Hoy el egresado, además de interesarse en el sector de su competencia profesional, demuestra aspiraciones a estudios superiores, como ya se llevan a cabo. Tal es el caso de los Tripulantes de Altamar, que han alcanzado los niveles de Oficial de Cubierta y Oficial de Máquinas. Asimismo, los Operadores Portuarios y los Administradores Logísticos prosiguen su carrera en los grados superiores de Técnicos e Ingenieros. Para ellos cuentan los unos y los otros con becas que, en el primer caso, otorgan la Asociación Nacional de Armadores y el Instituto Profesional «Piloto Pardo» a las primeras antigüedades; y en el segundo, convenios con institutos superiores, centros de formación técnica y universidades, que convalidan parte del currículum y además permiten postular a la Beca de Gratuidad.
En otro sentido, debemos destacar la calidad de Escuela con Excelencia Académica otorgada por la Agencia de Calidad del Ministerio de Educación. Además, fue la única Escuela de la comuna de Valparaíso que ganó un proyecto de equipamiento de recursos educativos del Mineduc en el área técnico profesional, presentado para la especialidad de Tripulación de Naves Mercantes y Especiales. También es meritorio destacar el convenio firmado con la Corporación Cultural de la Cámara Chilena de la Construcción, a través del cual se donaron 36 tablets con conexión a internet. Agradecidos por ello.
ENSEÑANZA DIGITAL
Y PANDEMIA
Estaba todo listo para el zarpe anual. Dotación completa. Destino pedagógico, planificación del plan de estiba de la carga estudio, objetivo a alcanzar en los programas dispuestos en la calendarización de las actividades…Y apareció la contraorden: parar la máquina de la gestión operativa, decisión tomada por el Ministerio de Educación, acogiendo disposiciones del Ministerio de Salud, ante la presencia y cuidado del contagioso coronavirus. Suspensión total de las clases presenciales. Debía utilizarse la enseñanza online. En forma expedita la autoridad educacional entregó orientaciones y modus operandi. Dispuso de plataformas web para programar y entregar la enseñanza. Tomó una acción tutorial necesaria ante un cambio profundo, inesperado y sin experiencia para la mayoría.
Al respecto, en la acción el problema no fue la implementación programática, sino la carencia de recursos tecnológicos para operar: falta de computadores y de internet entre los alumnos. Hubo que salvar la situación con apoyos directos e indirectos ante dicha carencia para el profesorado y los estudiantes. Se abrió el camino más amplio posible de solución, especialmente en la búsqueda y la reincorporación de los alumnos ausentes por falta de medios tecnológicos. Se recorrió la región para ello, lográndose la comunicación con alumnos y apoderados que no habían entrado al sistema. Además se entregó apoyo logístico con material de estudio impreso que se retiraba en la Escuela.
La comunidad se unió en consejos y comunicaciones virtuales, con teletrabajo administrativo y contable, con turnos éticos y presenciales en la Escuela. Todo un quehacer que fue prosperando rápidamente a un alto nivel. El trabajo y compromiso docente han estado a la altura, siempre reconocida y destacada.
Mirado el presente en lo inmediato, interesante es el actual desafío de la enseñanza online, que obligó a una transformación de la forma de enseñanza presencial. La pandemia nos ha empujado con fuerza hacia el futuro. El avance tecnológico de los medios de comunicaciones digitales lo esperábamos en 10 años; llegó en 10 meses. Es difícil la adecuación de los medios, pero proponérselo e implementar la enseñanza a distancia con las tecnologías correspondientes con las organizaciones y coordinación permitieron la rápida adaptación que motivó al alumnado a sumarse con responsabilidad, alcanzando logros en conocimientos y competencias. No ha sido fácil, pero los efectos positivos se aprecian y se seguirán acentuando cada vez más porque la experiencia conduce y abre caminos que, sumando el interés en aprender, se consolidan progresivamente.
A futuro es inevitable la coexistencia de ambos sistemas de enseñanza. El arte está en usarlos con equilibrio y en la circunstancia adecuada, como medio de proyectar el aprendizaje hacia una conducta de emprendimiento en los educandos acorde a las exigencias del mundo laboral y social existentes.
Hoy el camino de la educación está cercado por la tecnología. La computación nos entrega poderosas herramientas informáticas que, sumando el conocimiento presencial, generan una poderosa fuerza de emprendimiento no prevista hasta ahora, que debemos explorar con fuerza. Allí está el futuro.
En este itinerario entre el desarrollo docente del egresado bajo las disposiciones de salubridad prevencionistas sobre la pandemia, los Tripulantes de Altamar deben cumplir medidas precautorias para realizar sus prácticas profesionales. Para ello deben cumplir una cuarentena, tener PCR negativo, temperatura normal, contar con las vacunas y exámenes de salud correpondientes, y poseer condiciones psico-somáticas para el trabajo de a bordo.
Los buques al llegar a puerto (nacionales o extranjeros) tienen Portalón Cerrado; la tripulación no puede bajar a tierra.
Al egreso, el educando de la Especialidad de Tripulación de Naves Mercantes y Especiales, a pesar de su poca edad (17-18 años) consolida una personalidad sólida, segura, competente, capacitada para enfrentar desafíos inusuales y complejos. Posee gran habilidad para el trabajo en equipo y adaptado a los períodos de largas navegaciones con naturalidad y esfuerzo, desarrollando una convivencia armoniosa y de unidad laboral en el buque, tanto en la Cubierta como en la Máquina.
Su personalidad marinera en formación va progresivamente acentuándose y muestra ya en su práctica profesional un alto perfil técnico-profesional, plenamente comprometido e interesado como Tripulante de Altamar.
En toda la labor anterior debemos reiterar y destacar el apoyo recibido de la Asociación Nacional de Armadores en el otorgamiento de las prácticas profesionales, la entrega de becas para las primeras antigüedades que prosiguen la carrera de Oficial Mercante y el trabajo entregado a los egresados. A la Autoridad Marítima por su reconocimiento y apoyo en la gestión de tramitaciones oficiales que deben cumplir los egresados para alcanzar su meta profesional.
Las especialidades de Operación Portuaria y Administración Logística «siguen aguas», como la anterior. Con gran dominio del trabajo operativo en las tramitaciones concernientes a sus áreas, sus habilidades informáticas les muestran con gran seguridad y eficiencia y competencia en las operaciones del comercio exterior.
Como corolario: difícil es trabajar con incertidumbre y con peligro. Ya estamos navegando así. Hemos aprendido. Lo tecnológico no nos preocupa. Se consigue, hay apoyo. Nos preocupa como Escuela Técnico Profesional «la praxis». He allí la debilidad.
