nivel mundial. Así, pues, Chile posee ahora la gran oportunidad de modernización y captar las cargas regionales (interior de Argentina, Bolivia y norte de Perú, entre otros) que tienen como destino los puertos de California y, posteriormente, China. A lo anterior se le debe sumar que en la operación de comercio exterior Chile posee instrucciones fuertes y reputadas», opinó el experto.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso