Patricio Guzmán estuvo en Emporchi por más de 20 años, dedicado principalmente al mantenimiento mecánico de locomotoras para transporte de carga. Según su visión, el avance de la actividad portuaria es clave para la industria y afirmó que es necesario concretar el proyecto Puerto Exterior.
Con nostalgia y orgullo, Patricio Guzmán recuerda sus inicios como trabajador portuario hace ya seis décadas. Nacido y criado en San Antonio, en 1960 ingresó al taller mecánico de la maestranza del puerto, donde reparaba grúas y mantenía equipos en el Espigón y el Molo.
Al poco tiempo se abrió una oportunidad para desempeñar funciones con locomotoras, opción que tomó y fue mecánico de trenes hasta que jubiló en el año 1981.
A sus 79 años, hoy Guzmán posee un valioso registro con fotografías y documentos históricos, material que donó a la biblioteca del Museo del Libro del Mar ubicada en el edificio corporativo de Puerto San Antonio.
La colección contempla imágenes de antiguos estibadores, operadores de trenes, grúas, estudios del primer proyecto de expansión portuaria, el inicio de las obras del puerto de San Antonio, publicaciones donde se muestra la vida que tenían los habitantes antes de 1960 y los planos de Barrancas, Puertecito y el centro de la ciudad.
¿Cómo era el puerto en los años 60?
-Era muy distinto a lo que es hoy. En ese tiempo el Espigón era de tierra, no estaba pavimentado, solamente el Molo. En cuanto a las grúas, había muy pocas y no se comparan con las modernas que hay ahora. Se hacía el trabajo igual en aquella época, solo que de manera más lenta por la tecnología que en ese momento teníamos.
¿Cuándo comenzó a trabajar con locomotoras?
-Me llevó el jefe de taller, Osvaldo Betancourt, quien ya falleció. Él me estimaba mucho y me tocó trabajar con gente que llevaba muchos años ahí, donde aprendí mucho. Después me especialicé e hice un curso en Inacap, subí a jefe de taller y ahí terminé mi carrera como portuario.
Se trabajaba con locomotoras que eran propiedad de la Empresa Portuaria de Chile (Emporchi), legítimamente alemanas. Existían cuatro máquinas chicas y dos grandes, que se ocupaban para trasladar carros con trigo y también todo lo que se descargaba de los buques desde la planta carbonera que estaba antes. Se entregaban las mercancías al ferrocarril del Estado y ellos lo repartían al resto del país. Era bastante rápido el proceso, los maquinistas ganaban por tonelaje, así que siempre se apuraban en mover la carga.
¿Qué piensa del proyecto Puerto Exterior?
Es necesario de realizar porque hay que ir a tono de cómo van avanzando el mundo y la tecnología. Sería todo más rápido y mejor para el trabajo de los actuales portuarios y de las futuras generaciones que vienen. Tenemos que tener un puerto moderno porque Perú ya está haciendo el otro puerto y ellos mueven mucha carga.
¿Cómo evalúa el avance del puerto de San Antonio hasta hoy?
Ha sido grandísimo el avance. Da trabajo a miles de personas, y cuando yo estaba trabajando éramos poquitos.
Fuente: radiogalactika.cl