Impresionado por el deplorable estado en que se encontraba el balneario de Las Torpederas, en Playa Ancha, el porteño Erick Fuentes le comentó a su esposa Paola Zeas que quería invertir su patrimonio personal para recuperarlo. No concebía que el lugar en donde los dos habían pasado gran parte de su infancia estuviera tan abandonado, por lo que sin pensarlo más, contactaron a un asesor marítimo para preparar un proyecto y postular como concesionarios. Durante el verano se lo presentaron a la Armada y el 31 de mayo recibieron la noticia que habían cumplido con todos los requisitos.
«Yo soy profesor de Educación Básica de la Universidad de Playa Ancha (Upla). Volver acá es volver a mi juventud, y también para mi señora, porque toda nuestra familia es de Valparaíso. Nunca entendimos por qué un balneario tan clásico y único como Las Torpederas estuviera tan botado, así que hicimos las averiguaciones correspondientes y empezamos a mejorar las instalaciones que ya estaban», manifiesta Fuentes.
La concesión otorgada incluye el restorán, la faja de playa, las cabañas, los kioscos y el estacionamiento. Según el nuevo concesionario, todos los espacios le han dado harto trabajo, porque tenían mucha basura acumulada.
«Desde afuera, las cosas siempre se ven más fáciles, pero cuando uno está dentro se da cuenta que hay harto que hacer. A medida que fue pasando el tiempo, nos pasaba que sacábamos una tabla y nos encontrábamos con un problema. De hecho, sólo en el restorán, la primera vez que la intervinimos sacamos entre 5 y 6 camiones de puro escombro», relata.
Impacto social
Si bien la inversión es bastante alta, el porteño asegura que lo que más lo mueve es el impacto social y turístico que estos arreglos implicarán.
«El esfuerzo fue arriesgar patrimonio familiar y es una apuesta importante, pero a todo el mundo le digo que más allá de lo económico, aunque obviamente quiero recuperar mi inversión, hay una cuestión social: resurgir el balneario, el único balneario de Valparaíso y atraer a turistas», enfatiza.
Erick Fuentes agrega que antes de postular como concesionario estaba consciente de la estigma que tenía el sector por los ocupas que destruyeron las cabañas y otros .
«El balneario de Las Torpederas se pintaba como un foco de delincuencia, de desorden y de suciedad, pero cuando yo hice posesión de la concesión, me di cuenta que todos los fines de semanas vienen familias completas a disfrutar. Esto es porque la gente quiere hacer uso de este único balneario apto para el baño en Valparaíso, sin tener que ir a Viña y buscar un estacionamiento», recalca.
La familia también quiere impulsar el buceo y otros deportes náuticos, ya que según Fuentes, varias escuelas y organizaciones llegan hasta la playa. «El agua de acá es muy tranquila para piqueros», acota.
Hoy a las 11.00 de la mañana, el porteño y su esposa reinagurarán el balneario ante la presencia de diversas autoridades. Todavía le quedan algunos trabajos, pero son los menos.
«En septiembre vamos a presentar nuestro plan de verano con todas las actividades que se van a realizar en la temporada de diciembre a marzo. Ha sido harto trabajo, pero estamos muy agradecidos de la autoridad marítima, porque nos han ayudado en todo lo que hemos necesitado», expresó.
Diario: La Estrella de Valparaíso