Desafíos de este enclave logístico, hoy en consolidación de sus nuevos equipos, irán de la mano con la reactivación económica de la región.
Proactividad, foco en el cliente y flexibilidad en la búsqueda de soluciones logísticas son parte del sello que el renovado equipo del Terminal Antofagasta del Grupo D&C -conocido también como La Negra, debido a su ubicación, ha querido establecer como ejes de su gestión.
Marcelo Cruz, gerente zonal de Antofagasta del grupo logístico, asegura que, tras un periodo complejo con clientes relevantes, se decidió dar un impulso comercial de manera de recuperar confianzas con quienes históricamente han preferido los servicios integrales que ofrece este nodo, entre otros servicios a la carga, transporte, bodegaje, recepción e inspección de contenedores, almacenaje y otros.
“Hubo en el pasado algunos desaciertos, que hoy han dado paso a una nueva mirada hacia los clientes. Ellos saben que son nuestra prioridad y que siempre vamos a dar un servicio a su medida, según sus requerimientos. Nuestro mayor mérito es la flexibilidad: podemos adaptarnos, en términos de espacios, servicios y atención, a lo que nos requieran”, asegura el ejecutivo.
Cruz lidera desde fines de 2021 este terminal, con un equipo especializado, una superficie de 3 hectáreas y una bodega de más de 2.500 metros cuadrados, que hoy provee servicios logísticos a sectores claves como los proveedores de la minería, equipamiento para generación energética no convencional, materiales de construcción y alimentos. incluso piezas de observatorios astronómicos, escaleras mecánicas y cerveza son parte de las cargas que suelen pasar por este enclave logístico.
En la actualidad, tras un primer semestre de aún de transición y reacomodo de los equipos, para el segundo semestre los desafíos apuntan a involucrarse de forma directa en la reactivación de los proyectos asociados a la generación fotovoltaica -hay varias iniciativas en carpeta en el cortísimo plazo en la región- donde cuentan con vasta experiencia, pero además como terminal especializado en algunas cargas de la minería.
“Vemos con mucha atención lo que pueda seguir ocurriendo en relación con la minería del litio, a nivel nacional, en Bolivia y también el norte de Argentina, que tienen en Antofagasta a su punto de salida al mundo y de entrada de sus insumos. Estamos avanzando en esa línea con cautela pero con confianza”, adelanta Cruz.
Otro desafío de mediano plazo es avanzar en las modificaciones estructurales y las autorizaciones aduaneras y de otros organismos respectivos, que permitan al Terminal Antofagasta -en unos 2 a 3 años más- poder ofrecer servicios de almacenaje de carga IMO (mercancías peligrosas), dada la demanda por esos espacios que hay en la región.
“Estamos avanzando en los estudios que nos permitan en el futuro poder ser una alternativa para este tipo de cargas, de manera de incrementar los servicios integrales que tenemos a disposición de nuestros clientes actuales y potenciales”, describe el ejecutivo.
Por lo pronto, a su reciente certificación en temas de prevención de covid-19, hoy el Terminal Antofagasta de D&C pretende sumar la certificación Trinorma, en normas de calidad, como la ISO 9001, pero también en temas de medio ambiente ISO 14001 y seguridad ISO 45001 , de forma de complementar su disponibilidad al sector minero de acuerdo a los estándares internacionales que se le exigen en otros mercados.
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