El reimpulso de la industria de cruceros que tiene al líder del sector visitando Chile

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La autorización del cabotaje por los puertos nacionales ya está mostrando señales. Durante las próximas semanas, representantes de la principal compañía de cruceros del mundo, Carnival, llegarán a Chile para estudiar posibles rutas por los terminales locales. Es que ahora se podrá acceder a una demanda que antes estaba limitada por la imposibilidad de recalar en el territorio. La autoridad ya toma cartas en el asunto: reactivó mesas en ciudades-puerto y trabaja con países vecinos para avanzar en un circuito regional.
En las próximas semanas, la principal compañía de cruceros del mundo visitará Chile. Ejecutivos y abogados de Carnival Corporation aterrizarán en el país con una finalidad: estudiar el mercado para generar una ruta que recorra las costas nacionales; el puntapié inicial de lo que podría ser la explosión de una industria que hasta hace algunos meses solo podía aspirar al 5% de la demanda de cruceristas del orbe, y ni pensar en la posibilidad de hacer rutas por los terminales locales; hoy el escenario cambió.

En febrero se publicó la nueva ley de cabotaje de pasajeros, que autoriza el tránsito de naves extranjeras por el territorio nacional, permitiendo que un crucero recorra Chile recalando en cualquier puerto del país, lo que antes estaba prohibido. Este nuevo escenario abre la posibilidad de captar toda la demanda interesada.

La subsecretaria de Turismo, Mónica Zalaquett, explica que previo a esta normativa y ante la imposibilidad de recalar en puertos nacionales, los viajes que se ofrecían debían ser superiores a los 11 días, para permitir parar, por ejemplo, en Valparaíso y luego navegar hasta llegar a otro país. Esto, en instancias de que el 95% de los cruceristas que mueve la industria toma viajes por un máximo de siete días, o sea, Chile podía acceder solo al 5% de la demanda que pagaba por subir a un barco por más de 10 días. Ahora, con el permiso para recalar en cualquier puerto, el país puede ofrecer trayectos por una semana o menos, entrando a competir por el gran público. “Esta nueva ley de cabotaje entrega la oportunidad de que la industria de cruceros pueda ver a Chile como atractivo, dado que aquí va a poder construir paquetes de siete días o menos”, explica Zalaquett.

Y si bien el efecto real de la normativa se verá hacia 2021 -dada la anticipación con la que se arman las rutas-, ya hay luces de lo que podría generar.

En abril se llevó a cabo la feria de cruceros más importante del mundo, Seatrade Cruise Global 2019, en Miami. La subsecretaria asegura que en esa instancia se vio un alto interés de las grandes compañías por este lado del mundo. “Que Carnival haya expresado un interés tan grande nos genera altas expectativas, porque representan el 42% de la industria mundial”, precisa.

Durante la temporada que acaba de finalizar llegaron a Chile 275 cruceros, con 321.075 pasajeros a bordo, un alza de 19,6% frente al período anterior. Y si bien la subsecretaria prefiere no dar proyecciones, sí estima que el crecimiento debiera ser exponencial. A nivel mundial, el sector mueve más de 28,5 millones de pasajeros, y se prevé que en 2027 ese número suba a 40 millones. Y el gobierno ya se prepara para hacerle frente a esa demanda.

La semana pasada, la subsecretaria se reunió con la ministra de Transportes, Gloria Hutt; los presidentes de los puertos y el gremio Puertos del Cono Sur, y se tomó la decisión de activar los Consejos Ciudad-Puerto, que si bien existen por ley, no se habían impulsado con fuerza. Es que hoy la gran deuda que tiene Chile -a ojos de la industria- es justamente la experiencia de los cruceristas al salir del puerto. De hecho, Zalaquett precisa que no existen críticas relacionadas con el servicio de los terminales, por el contrario, el tema es lo que ocurre fuera de ellos. “Activamos estos consejos y les vamos a pedir que empiecen a generar una gobernanza mirando al crucerista, qué hacemos para que en la próxima temporada ese crucerista tenga una buena experiencia”, dice. Estimaciones apuntan a que los pasajeros bajan entre ocho y 10 horas, y gastan desde US$ 67,5 a US$ 110 cada uno. A lo que se suman los cerca de US$ 400 mil que genera en el puerto la recalada de un crucero mediano, de unos 3.000 pasajeros.

El trabajo, sin embargo, no se agota solo ahí. La idea es ampliar la mirada y trabajar en potenciar el Cono Sur como destino. Zalaquett señala que en Seatrade le comentaron que una persona aficionada a este turismo toma cinco cruceros en promedio, y que obviamente no irán siempre al Caribe, ante lo cual están buscando nuevos horizontes. “En esa búsqueda, Sudamérica se está volviendo muy atractivo”, dice.

Hoy somos la temporada espejo de un destino consolidado como Alaska, por lo que existe una posibilidad de que los buques puedan venir a este lado en la contratemporada. Sobre todo, considerando que en los próximos años -cuenta la subsecretaria- la industria debiera sumar 120 nuevas naves de más de 3.000 pasajeros cada una. “Ellos ven que el Cono Sur se puede volver un destino emergente, y ahí Chile tiene altas posibilidades”, estima.

Y ya se está trabajando en conjunto. El 12 de diciembre, la autoridad firmó una carta de intenciones con el administrador de la Autoridad Marítima de Panamá, Jorge Barakat, para potenciar una ruta de cruceros por el Pacífico Sur, con recalajes intermedios y que contemple a Chile como destino final.

Dos meses después, el 27 de febrero, Zalaquett viajó a Montevideo para reunirse con representantes de turismo y de los puertos de Uruguay, Argentina y Chile. Allí se discutieron alternativas de desarrollo para la industria de cruceros y se acordó elaborar estrategias de cooperación y promoción conjunta.

Es que el diagnóstico es claro: hoy los turistas buscan los multidestinos; un paso clave para lograr que esta zona del orbe sea un circuito que al final del día le pueda competir codo a codo al Caribe.

 

Fuente: Pulso