Ello, de acuerdo a información que entrega a Semanario Tiempo el gerente General de la Empresa Portuaria de Coquimbo (EPCO), Aldo Signorelli, quién hace algunas semanas sostuvo una reunión con el delegado Presidencial, Ignacio Pinto, para precisar los antecedentes sobre el desarrollo del terminal marítimo y las futuras iniciativas que se pretenden impulsar para remodelar las áreas externas del concesionario TPC.
La iniciativa considera una inversión de US$ 120 millones y son llevadas adelante por la constructora Belfi, que fue contratada por TPC para tal propósito.
«Estuvimos en reunión de coordinación, básicamente para conocer la modernización del puerto de Coquimbo y también las nuevas obras que se están proyectando, a través de la Dirección de Obras Portuarias», sostuvo el delegado Presidencial.
Según Signorelli, se mantiene las proyecciones para finalizar la integridad de la fase constructiva del proyecto de ampliación, fijada para enero del 2024.
De esta forma, el puerto de Coquimbo contará con una longitud total de 540 metros, más un poste de amarre que comprende una superficie aproximada de 1,7 hectáreas; además, contempla la habilitación de un área de tránsito de 1,4 hectáreas para la circulación de equipos portuarios y la reparación estructural de los sitios de atraque N° 1 y N° 2 ya existentes. Específicamente, el sitio de atraque Nº 3 permitirá atender naves de hasta 300 metros de eslora.
Cabe recordar que los trabajos comenzaron en junio del 2020. Con esto, el Puerto de Coquimbo aumentará además el movimiento de naves de 59 barcos que llegan actualmente, a 161, lo que se traduce a mover y cargar desde 500 mil toneladas, hoy en día, a 2,4 millones de toneladas al 2042.
Óscar Trigo, trabajador portuario y presidente de No + Desempleo, sostiene que si bien la fabricación de los pilotes y su posterior instalación en el mar ha involucrado una reducción del espacio para las operaciones propias del puerto, el balance es positivo porque se incrementó el movimiento de cargas, lo que se traduce en una mayor contratación de personas, especialmente de trabajadores eventuales. «Desde la pandemia, hemos tenido mucho movimiento. Belfi nos quitó espacio porque tienen que traer sus maquinarias y requiere espacios para construir los pilotes, porque poseen ciertas medidas», describe.
Respecto a los empleos, comenta que el dinamismo obedece no solo por una eventual mayor demanda de buques procedentes de otros puertos que están con ciertas restricciones por movilizaciones de trabajadores, sino que el propio avance del proyecto de ampliación, que ha solicitado mano de obra de Coquimbo. A ello, se han sumado medidas de reparación a los pescadores, donde se les está dando una cierta cantidad de petróleo, además de otras ayudas a agrupaciones sociales de la Parte Alta de la udad-puerto.
El contrato entre TPC y la empresa constructora Belfi consideró la elaboración, desarrollo y ejecución de la ingeniería de detalles; el suministro e instalación de todos los materiales, equipos, elementos requeridos al efecto, así como la construcción, habilitación, realización de pruebas operacionales y puesta en marcha de dicha obra. El valor para esos trabajos de expansión tienen un valor de $56.697.833.503, esto es unos US$73 millones.
NUEVO ROSTRO EXTERNO
Otro de los puntos de conversación entre Signorelli y Pinto apunta a una iniciativa para remodelar la fachada externa del puerto. Se trata del proyecto «Borde Costero de Coquimbo», emplazado fuera del área de influencia de TPC, que ya cuenta con una ingeniería de detalle terminada y aprobada por la Dirección de Obras Portuarias del Ministerio de Obras Públicas (MOP) para diversas obras, en tres etapas.
La primera es para la reconstrucción de una explanada que fomente las actividades turísticas-comerciales, específicas para las embarcaciones de navegación de visitantes en la bahía. Luego otra contempla un sector central para las operaciones de las naves de pesca industrial, y finalmente un recinto de esparcimiento, cultura y deporte.
La estrategia, dice Signorelli, es seguir afianzando la relación con una de sus principales unidades de negocio, es decir aquellas conformadas por las comunidades aledañas al puerto de Coquimbo, siendo que en el borde costero funcionan 120 locales distintos y más de 500 emprendedores. Inicialmente, el conjunto de trabajos requerirá apalancar recursos por $13 mil millones, (unos US$18,3 millones). Gran parte de la inversión deberá provenir de fondos estatales.
A juicio de Pinto, antes que termine el periodo presidencial se apoyará para que «prontamente» dicho proyecto ingrese a proceso de evaluación en el Ministerio de Desarrollo Social. Sin embargo, acota que la parte inicial del proyecto se financiará obras por $4.900 millones, es decir unos US$6 millones.
El interés de comenzar del trabajo, sostiene la autoridad, radica en el alto valor turístico que ofrece el área, donde unas 200 mil personas llegan anualmente a los paseos por embarcaciones y a consumir productos del mar.